La miocardiopatía dilatada (MCD) es un grupo de trastornos cardíacos que, a menudo, causa complicaciones potencialmente mortales. A medida que el corazón hace más esfuerzo por bombear la cantidad suficiente de sangre para el cuerpo, se debilita más. Se trata de una condición que afecta más a niños y adultos menores de 50 años.
En un gran subconjunto de pacientes, la MCD se asocia con al menos una de cientos de mutaciones genéticas diferentes. Es probable que hasta el 40 % de los casos de la enfermedad se deban a una mutación genética.
Dado que es poco probable que se invierta dinero en una investigación para revelar las condiciones genéticas que afectan a tan pocas personas, un equipo de profesionales de la Universidad de Arizona tomó otro enfoque. Según el director de dicho equipo, "podemos tomar un medicamento que está aprobado para otra afección y usarlo para tratar algunas de estas mutaciones raras". La reutilización de los medicamentos aprobados por instituciones gubernamentales de confianza, como la FDA, es una vía rápida para llevar a los pacientes ciertas terapias que serían inalcanzables o demandarían un desarrollo de décadas.
En el caso concreto de la MCD, hay que entender que el corazón es impulsado por un sistema compuesto por muchas proteínas. Si una de estas proteínas ha mutado, se convierte en una parte defectuosa que influye en el funcionamiento del órgano. Para los investigadores de Arizona, el enfoque era encontrar un fármaco que empujase a la proteína mutante a su forma normal, de modo que se pudiese corregir su estructura.
El equipo de científicos se centró, en este caso, en K210del, la primera mutación descubierta que se asocia a MCD. Primero, analizaron cómo su forma defectuosa impide que el corazón funcione sin problemas. Luego, crearon un modelo 3D de K210del y lo compararon con su contraparte normal y saludable, para identificar dónde estaba deformada y cómo interactuaba con las proteínas circundantes para afectar al corazón.
A continuación, aprovecharon el poder de las computadoras y de la inteligencia artificial para examinar 2000 medicamentos aprobados por la FDA. Con modelos virtuales, probaron si alguno de ellos era probable que se uniera a la proteína deforme y la devolviera a su forma normal.
Menos de diez medicamentos pasaron la prueba y resultaron ser fármacos de indicación para la osteoporosis. Entonces, los probaron en cultivos celulares y en modelos animales para refinar los resultados. Al final, solo uno de ellos, el risedronato, corrigió la forma de la proteína a la normalidad.
"Por primera vez -aclaró Sadek-, en un modelo animal, encontramos un medicamento aprobado por la FDA que puede corregir una mutación genética y normalizar la función cardíaca". Ahora, el equipo se está asociando con el Centro Nacional de Investigación Cardiovascular en España, de modo que se evalúe la eficacia del risedronato en dos familias con la mutación K210del. A la par, se está preparando un ensayo clínico en el Centro Cardíaco Sarver. El plan a futuro es continuar con la búsqueda de medicamentos aprobados por la FDA para tratar otras mutaciones raras que provocan enfermedades cardíacas.