Introducción
Las fracturas simples de la diáfisis humeral corrientemente se tratan conservadoramente con aparatos de yeso (1). En ciertos casos que tienen severos desplazamiento y no se logran corregir de manera incruenta, entonces se propone su reducción por la vía quirúrgica y se fija con implantes internos (placas, clavos intramedulares) (2,3) según preferencia y experiencia del médico tratante. Para los casos de fracturas abiertas complejas, la tendencia es alinear y fijar la fractura con tutores externos. De una u otra forma el objetivo es lograr una adecuada reducción y correcta inmovilización para conseguir finalmente la consolidación de la fractura y la buena función articular. Se sabe que con ningún procedimiento, en estas fracturas (diáfisis humeral), el médico esta exento de riesgos complicatorios. Presentamos el caso de un paciente de 28 años que tenía una fractura de diáfisis humeral de trazo simple desplazada de tres semanas de evolución manejada inicialmente con un “yeso colgante” sin lograr su reducción. Se le hizo una reducción quirúrgica con cirugía mínima y fue inmovilizado con un “fijador externo descartable (FED) unilateral”(4).
Reporte del caso
Un hombre joven de 28 años, el 11 de junio de 1988 contrajo una fractura cerrada medio diafisiaria de su húmero derecho. Fue atendido el mismo día en un hospital público con yeso colgante evolucionando, con controles radiográficos, sin lograr su adecuada reducción. El 7 de julio 1988 fue intervenido quirúrgicamente para reducir la fractura e inmovilizarlo con un fijador externo descartable FED (figura 1, a, b, c y d). Se le pudo controlar hasta los quince días después de la operación, luego desapareció y no regresó más. A los siete años, regresó al hospital donde le indicaron radiografías pero nuevamente desapareció. Posteriormente, el 24 de Enero del 2005, a los 45 años de edad (mas de 16 años -198 meses- después de la cirugía) re-apareció, momento en que se le hizo un video (Figura 2) cuestionándole su conducta, se le tomaron nuevas radiografías (figura 3), y se le retiró el FED (Figuras 4). En el punto de la salida en dos clavos se observaron reacción cicatrizal tipo queloide, en los demás un ligero tejido granulomatoso y nada de secreción en ninguno. Dos clavos salieron con facilidad y los demás con cierta dificultad. En el momento del examen existía buena función del codo y del hombro, incluso con fuerza suficiente para levantar una silla, sin dolor alguno.
Fig. 1. En a y b radiografías antes de la cirugía, c y d durante el acto operatorio de la reducción y fijación.
Fig. 2. Obsérvese los movimientos del paciente el mismo día antes de retirarle el FED.
Fig. 3. Radiografías mostrando los clavos el mismo día del retiro del FED.
Fig. 4. Radiografías minutos después del retiro del FED.
Discusión
Los tratamientos con fijadores externos tienen indicaciones especificas y por lo general son de aplicación transitoria, aunque también pueden usarse hasta el final de la unión ósea, momento en el cual deben ser removidos. Nuestra experiencia en fracturas de diáfisis humeral con FED nos demuestra que los pacientes pueden hacer una pronta movilización del codo y relativa del hombro. Cuando combinamos un FED con un clavo intramedular, se lo retiramos mucho antes de completar la unión ósea, con lo cual el paciente se libera de la inconfortabilidad del aparato externo. En el caso de nuestro paciente se le indicó que lo llevaría entre cuatro a seis meses para luego retirárselo, mientras tanto debía hacerse lavados diarios con agua y jabón. Sus condiciones sociales y de muy baja cultura, un simple vendedor ambulante de baratijas, y la poca inconfortabilidad del FED, probablemente le permitieron portarlo por tanto tiempo. Dijo que desde la tercera semana ya estaba trabajando sin que le molestara, que se lavaba todos los días, y que si se lo retiraba perdería unas tres semanas sin trabajar, dijo también que su familia le pedía se lo saque porque le podría causar un cáncer, razones por las que regresó finalmente.
Existen otros reportes de casos que llevaron el fijador externo por mucho tiempo (5) pero no tanto como el que hemos presentado. Siempre esta presente el riesgo de infección transitoria en el trayecto de los clavos, sin embargo, el mito de la propia infección ósea (osteomielitis por los clavos) tal parece que va desapareciendo, pues el conocido pronto “aflojamiento” con secreción abundante, más está en relación con la termo-necrosis, y otros factores.
Referencias Bibliográficas
1. Sarmiento, Augusto MD; Waddell, James P. MD, FRCS(C); Latta, Loren L. PE, PhD, Diaphyseal Humeral Fractures: Treatment Options. Journal of Bone & Joint Surgery - American Volume 2001; 83-A(10):1565-1579
2. Stannard, James P. Md; Harris, Howard W. Md; Mcgwin, Gerald Jr. Phd; Volgas, David A. Md; Alonso, Jorge E. Md, Intramedullary Nailing of Humeral Shaft Fractures With a Locking Flexible Nail. Journal of Bone & Joint Surgery - American Volume 2003; 85-A(11):2103-2110
3. Rangger, Christoph MD; Kathrein, Anton MD; Klestil, Thomas MD Immediate Application of Fracture Braces in Humeral Shaft Fractures. Journal of Trauma-Injury Infection & Critical Care 1999; 46(4):732-735
4. Aybar M. Alfredo, Libro “Fijación Externa Descartable - FED”, ISBN Nº 9972 697 00 2, CONCYTEC, Lima, 1998
5. Uhl RL, Prolonged External Fixation of the Tibia. Orthopedics 2004; 27: 1169-70
* Prof. Alfredo Aybar M.
Universidad de San Marcos
Prof. Principal, Presidente del Comité de Ortopedia y Traumatologia de la Unidad de Post Grado (Residencia)
Past Presidente da la Sociedad Peruana de Ortopedia
Autor del libro: "Fijación Externa"
Iniciador de una corriente Ibero-Latinoamericana de "WCEF" (Lima 2005, Egipto 2007)
Fundador de la AMPEFE (Asociación Médica Peruana para el Estudio de la Fijación Externa)
Prof. A. Aybar M., E-mail: feday2000@hotmail.com
Trabajo presentado en el World Congress on External Fixation, Mayo, 2005, Lima.