Introducción
La lactancia materna se asocia con beneficios indudables para el niño; por ejemplo, reduce el riesgo de infecciones y obesidad y la presión arterial. En la madre, la lactancia reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovarios y disminuye la presión arterial.
En este sentido, la World Health Organization (WHO), la European Commission for Public Health (ECPH) y la American Academy of Pediatrics (AAP) recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida; esta recomendación, sin embargo, no se cumple por completo en muchos países.
La depresión durante el embarazo y el puerperio son situaciones frecuentes y contribuirían, en parte, en este fenómeno. Se sabe que las pacientes que presentan depresión durante el embarazo, por lo general también tienen depresión en el puerperio.
La depresión también se asocia con efectos muy desfavorables en términos del comportamiento, la salud y la adaptación psicológica adecuada de la madre, el comportamiento y el desarrollo del niño y la interacción entre la madre y su hijo.
La depresión durante el embarazo constituye el principal factor de riesgo para la aparición de depresión en el puerperio. En este escenario, el objetivo de la presente revisión sistemática de la literatura fue determinar la asociación entre la lactancia y la depresión durante el embarazo y el período posparto.
Métodos
La búsqueda inicial en Medline, Web of Knowledge y PsycINFO permitió identificar 1673 citas publicadas entre 1980 y 2013, 48 de ellas aptas para la revisión sistemática. En el proceso se siguieron las pautas Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analysis (PRISMA).
Solo se consideraron los estudios empíricos en los cuales se analizó la asociación entre la lactancia y la depresión en el embarazo o el puerperio. Se tuvieron en cuenta diferentes características de la lactancia (intención, inicio, duración, confianza, percepción de eficacia, exclusividad y actitudes) y las diferentes mediciones utilizadas para identificar la depresión.
No se tuvieron en cuenta el diseño de las investigaciones, el tamaño de la muestra o el tipo de medición. Sin embargo, se excluyeron los estudios no originales (revisiones y metanálisis) y los trabajos que evaluaron los efectos de los antidepresivos sobre la lactancia. La calidad de los ensayos analizados se determinó a partir de la definición precisa de las participantes y los criterios de valoración.
Se tuvieron en cuenta los autores, el año de publicación, el objetivo del estudio, el tamaño de la muestra y el país, las mediciones y los procedimientos y los resultados.
En virtud de estos factores se identificaron cuatro clases esenciales de trabajos: estudios prospectivos en los cuales se determinó si la depresión durante el embarazo predice la lactancia; estudios de asociación en los cuales se analizaron las vinculaciones entre la lactancia y la depresión posparto; estudios prospectivos de predicción de la lactancia y la depresión posparto, y estudios prospectivos que analizaron la depresión del embarazo y la depresión durante el puerperio como factores predictivos de la lactancia.
Resultados
Los artículos incluidos se publicaron entre 1983 y 2013 en 19 países; en total se analizaron 71 245 pacientes. Quince estudios se publicaron en los Estados Unidos y 6, en el Reino Unido. Los restantes se llevaron a cabo en Australia (n = 3), Brasil (n = 3), Canadá (n = 3), Barbados (n = 2), Noruega (n = 2), Paquistán (n = 2), Turquía (n = 2), y China, el Congo, Finlandia, Islandia, Italia, Japón, Méjico, Portugal, Suecia y los Emiratos Árabes (n = 1 en cada caso).
La lactancia se definió con diferentes criterios: de Labbok y Krasovec (n = 5), de la WHO (n = 1), como variable dicotómica (n = 10), como variable de 3 o 4 grupos (n = 5), con la inclusión de sólidos (n = 2), como lactancia materna exclusiva (n = 7) y sin especificar (n = 13). La duración de la lactancia se valoró en diferentes momentos del período posparto: antes de los 6 meses (n = 26) y a los 6 meses (n = 12).
En 39 trabajos la depresión solo se valoró con cuestionarios, mientras que en 9 estudios se aplicaron entrevistas diagnósticas. En 3 ensayos se valoró la depresión solo durante la gestación, en 35 solo durante el período posnatal y en 9 investigaciones, en los dos períodos.
Los síntomas depresivos se valoraron en los tres trimestres del embarazo (n = 2), durante el segundo y el tercer trimestres de la gestación (n = 2) o durante el segundo o el tercer trimestres del embarazo (n = 4 y 3, respectivamente). Los síntomas depresivos en el puerperio se analizaron antes del segundo mes después del parto (n = 15) y después del segundo mes (n = 27).
> ¿La depresión durante el embarazo predice los índices de lactancia materna?
Tres estudios evaluaron este interrogante, sin tener en cuenta la presencia de depresión en el posparto. En dos estudios, la depresión durante la gestación predijo la intencionalidad de lactancia más breve. En cambio, no se observaron asociaciones entre la depresión durante el embarazo y el inicio de la lactancia.
En un estudio, la depresión durante el embarazo (en más de una ocasión) predijo la lactancia de menor duración. Por lo tanto, aunque la asociación entre la depresión en el embarazo y la intención y el inicio de la lactancia es incierta, la relación entre la depresión del embarazo y la lactancia de menor duración es más firme.
> ¿La lactancia se asocia con la depresión posparto?
Un total de 18 estudios aportaron información para este interrogante. La lactancia de menor duración se asoció con índices más altos de síntomas depresivos y de depresión posparto. En 4 trabajos se analizó específicamente la duración de la lactancia materna exclusiva; se concluyó que la depresión posparto y la sintomatología depresiva durante el puerperio se correlacionan con el cese precoz de la lactancia materna exclusiva.
En 3 artículos los síntomas depresivos aparecieron antes de la interrupción de la lactancia en la mayoría de los casos. Las actitudes negativas y la menor confianza en relación con la lactancia materna y las dificultades para amamantar se asociaron con más síntomas depresivos y con mayor incidencia de depresión posparto. Los estudios confirmaron la relación entre la lactancia materna y la depresión posparto.
> ¿La lactancia materna predice la depresión posparto? o ¿La depresión posparto predice la lactancia materna?
En relación con el valor predictivo de la depresión posparto, 9 estudios mostraron que los síntomas depresivos o la depresión puerperal predicen la lactancia materna de menor duración. En 3 estudios se analizaron específicamente los síntomas depresivos durante el período posparto precoz. En uno de ellos, los síntomas depresivos a las 48 horas y a las 6 semanas no predijeron la duración de la lactancia.
En términos del valor predictivo de la lactancia, los resultados no fueron categóricos. En un estudio, el inicio de la lactancia materna no se asoció con los síntomas depresivos en el posparto, mientras que, en otra investigación, el inicio de la lactancia materna (solo en las multíparas) predijo menor depresión en el posparto.
Cuatro investigaciones refirieron que la lactancia materna o la alimentación con biberón en el período posparto precoz no predicen la aparición posterior de síntomas depresivos. En un ensayo, la duración de la lactancia materna exclusiva predijo niveles más altos de depresión en el posparto.
Las preocupaciones relacionadas con la lactancia, las actitudes negativas, las dificultades para amamantar, el dolor mamario durante la lactancia y la percepción de menor eficacia predijeron niveles más altos de síntomas depresivos y de depresión posparto.
En los estudios prospectivos, los síntomas depresivos predijeron la interrupción prematura de la lactancia y las dificultades para amamantar predijeron la aparición de sintomatología depresiva.
> ¿La depresión durante el embarazo o en el posparto predice la lactancia, y la lactancia predice la depresión puerperal?
Nueve trabajos evaluaron la posible asociación entre la depresión gestacional y la lactancia, teniendo en cuenta también la depresión posparto. Solo un estudio evaluó la asociación entre la depresión del embarazo y la intención de amamantar y no reveló una vinculación.
La información en relación con la depresión del embarazo y el inicio de la lactancia no es concluyente; en un estudio no se observaron asociaciones entre las variables, mientras que dos ensayos sugirieron que la sintomatología depresiva y la depresión durante el embarazo predicen el inicio de la lactancia.
Siete estudios analizaron la relación entre la depresión del embarazo y la duración de la lactancia; en dos estudios, las variables no se vincularon, en tanto que, en los 5 trabajos restantes, los síntomas depresivos o la depresión durante el embarazo predijeron la lactancia materna de menor duración. La depresión durante el embarazo también anticipó más dificultades para la lactancia materna.
En 7 trabajos se analizó la asociación entre la lactancia y la depresión posparto, teniendo en consideración la presencia de depresión en el embarazo.
En 2 estudios, el no inicio de la lactancia materna predijo la depresión posparto, mientras que en otro trabajo no se encontró una correlación entre las variables. La lactancia de menor duración se asoció con la depresión posparto en algunos estudios, pero no en otros.
En una investigación, la depresión posparto predijo una lactancia de menor duración, pero en otro ensayo, la lactancia más corta no predijo la depresión posparto. Las dificultades para amamantar también se vincularon con la depresión posparto.
En dos estudios, la asociación entre la depresión durante el embarazo y la depresión posparto estuvo mediada por la lactancia. En un estudio, el inicio de la lactancia materna disminuyó los puntajes de depresión desde el embarazo hasta el puerperio, y en otro ensayo, la interrupción de la lactancia incrementó los síntomas depresivos desde el embarazo hasta el puerperio.
Las investigaciones revelaron que la depresión de la gestación predice la lactancia de menor duración y que el inicio de la lactancia y la mayor duración de esta predicen una disminución de los síntomas depresivos en el posparto.
Discusión y conclusión
La presente revisión resume los conocimientos disponibles acerca de las asociaciones entre la lactancia y la depresión del embarazo y el puerperio, a partir del análisis de estudios realizados en diversos países en los últimos 30 años. A pesar de las diferencias metodológicas entre los trabajos, la información en conjunto avala una vinculación entre la lactancia y la depresión prenatal y posnatal.
La depresión durante el embarazo predice una lactancia de menor duración, aunque no se asocia con la intención o el inicio de la lactancia. La duración de la lactancia se relaciona con la depresión posparto y esta predice y es anticipada por el cese de la lactancia.
La depresión en el embarazo y el puerperio se relaciona con lactancia de menor duración y es posible que la lactancia intervenga en la asociación entre la depresión del embarazo y la depresión posparto.
La depresión durante la gestación predice una lactancia de menor duración y podría aumentar el riesgo de síntomas depresivos en el puerperio.
Las pacientes que presentan depresión durante el embarazo y el período posparto tienen consecuencias negativas en términos de la lactancia; por ejemplo, las mujeres con síntomas depresivos antes del parto y después de este tienen probabilidades más altas de interrumpir la lactancia.
Los estudios prospectivos mostraron que la depresión prenatal predice la lactancia de menor duración; sin embargo, no permiten conocer los efectos de los síntomas depresivos en el posparto o de la depresión posparto.
Los trabajos de asociación mostraron una correlación entre la duración de la lactancia y la depresión posparto, pero no fueron útiles para conocer la dirección de dicha asociación.
La depresión y los síntomas depresivos luego del parto anticipan una lactancia de menor duración; además, se comprobó que las dificultades para la lactancia (dolor, preocupaciones, percepción de ineficacia y actitudes negativas) son algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de depresión posparto.
El período posparto es una etapa particularmente crítica para el inicio de los síntomas depresivos y la depresión posparto, habitualmente de aparición entre el segundo y el tercer mes que siguen al parto.
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SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica