► Introducción
El infarto de miocardio (IM) es una de las enfermedades cardiovasculares más frecuentes en la actualidad, que requiere de una serie de medidas preventivas que van desde el tratamiento farmacológico hasta la modificación de hábitos en el estilo de vida para disminuir la mortalidad y la morbilidad. La educación del paciente es esencial para lograr una adhesión óptima al tratamiento y un cambio en el estilo de vida y lograr, así, la disminución en la morbimortalidad. Como las mejoras tecnológicas disminuyeron significativamente el tiempo de hospitalización en estos pacientes, esto trajo aparejada la reducción del tiempo que el médico emplea para educar a los enfermos y a sus familias en el tratamiento de esta afección cardíaca.
Según las estadísticas, solo el 16% de los pacientes que tiene un IM cumple con todos los objetivos para la prevención secundaria un año después del episodio. Si bien hay muchas razones que explican el fracaso terapéutico, la falta de reconocimiento por parte del paciente de los beneficios de un estilo de vida más sano es uno de los principales, junto con la baja adhesión al tratamiento farmacológico. Esta falta de compromiso con el tratamiento reside en la falta de comprensión de la enfermedad cardíaca y el mecanismo de acción de la droga, o el olvido al momento de tomar la medicación.
Actualmente, se están implementando programas de apoyo al paciente con sistemas informáticos interactivos para mejorar la adhesión al tratamiento y producir cambios en el estilo de vida mediante la educación, para reducir, de esta manera, el riesgo cardiovascular.
En este estudio se evaluó el uso de una aplicación interactiva para smartphones para la mejora en la adhesión al tratamiento antiplaquetario y el cumplimiento de objetivos secundarios de prevención en pacientes que tuvieron un IM.
► Metodología
Se diseñó un estudio clínico, aleatorizado y multicéntrico, para evaluar el impacto de una aplicación para smartphones en pacientes que tuvieron un IM, tratados con dos dosis diarias de 90 mg de ticagrelor.
El grupo de tratamiento activo recibió una aplicación en su teléfono con un diario para registrar la adhesión al tratamiento y módulos educativos para el control del peso, ejercicio y abandono del cigarrillo. Además, la aplicación tiene la opción de registrar parámetros como presión arterial, glucemia y concentración de lípidos plasmáticos. Esta versión también tiene un banco de mensajes para recibir consejos y realizar el seguimiento del plan terapéutico. El grupo control recibió solamente una versión simplificada del diario para registrar la toma del medicamento.
Los participantes fueron evaluados en tres entrevistas: la inicial, una segunda a las 6 a 10 semanas del inicio del estudio, y una tercera al finalizar este, a los 6 meses. El objetivo principal fue la evaluación de la adhesión, la comparación del tiempo sin tratamiento y el fracaso en la adhesión del grupo de tratamiento activo en comparación con el grupo control. Los objetivos secundarios consistieron en la evaluación del impacto del uso de la aplicación en factores de riesgo como el índice de masa corporal, el nivel de ejercicio y el abandono del tabaquismo, además de analizar parámetros de calidad de vida.
► Resultados
Se incorporaron 174 pacientes: 91 participaron en el grupo de tratamiento activo y 83 en el grupo control. Finalmente se analizaron los datos de 162 (85 en el grupo activo y 77 en el de control). El 81% de estos pacientes eran hombres, el 13% era diabético y el 21% era fumador. La edad promedio fue de 58 años. El índice de masa corporal promedio fue de 29 kg/m2.
El puntaje promedio de no adhesión fue significativamente más alto en el grupo de control en comparación con el grupo de tratamiento activo (16.6 contra 22.8; p = 0.025). No hubo cambios significativos en el estilo de vida entre ambos grupos, aunque el grupo de tratamiento activo mostró una tendencia positiva hacia el abandono del tabaquismo, al incremento del ejercicio físico y al aumento de la calidad de vida en comparación con las condiciones iniciales.
Concretamente, 16 personas del grupo de tratamiento activo abandonaron el cigarrillo frente a 5 del grupo control (p = 0.139), los participantes del primer grupo efectuaron 90 minutos semanales más de actividad física contra 65 minutos en el de control (p = 0.612) y el puntaje correspondiente a una escala visual analógica de calidad de vida fue de 14.7 en los sujetos que recibieron la aplicación completa contra 8.4 en aquellos que tuvieron la versión reducida (p = 0.059).
