La Medicina como Misión

Médico, historiador, escritor, bioeticista, conversamos con el Dr. Manuel Martí

Una entrevista de IntraMed con el académico de medicina.Desde la creencia en el origen del universo hasta la bioética en la opinión de un hombre ilustrado.

Autor/a: IntraMed

A punto de cumplir 44 años como médico y con motivo de su reciente nombramiento como Miembro Titular de la Academia Nacional de Medicina, entrevistamos al Dr. Manuel Luis Martí.

Recientemente recibió un reconocimiento a su trayectoria, cuando lo nombraron  académico de la Academia Nacional de Medicina, ¿Cuál es su sensación al respecto?

Desde el punto de vista profesional es el nivel más alto que se puede alcanzar, hay 150.000 médicos y hay 35 académicos, cada uno de una especialidad y por primera vez en la academia ocupa un sitio la especialidad “diabetes”, que seguramente depende de la importancia que esta teniendo la enfermedad, que alcanza cerca del 7 por ciento de la población, y arriba de los 65 años hasta del 20 por ciento. Además es una enfermedad que es un factor de riesgo muy importante para todo lo que sea cardiovascular, las personas con diabetes tienen más infartos, más hipertensión, más accidentes cerebro-vasculares...
Es un reconocimiento porque uno no se presenta, sino que los otros miembros de la academia te eligen..., te llaman, te piden los antecedentes y después te eligen...

Y la inclusión de esta especialidad tiene que ver con que Ud. es médico diabetólogo...

Sí, ahora voy a cumplir 44 años como médico..., fundamos con el Dr. Puchulu y con el Dr. Ruiz el Centro de Diabetes y Nutrición en el Hospital de Clínicas, que ahora es la División Diabetología del Hospital, de la que yo fui jefe... y ahora soy consultor.

Pero además tuvo algunos pasajes por otras facultades...

Bueno, sí, estuve en Ciencias Exactas, en Genética, trabajando en Citogenética. Fue el primer equipo de Citogenética que hizo cariotipos en el país, con el ingeniero Valencia, en el año 63’...64’..., y después estuve en otra facultad que es la Facultad de Filosofía y Letras donde estudie dos años Ciencias de la Educación, y ahí fui alumno de José Antonio Pérez Amuchastegui, que fue el hombre que cambio la investigación histórica en la Argentina con la teoría de la prospectiva historiográfica...

¿Y también se dedicó a la historia?

Yo después también me dedique a la investigación histórica de la medicina en Buenos Aires en el siglo IXX y estudié la enfermedades de algunos hombres famosos y en general el desarrollo de la educación en todo el siglo. De la asistencia médica hice un libro que se llama “Enfermedad y muerte de Mariano Moreno” que tiene un premio nacional, que digamos, plantea una tesis nueva de la muerte de Mariano Moreno..., Moreno había tenido fiebre reumática y es probable que haya muerto de una endocarditis infecciosa, yo no creo que haya sido asesinando, no era el estilo de “los hombres de mayo” que eran todos hombres de bien, y además el se iba dos años a Inglaterra así que no había necesidad alguna de hacerlo desaparecer físicamente..., el estaba enfermo, eso es lo que yo pienso...

Pero para esto Ud. revisó, libros, documentos, tuvo que hacer toda  una investigación...

Sí, trabajé bastante tiempo y además pensé la teoría esta de “por qué”. El estaba muy enfermo, el cuando se embarcó para ir a Inglaterra ya estaba enfermo..., estaba deprimido..., y además lo que es increíble es que estuvo 7 meses en el gobierno y en ese poco tiempo hizo todo lo que hizo, ¿no?...

¿Y en educación médica que realizó?

En educación médica siempre fui docente, llegué a profesor titular de Medicina Interna y ahora soy director del Departamento de Especialidades Clínicas y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica, fui titular en la Universidad de Buenos Aires y soy profesor consulto titular de Historia de la Medicina en la Universidad del Salvador...las tres cosas que me interesan, la medicina interna, la historia y las especialidades clínicas, en especial, la diabetes.

Antes me habló de su paso por distintas universidades, Ud. presenció “La noche de los bastones largos”?

No, esa noche no la presencié porque yo ya no estaba en la universidad, precisamente, la posibilidad de que sucedieran esas cosas hicieron que no comenzara mi carrera de investigador en el CONICET..., después en el CONICET fui muchas veces miembro de las comisiones asesoras...

Pero habrá conocido a mucha gente que se fue...

Sí, conocí a mucha gente que se tuvo que ir, y..., cuando uno necesita tanto de la tecnología como es en la genética, en el cultivo de tejidos y demás, es muy difícil armar un laboratorio fuera de la universidad...entonces muchos se tuvieron que ir...

¿Qué es la medicina para Ud.?

Pienso que la medicina es una de las más lindas profesiones que hay y te obliga a tener actividades de asistencia, de docencia, y de investigación. En la medicina es obligatorio desde el punto de vista moral que el conocimiento sea transmitido porque el conocimiento médico no puede ser secreto, no puede ser exclusivo de una persona, por eso hay tantas revistas, tantos congresos en medicina, mucho más que en otras disciplinas, básicamente porque la medicina te obliga a transmitir lo que uno sabe a los demás, y para eso primero hay que saber...,y como la medicina es una ciencia, es una ciencia muy joven, porque ciencia es a partir de Claude Bernard en 1850, antes era un oficio..., como es una ciencia entonces te obliga a la investigación también, es decir a buscar la verdad en el último término, no tu verdad, a buscar la verdad, y después transmitirla y lógicamente lo primero de todo la asistencia es decir el médico si no ve enfermos tiene una frustración muy grande, el médico tiene que ver enfermos no es una persona de escritorio cuando pones a un médico de escritorio es porque no le gusta la medicina, si se queda en eso es porque no le gusta la medicina, porque está frustrado por otra causa o porque se va a frustrar. Pero de hecho se necesita la asistencia, la investigación, y la docencia...

No todo el mundo lo hace, ¿no?

Claro, porque primero tiene que tener posibilidades para hacerlo. En este momento el médico es casi en una gran proporción, un personaje aislado, aislado en un hospital a veces, aislado en una prepaga, aislado en una obra social..., no tiene posibilidades de tener contacto ni siquiera con otros médicos a veces, está descalificado socialmente en base a unos honorarios ridículos hay lugares en donde están ofreciendo cargos, yo no se si alguien va, pero están ofreciendo cargos de médico a 4 pesos por hora, para atender consultorios externos de especialidades.

¿Esto es en el ámbito privado o público?

No, no, en clínicas..., en clínicas que tienen prepagas..., es increíble, es menos que nada, ni siquiera a un personal de servicio se le paga eso, se le paga más que eso...el médico está descalificado en ese sentido, está desvalorizado...

¿Cuál es la situación de la medicina en Argentina?

La medicina en Argentina está muy mal administrada, es un país donde se gasta muchísimo en medicina, pero resulta que la gente no tiene una buena atención. El paradigma de eso es el PAMI, en donde hay un enorme ingreso de dinero y yo no conozco a nadie del PAMI que esté contento con la asistencia que recibe..., y más o menos lo mismo ocurre con las obras sociales, las prepagas a las que pueden acceder una parte muy pequeña de la sociedad, que en realidad no llega al 30 por ciento, son carísimas, son grandes negocios..., es difícil ver que una prepaga quiebre, quiebra todo, pero una prepaga es difícil que quiebre, había una que decía que “para entrar como afiliado había que ser muy sano”...(bromea)...y después con los diabéticos hay un grave problema porque no los aceptan, los discriminan en algunas, no?, y después una persona de edad si se quiere afiliar a una prepaga es imposible, además cuando van cumpliendo años le van aumentando la cuota, es decir, cuando es joven paga la cuota y no la utiliza, y cuando es viejo que la necesita le aumentan la cuota, es un poco perverso todo el mecanismo y todo el sistema.

Con respecto al tema de las prepagas...tal vez sería cuestión de que la salud pública mejorara...

Exacto..., es cuestión de administración, es cuestión de dirección y de ordenar bien los fondos, los fondos están y se gasta muchísimo en Argentina, se gasta mucho más que en otros países y sin embargo la asistencia médica no es buena, los médicos son buenos en general y tienen espíritu de médico, el espíritu de la solidaridad con el que sufre y el conocimiento es bastante bueno en la Argentina, mejor que en muchos otros países, incluso europeos, pero resulta que hay una frustración muy grande en todos los médicos..., hay una frustración muy grande en todos los pacientes..., las instituciones oficiales siempre carecen de presupuesto adecuado y las privadas son carísimas y tampoco cubren en un 100 por ciento los requerimientos o con las necesidades de los pacientes...

Ud. tiene una participación muy activa en Bioética, ¿es así?

Sí, siempre me interesó, porque pienso que la ética es prescriptiva, y la medicina al ser una disciplina, que se ocupa del hombre, que se ocupa de la vida y de la muerte, además es obligatorio, mandatorio, que tenga una orientación ética...yo ahora soy vicepresidente de la Fundación Alberto J. Roemmers e hicimos en la Argentina hace 25 años la primera reunión que se hizo sobre ética en medicina y publicamos un libro que ya tiene dos ediciones agotadas de ética en medicina.

Después me interesó mucho especialmente la ética en vinculación con el ejercicio de la medicina, la ética en medicina en realidad tiene tres puntos importantes que son los que están vinculados con el nacimiento, que ahí entra todo lo que tiene que ver con el embarazo, el aborto, los métodos anticonceptivos..., y después tienen otra parte importante que es la muerte, la terminación de la vida donde ahí tiene que ver muchísimo el respeto por la dignidad humana, las decisiones sobre vida y muerte, y después queda en el medio otro tema que es la relación médico-paciente, esa relación esta vinculada con la autonomía del enfermo, con las instituciones, con las características del médico, todo eso entra dentro de esa relación, ¿por qué hablo de esto?, porque es lo mas importante, sin relación médico-paciente no existe la medicina, siempre es un hombre que está enfermo y un hombre que quiere curarlo.

Ahora soy miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Académico de Etica en Medicina que está organizado por la Academia Nacional de Medicina, pero estuve ahí antes de ser académico.

¿Y cómo funciona el Consejo de Etica?

El comité ejecutivo se reúne por lo menos una o dos veces por mes, pero aparte además hacemos reuniones sobre temas específicos. Hicimos sobre investigación médica, sobre la tecnología, como influye en el ejercicio de la medicina, se hacen cosas interesantes porque se hacen con mucha seriedad y además lo mas importante es que no hay discriminación alguna para ninguna persona, es decir, dentro del consejo existen todas las posibles corrientes del pensamiento, porque la ética siempre va a tener una idea de la concepción del hombre primero.

Es necesario tener una idea antropológica, es decir, “dónde estoy”, “dónde voy”, “de dónde vengo”, “para qué sirvo”, y eso necesita para atrás una idea filosófica y todos tenemos una idea filosófica del hombre, lo sepamos o no lo sepamos, vamos a encarar el aspecto ético, el aspecto de la conducta, el aspecto moral, siempre sobre un pensamiento anterior que puede ser filosófico, y que en algunas personas puede ser teológico, entonces eso es lo que encara hacia lo antropológico, es la esencia del hombre y su ubicación en el mundo.

Y a partir de esto  siempre haciendo una distinción sobre lo que es la ética y la moral...

La ética, es prescriptiva..., la ética es como la constitución, en tanto que la moral viene a ser como se llevan a la práctica esas prescripciones éticas, por eso la ética es invariable, muestra “el bien y el mal”, y la moral muestra la conducta de los hombres para cumplir con esas prescripciones del bien y del mal. Por eso la moral puede tener distintos enfoques que tienen que ver con lo religioso, con lo étnico, con lo social, con lo económico, pero siempre tiene por detrás algo que le dice, “esto está bien y esto está mal”. Por eso es muy interesante el pensamiento de la “ley natural” que en nuestra civilización judeocristiana bien podría ser los “Diez Mandamientos”, “no matar”, “respetar a los padres”, eso podría ser un espejo de la ley natural. Se dice también que puede ser lo que uno siente “dentro”, que le dice a uno “lo que está bien y lo que está mal en el fondo de su corazón”...“gaudium et spes”... que no es un doble del jugador tenis en latino...(bromea) ...que quiere decir “gozo y esperanza”... que es del Concilio Vaticano II que dice que la ley natural es eso que uno tiene “adentro”, que desde el fondo del corazón siente una voz que le dice “tenés que hacer el bien”, porque el hombre naturalmente hace el bien, no quiere decir que nace con el bien, puede ser que todo eso dependa justamente de todo lo que lo rodea también, pero naturalmente tiene una tendencia al bien.

Los animales no tienen ética, los animales tienen instintos, para los animales no hay bien y mal..., el guepardo que se come al impala como aparece siempre en la televisión, no le hace mal al impala, el está cumpliendo con su instinto entonces no tiene ética, y además el animal no tiene conciencia de la muerte, no tiene conciencia de su propia muerte incluso, en tanto que el hombre tiene conciencia de la muerte entonces tiene una idea de trascendencia, de ver que pasa después, y además tiene una vida que lo obliga a elegir siempre entre el bien y el mal, que en último término es elegir entre la vida y la muerte, especialmente para el médico. Pero siempre uno esta eligiendo entre el bien y el mal...el bien esta vinculado con la vida, y el mal está vinculado con la muerte..., es bastante sencillo, la vida no es sencilla, pero estas cosas son sencillas para pensar...porque justamente ahí viene lo que los existencialistas -que sin duda alguna es el pensamiento filosófico mas importante del modernismo y del postmodernismo- dicen que es la “angustia existencial”. Uno tiene que elegir, uno siempre está eligiendo. Entonces como el bien y el mal están, pero uno no tiene la capacidad absoluta de saber lo que es bien y es mal porque además hay un futuro que no lo conoce, ahí viene lo que se llama la “angustia existencial”, lo que era el “angst”, que en realidad quiere decir “miedo” en alemán, el angst de Kierkegaard, y en el hombre esa angustia existencial está vinculada con la medicina también, porque el hombre tiene crisis existenciales, uno todos los día está eligiendo. Por eso hay tres crisis existenciales, la de la juventud, la de la madurez, y la de la vejez. La de la juventud es la crisis de los 20 años, que es cuando uno tiene que elegir entre ser “écuyère”, entre ser locutora de radio, actriz de teatro, o bióloga, no sabe lo que va a pasar en el futuro, eso crea angustia y además acompañada de la primera idea de libertad e independencia con fractura de las imágenes paternas, cuando uno se pelea con los padres. Esta angustia en medicina es mucho la que tiene que ver con las úlceras, la esquizofrenia. La crisis de los 40 es cuando ya elegiste, a los 20 uno es inmortal no piensa en la muerte porque tiene toda la vida por delante, a los 40 el hombre ya tiene una visualización de la muerte porque a lo mejor se han muerto sus padres, o ya sabe que existe la muerte, además el ya eligió y ahora está analizando que es lo que eligió a ver si lo eligió bien o lo eligió mal y si antes podía ser desde ecuyere hasta bióloga ahora ya le queda dentro de la biología, si eso es lo que eligió, a ver si va a ser tal o cual cosa, entonces esa crisis de los 40 años es la que está vinculada básicamente con el infarto agudo de miocardio, la crisis existencial de la madurez. Y después  está  la crisis de la vejez, las primeras eran porque uno tenía la angustia existencial de la elección, entre lo que estaba bien y lo que estaba mal, pero la crisis de la vejez es la crisis de la “no elección”, estás perdiendo la vida en último término después de los 65 años, y esa está vinculada con la “depresión endógena” que es muy característica de los viejos, y que es muy difícil de tratar. Eso, esquemáticamente, porque por ejemplo las mujeres tienen crisis existenciales en distintos momentos, por ejemplo tienen  una crisis existencial cuando se casan, porque la mujer contrariamente al hombre con el casamiento puede cambiar toda su vida, cada vez menos, ¿no?..., pero puede cambiar toda su vida, siempre esta el “príncipe azul” como posibilidad, que le cambia la vida y le hace princesa, lo que pasa es que todos los príncipes que hay son grises, entonces habitualmente tienen que elegir entre “príncipes grises”, y ahí es cuando entra en depresión, además tiene una serie de responsabilidades muchos mayores, biológicas, familiares, son génesis de depresión, la mujer tiene la depresión posparto y la depresión del matrimonio, que son muy características.

Ud. relacionó distintas crisis existenciales, problemas psíquicos, con problemas físicos,¿ Ud. cree en esto?,¿qué relación encuentra?

Y todo, el hombre es una unidad, no es una unidad  mente-cuerpo solamente, es una unidad, la mente está dentro del cuerpo también y el cuerpo está en la mente, y además esta el alma y la relación con todo lo que piensa acerca de la divinidad, que piense o no piense, que diga que existe, que no existe, que crea en algo o no crea en algo, pero todo eso genera la vida del individuo, y en la medida que en que todas esas creencias y todos esos funcionamientos por decirlo con una palabra fisiológica sirvan o no sirvan, o generen problemas el individuo puede entonces también manifestar enfermedad no solamente enfermedades de la mente sino también enfermedades del cuerpo.

Pero no todos los médicos piensan así...

No crea..., el asunto es que el médico en general sabe esto, a lo mejor no lo sabe con palabras, pero cuando uno ve una persona que está en una crisis existencial, que ha tenido pérdidas especialmente, que se lo ve realmente que está deprimido aunque el no lo sepa, uno se da cuenta que tiene algún problema. El 80 por ciento de las personas que van a un consultorio de clínica general tienen problemas funcionales, no orgánicos, no tienen una enfermedad como puede ser la hepatitis, el infarto de miocardio, o el enfisema pulmonar, esos problemas funcionales casi siempre dependen de problemas existenciales, entonces como gran parte de la medicina esta orientada hacia lo orgánico nada más, uno empieza estudiando, ¿qué empieza estudiando?, un cadáver y tejidos muertos, ¿en segundo año qué hace?, fisiología, uno estudia el funcionamiento de los órganos, y de los sistemas en la rata, en el sapo, en el perro, en el tercer año uno estudia anatomía patológica, recién en cuarto año uno ve un enfermo, es decir, uno piensa siempre en la estructura, que lo que está enfermo es la estructura, entonces clásicamente cuando viene una persona y uno le pide todos los análisis y las radiografías, encuentra que no hay una patología orgánica, ¿cuál es la palabra que se dice?: “usted no tiene nada”, “¿cómo que no tengo nada, si me duele y no puedo dormir, no puedo trabajar?”, ¿cómo que no va a tener nada una persona que va la médico porque se siente mal, se siente mal en serio, gracias a Dios no tiene una hepatitis o un cáncer de colon, pero se siente mal en serio?, esa es una desviación que yo pienso que en estos momentos ya se van modificando porque muchísimas escuelas médicas ya tienen al estudiante en contacto con el enfermo desde el primer año, y además tienen orientación de tipo antropológico, de tipo filosófico, o teológico según cual sea la facultad, entonces eso implica un poco que el individuo ya tiene un contacto con el hombre desde un principio y no con un cadáver, entonces se ve que hay personas que se sienten mal y están enfermas, aunque no tengan una estructura alterada, es el funcionamiento de sí mismo, pero eso también es una enfermedad, es una manifestación de algo, que hay que tratar...

¿Y cual cree Ud. que debería ser el tratamiento?

El tratamiento bueno, en primer lugar el médico en sí mismo es un  medicamento, por eso es tan importante la relación medico-paciente y al institución donde ser realiza... si uno tiene diez minutos para ver un enfermo por el que te pagan 4 pesos por hora evidentemente no vas a poder hacer mucho, pero hay tratamientos. Primero está el tratamiento sintomático, bueno, si le duele la cabeza vamos a darle un analgésico, si tiene espasmo doloroso vamos a darle una antiespasmódico, veremos después cuales son las causas, los motivos. El médico no tiene la obligación de curar, de sanar, el médico tiene la obligación de atender, de comprender, de calmar, no solamente de curar, hay cosas  que se curan y hay cosas que no se curan, de ese 20 por ciento que tiene algo orgánico hay un 10, un 12 por ciento que tienen enfermedades que son crónicas e incurables que necesitan tratamiento, el reumatismo, la diabetes, la hipertensión. Hay un porcentaje que son incurables e insanables, del 3 al 5 por ciento. Lo notable es que la proporción de enfermos durante toda la historia de la medicina es siempre el mismo. El porcentaje de población enferma es siempre el mismo, lo que cambia es la patología, hay patologías regionales, que también no son cosas orgánicas, una patología regional como en la ciudad de Buenos Aires es la neurosis y el stress, en el campo lo habitual es que no haya mucha neuróticos, en el campo el que anda mal de la cabeza está loco, está sicótico, pero en la ciudad de Buenos Aires, la neurosis que es en último término, la desadaptación frente al mundo que te circunda y si el mundo es una cosa tan desordenada, tan agresiva tan difícil, uno lógicamente no se puede adaptar a todo, si se adapta a todo estaría mal también.

¿Cree Ud. que hay un vacío legal en lo que tiene que ver con la  bioética?

Yo no pienso que haya un vacío legal, yo pienso que no hay que legislar mucho la ética..., la ética está, y está desde toda la historia, para nosotros empieza mucho antes porque están todos los socráticos, los teocráticos, pero lo que podría ser esencial para la cultura judeocristiana, incluso para la musulmana, son los mandamientos, es decir, después tiene que ver con la conducta de los hombres, no se puede legislar en ética diciendo, “esto está bien y esto está mal”, todo depende de otra cosa anterior también, y eso depende muchísimo de la idea filosófica que uno tenga de la vida, incluso de la idea teológica, que es una idea que tiene que ver muchísimo también con la vida de cada persona, hay personas que pueden vivir muy bien pensando en Dios..., para mi por ejemplo es mucho más fácil pensar en un dios eterno que creó el mundo, que pensar en el Big-Bang. Yo pienso muchas veces que yo soy creyente por una cuestión de comodidad, porque hay preguntas que no tienen respuesta, entonces si uno tiene una respuesta que abarca todo, como es una idea de Dios, que puede ser cualquier idea que uno tenga de Dios, y no estoy hablando del catolicismo, del protestantismo y demás, estoy diciendo una idea teológica, una idea de Dios, te puede contestar mucho más que pesar en el Big-Bang, porque el Big-Bang a mi me crea muchísimas más preguntas, empezando por que había antes del Big-Bang, que tampoco uno puede contestar. O sea que a mi me crea mucho menos angustia, digamos, pensar -porque esta es otra angustia que no es la existencial sino la angustia del origen- que hay un ser superior que es el que hizo todo y me quedo más tranquilo que pensando en el Big-Bang..., es una forma, ¿no?, pero también vale. En el conocimiento vale todo lo que sea a partir de Descartes y de la divinidad, todo lo que sea razonamiento y todo lo que sea la experiencia es importante para la búsqueda de la verdad. Para nosotros esto tiene poquito tiempo, tiene 400, 500 años, pero también está el otro camino que es el de la Fe, “el camino de la Fe” te responde cosas y además no está contrapuesto con la idea del razonamiento, son caminos paralelos, unas cosas te responden algo y las otras cosas te responden otras cosas...

¿Pero entonces Ud. piensa que tiene que haber leyes en este sentido?

Lo que es ley en ética siempre lleva algo de violencia, de violencia incluso contra las creencias de las personas que las sufren o de las personas que tienen que realizar esa actividad, por eso que las leyes en ética tienen que ser una cosa muy orientativa y dejar que la sociedad misma, pero las personas, no la sociedad en el sentido de la ley, de la organización legal, que la personas lleguen a un consenso... porque además todo lo que tiene que ver con la estadística, con la epidemiología, sirve para los grandes números, pero la medicina no es para los grandes números, la medicina es para dos personas, una está en la cama y la otra esta sentada al lado, y es así , no existen los grandes números.  Si yo digo, “de apendicitis de muere el 1,5 por ciento de la personas”, que puede llegar en algunos lugares al 3 por ciento, entonces yo atiendo a una persona y se muere de apendicitis, yo que le digo a la familia, “no se preocupe que de esto se muere el 1,5 por ciento de las personas?”..., para las personas el 1,5 por ciento no sirve, para la persona es el “0 ó el 100”, para la persona que se muere es el “100”, y para la persona que no se muere es el “0”, entonces yo no puedo establecer mi conducta individual frente a esa persona que sufre o que tiene la posibilidad de morir por un número estadístico, porque para eso no me sirve, yo lo único que voy a saber es la probabilidad, la posibilidad que tiene esa persona de sobrevivir, pero yo tengo que hacer todo, si yo estoy a favor de la vida y soy médico, tengo que hacer todo para que ese individuo viva, y si no vive no voy a decir “se murió en el 1,5 por ciento de su organismo”, se murió en un 100% de su organismo. Entonces el otro problema es ese, que en este momento gran parte de la medicina esta manejada por la epidemiología y por la estadística, y muchas cosas de la terapéutica, por ejemplo, están manejadas por el estudio, el metanálisis de trabajo, que además los trabajos de farmacología clínica, no son de terapéutica, la farmacología clínica es una cosa y la terapéutica es otra.

Entonces cuando se presentan casos que plantean dilemas desde el punto de vista de la ética médica, ¿Ud. piensa que habría que tratar cada caso en particular, de manera individual?

