Un estudio multidisciplinar, en el que han colaborado investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y de la Universidad de Granada, ha comparado los patrones de liberación de cortisol salival en médicos residentes (MIR) que trabajan en una jornada laboral normal y una de guardia (turno de 24 horas).
Los MIR son un colectivo profesional muy numeroso que está presente en la mayoría de hospitales y áreas de atención primaria de nuestro país. Cada mayo-junio se incorporan miles de estos a la asistencia hospitalaria realizando turnos de guardia de 24 horas.
Los resultados del nuevo trabajo muestran que el nivel de cortisol de los médicos residentes se incrementaba en los días de guardia, especialmente durante los primeros años de residencia, pero no en los días de trabajo normales.
En comparación con los días de trabajo regulares, el incremento del cortisol fue significativamente mayor antes de despertarse, y se incrementó a las 11 de la mañana, cuatro horas antes de que empezase el turno de guardia. Estos aumentos sugieren una respuesta psicológica anticipatoria al estrés, que los investigadores apuntan a una activación cognitiva del estrés que podría deberse al recuerdo de experiencias de guardias pasadas o a la falta de habilidades clínicas y de experiencia, entre otras posibles explicaciones.
Estos niveles de cortisol elevados pueden llegar a traducirse en errores con los pacientes y en problemas psicofisiológicos para los profesionales, señalan los autores.
Liberación del cortisol
Para llevar a cabo la investigación, se ha realizado una evaluación fisiológica a través del patrón de liberación del cortisol (la llamada hormona del estrés) y de una evaluación psicológica de la ansiedad como estado. Como indica Joaquín González-Cabrera, uno de los autores, “los resultados de este trabajo son una aportación sobre la importante afectación psicofisiológica en los residentes (especialmente los de primer año, también llamados R1) al incorporarse a las guardias en los Servicios de Urgencias Externas.
La activación del estrés puede deberse al recuerdo de experiencias de guardias pasadas o a la falta de habilidades clínicas y de experiencia
Los datos apuntan a una reducción de la respuesta del cortisol conforme se avanza en los años de residencia y por tanto se gana experiencia, pero esta es solo tendencial. Ello concuerda con una mayor adquisición de habilidades clínicas, seguridad en el puesto y apoyo de iguales o superiores”.
Igualmente, se aprecia un aumento significativo de la ansiedad reportada en el día de la guardia tanto para hombres como para mujeres, aunque para ellas es más acusado. El estudio está realizado con médicos internos residentes de especialidades médicas y quirúrgicas, ya que en todas ellas hay un período obligatorio de guardias en los servicios de urgencias externas.
Estos niveles de estrés y ansiedad pueden llegar a traducirse en errores para los pacientes y en problemas psicofisiológicos para los profesionales si se trata de una situación mantenida en el tiempo, por lo que reducir esta problemática puede ser beneficiosa tanto para los enfermos como para los propios médicos.
Como indica José Peinado, también investigador del estudio, “en la investigación hacemos un llamamiento a los responsables de las unidades docentes para atender esta realidad en los cursos de formación para los médicos residentes, no superar el máximo de horas permitidas de guardia, así como a la necesidad de mejorar su adaptación en el primer año de residencia, especialmente en los Servicios de Urgencias Externas”.
Referencia bibliográfica:
González-Cabrera, J. Fernández-Prada, M., Iribar-Ibabe, C. Saliner, M. Ruano, R. y Peinado, J. (2018). "Physiological stress and anxiety in resident physicians who perform guards Emergency Services". International Journal of Environmental Research and Public Health, 15(3), 506. Doi: 10.3390/ijerph15030506