Tampoco hubo diferencias en las tasas de discontinuación del uso del diario entre los grupos de tratamiento activo y control. El puntaje de la facilidad de uso del sistema y la satisfacción fueron más altos en el grupo de tratamiento activo. No se registraron efectos adversos relacionados con la aplicación durante el tratamiento, lo que indicó que no hubo problemas relacionados con la seguridad en su uso. Tampoco se verificaron diferencias en la adhesión informada en el diario entre ambos grupos.
► Discusión
Este estudio demostró que el uso de una herramienta interactiva instalada en smartphones para el apoyo del paciente cardíaco no solo mejora la adhesión al tratamiento informada por el mismo enfermo, sino que también parece asociarse con una tendencia para lograr una mejora en el estilo de vida, compatible con la reducción de la morbilidad y la mortalidad posterior a un IM.
Uno de los aspectos principales de esta aplicación es la posibilidad de obtener un puntaje de no adhesión al utilizar tanto brechas dentro del tratamiento como fracaso en la adhesión; esto es importante cuando se utilizan drogas con margen terapéutico estrecho, que poseen una vida media corta y con consecuencias mortales en caso de no lograr una concentración plasmática adecuada. Está demostrado que los pacientes que presentaron un IAM tienen muy baja adhesión al tratamiento, principalmente relacionada con la sensación de bienestar que sigue al alta médica y a la implantación de un stent; en este último caso, la interrupción del tratamiento antiplaquetario conduce, muchas veces, a la aparición de trombosis asociadas con el implante, que pueden ocasionar muerte súbita.
Las razones para la mejora de la adhesión en el grupo de tratamiento activo pueden relacionarse tanto con los recordatorios como con los módulos educativos en el control del peso, el ejercicio físico y el abandono del tabaquismo. Solo un estudio clínico previo evaluó el uso de una aplicación en pacientes que tuvieron un IM, con tasas de adhesión y mejoras similares en el estilo de vida a las informadas en este trabajo. Los resultados presentados añaden más datos sobre el beneficio del uso de este tipo de software para lidiar con la prevención secundaria.
El objetivo principal de este trabajo fue detectar los errores en el tratamiento con el fármaco antiplaquetario ticagrelor. Como no existe un método convencional para medir la adhesión, se realizaron cuestionarios convencionales y conteo de dosis. Ninguno de los métodos detectó diferencias significativas, aunque la incapacidad de los cuestionarios para detectar discrepancias podría residir en su diseño y en que fueron generados para evaluar el impacto general del fármaco.
Este ensayo clínico tuvo algunas limitaciones que, según los investigadores, deben tenerse en cuenta al momento de realizar un análisis de los resultados. La limitación principal fue la imposibilidad de utilizar un diseño ciego tanto al observador como al paciente. Además, para el conteo de dosis se tuvo que confiar en la predisposición de los pacientes para realizar el procedimiento, dado que el fármaco no fue provisto por los investigadores; finalmente, esta posibilidad tuvo que descartarse. A pesar de esta limitación se verificó un alto cumplimiento en el registro diario de dosis, similar en ambos grupos, lo que indicó gran compromiso de parte de los participantes en el estudio y un alto nivel de adhesión real.
Los programas de educación para pacientes parecen tener un efecto positivo en este sentido. Si bien no hubo diferencias significativas entre ambos grupos de estudio, se observó una tendencia positiva en el número de pacientes que abandonó el cigarrillo y comenzó una actividad física moderada en comparación con el grupo control.
Si bien los pacientes menores de 55 años son los que más rápidamente adoptan las herramientas digitales, se está produciendo un cambio cultural y, actualmente, los adultos mayores y ancianos utilizan cada vez con mayor frecuencia estas aplicaciones. Esto presenta un escenario muy promisorio a futuro en el uso de medios digitales para la prevención de enfermedades y la capacitación de los pacientes.
► Conclusión
El uso de aplicaciones digitales para la prevención del riesgo cardíaco en pacientes que tuvieron un IM provee apoyo para la adhesión al tratamiento, además de educar a los individuos en los aspectos necesarios para realizar una mejor prevención y obtener, así, mejoras significativas en la calidad de vida.
♦ SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica