El Centro Médico Nacional Infantil en Washington DC, utiliza una serie de videojuegos diseñados para ayudar a los pacientes con síndrome de dolor regional crónico.
Mientras que los pacientes juegan los juegos, el dispositivo sensor de movimiento Kinect Microsoft rastrea sus movimientos corporales en tres dimensiones. Mientras tanto, un software mide las frecuencias cardíacas de los pacientes y convierte todos los datos en gráficos que los fisioterapeutas pueden ver en una Tablet PC en tiempo real.
Los especialistas en dolor esperan que los datos se pueden identificar de manera objetiva y supervisar el dolor para ayudar a evaluar las técnicas de tratamiento. Del mismo modo aseguran que al ser información digital, se puede manipular, entender y analizar, por lo que desde una perspectiva de investigación, es muy valioso que este tipo de tecnologías ayuden a formular nuevos indicadores con el fin de tratar a los pacientes.
Los médicos del centro pediátrico están trabajando con los desarrolladores de la compañía de Media Group para adaptar un sistema de videojuegos para que los pacientes puedan jugarlo en sus domicilios.
Mientras tanto, la Universidad de Bloomington en Indiana el profesor Hamid Ekbia está desarrollando un sistema de videojuegos para los pacientes con accidente cerebrovascular que permita recoger automáticamente, mantener y analizar datos sobre las condiciones de la enfermedad y el tratamiento.
Ekbia plantea que las aseguradoras y los legisladores deben cambiar las políticas para cubrir el costo de las consolas de videojuegos.
La industria de los videojuegos mira seriamente la posibilidad de penetrar en el mercado de la salud, donde las posibilidades terapéuticas aún no exploradas parecieran no tener fin.