La disfunción sexual ocurre de manera frecuente en los pacientes que reciben antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS); es habitual que, en la mayoría de los casos, esta disfunción no mejore con el tiempo. Una de las estrategias que se emplean para el manejo de esta disfunción es el cambio a un fármaco con menos probabilidades de causar efectos adversos a nivel sexual. El escitalopram, un nuevo ISRS, tiene menores efectos adversos que su componente relacionado, el citalopram. El autor narra lo que él considera es el primer caso de reversión de la disfunción sexual inducida por fluoxetina mediante el pasaje a escitalopram.

Se trata del caso del señor B, un hombre de 29 años de raza blanca con antecedentes de depresión grave y recurrente que respondió al tratamiento con 10 mg de fluoxetina administrados una vez al día durante muchos años, y que experimentó un empeoramiento de su depresión a los 10 a 14 días cada una de las cuatro veces que intentó suspender la medicación. También padeció un retraso en el logro del orgasmo y una disfunción eréctil leve durante varios años mientras recibía la droga, que disminuía cada vez que la discontinuaba y que retornaba con cada nuevo ensayo terapéutico con el mismo agente.

Comenzó a recibir 10 mg de escitalopram administrados una vez al día cuando se introdujo en el mercado, al mismo tiempo que suspendió el empleo de fluoxetina. A las dos semanas de suspender esta última, notó que los efectos adversos sexuales habían desaparecido; su estado de ánimo permaneció estable durante 12 meses, el período de tiempo más prolongado desde 1990 en el que se había sentido bien sin recibir fluoxetina. Su única crítica con respecto al escitalopram fue que refería sentirse algo cansado, por lo cual lo tomaba antes de irse a dormir. No se sentía cansado al despertar.

El escitalopram, el último antidepresivo lanzado al mercado en los Estados Unidos, ofrece la esperanza de la eficacia con un menor potencial de efectos adversos que otros agentes. Las limitaciones de este estudio, señala el autor, incluyen el pequeño tamaño de la muestra y la falta de control con placebo, aunque este paciente había suspendido la toma de fluoxetina muchas veces sin haber logrado mantener su estado de ánimo por tanto tiempo. Es posible que la disfunción sexual con escitalopram no haya tenido tiempo de aparecer, aunque diversos estudios sugieren que este efecto adverso comienza tan pronto como a la semana de iniciar tratamiento con un ISRS.

Se requieren investigaciones clínicas adicionales, en especial porque el escitalopram es un ISRS y pueden existir pacientes que experimenten efectos adversos sexuales. No obstante, este informe de un caso sugiere que aquellos individuos que requieran una mayor tolerabilidad pueden encontrarla mediante el cambio de un antidepresivo establecido a escitalopram, sin pérdida de eficacia.

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