Sí. Lógicamente vamos a tener una orientación, puede haber una orientación. En el consejo de ética el año pasado hubo un consenso en el sentido de la anencefalia, pero uno puede ver también la posibilidad de distintas cosas porque sino es violento para las personas, si yo digo “todas las personas que llegan a los 65 años no se pueden dializar, se tienen que morir de insuficiencia renal porque la diálisis vale muy cara entonces hay que hacerlo en las personas jóvenes”, parece una barbaridad, ¿no?, esa es la ley inglesa, es decir, la sociedad no puede pagar a una persona que tiene una expectativa de vida de 3, 4 años...

Recientemente en Argentina se aprobó una ley de transplante de órganos, a partir de la cual, sin consentimiento previo, todos somos potenciales donantes de órganos, ¿qué piensa de esta ley?

Lo que yo pienso es que el que da tiene que tener la voluntad de dar, y además que en la Argentina es sumamente riesgoso hacer una ley en donde personas que no tienen nada que ver con el paciente que está muerto o que se está muriendo, tengan decisión sobre la vida y la muerte. Yo pienso que ni en la Argentina, ni en el mundo, puede haber nadie, nadie que tenga decisión sobre vida y muerte. Yo no puedo presumir que la persona va a donar, si presumo, presumo que no va a donar desde el momento en el que no se anotó para dar, porque hay una ley. Además todas esas leyes dicen que primero hay que hacer una campaña de concientización que acá nunca se ha hecho, entonces pienso que es muy riesgosa en cualquier lugar del mundo pero en la Argentina más con la corrupción que hay. Es muy riesgoso, y además, yo personalmente no puedo aceptar que tengo potencialidad de vida y muerte sobre nadie, pienso que el que da lo tiene que dar y el catolicismo incluso lo acepta, “el que da la vida por el amigo”, eso me parece bárbaro pero prejuzgar que una persona puede ser donante con todos los riesgos que hay alrededor de eso, me parece que es excesivo.

¿Por qué se dedicó a la medicina?¿Cuándo comenzó a sentir interés por la medicina?

En ningún momento de mi vida desde que tengo uso de razón pensé que no iba a ser medico, siempre, siempre, es mas, pensé que iba a ser clínico además porque lo que me gusta es la relación entre las personas, la cirugía es una gran rama de la medicina, pero la relación con el enfermo es un poco diferente..., nunca en mi vida pensé que podría ser otra cosa que no fuera médico, a pesar de que tengo una rama paralela que es la literatura pero la tengo como paralela, tengo 8 libros de poesía publicados, tengo unos cuantos premios, dos libros de ensayo y uno de narrativa. Mi vida es la medicina, es mi “amante” además (se ríe), mi familia es una cosa que venero, estoy casado hace 38 años y tengo tres hijos varones, pero mi amante es la medicina, es lo que más me llena, lo que más me gratifica, voy a decir una cosa vulgar: “es lo que más me permite realizarme como persona”, porque el médico que cumple con su vocación es el que se siente bien, aparte nunca va a pensar en lo que tiene que venir del otro lado, el médico que piensa bien es el médico que se da, que da y entonces uno tiene una gratificación humana muy grande con la medicina...cuando se profesa, profesar quiere decir “llevar adelante una fe”, “pro-fesar”, y cuando uno profesa la medicina, cuando es profesional también de una disciplina, de un oficio, de un trabajo, lo está haciendo un poco religiosamente también, no en el sentido de pensar en Dios, en el sentido de lo superior del hombre, que pensás que te sirve para ser mejor como persona, y para ayudar a que otros sean mejores como persona, que esa también es una función que se llama apostólica, de ir a transmitir el bien y de buscar el bien, entonces pienso que “la medicina es un humilde oficio” como decía Luis Güemes, es una profesión difícil, un humilde oficio, una noble misión, porque también es una misión en ese sentido sin tener que ver con lo religioso..., yo tengo el espíritu religioso pero podría ser judío, musulmán, o budista, pero no soy sectario, ni discriminador, pienso también que es una forma, no de religión, una forma de vida superior, poder cumplir con lo que uno quiere, hacerlo, y al mismo tiempo recibir una gratificación enorme porque uno lo hace porque está ayudando, tiene la posibilidad de mejorar la vida de alguien y eso también mejora la vida propia sin lugar a dudas...

Uno siempre que piensa en la vocación piensa en la medicina, porque el médico es el que está con el alma del que esta al lado de él también, y para eso se precisa vocación, es un llamado, vocación quiere decir “llamado”, precisa que te llame tu corazón, que te llame tu alma, que te llame la vida, pero cumplir con ese llamado es una de las cosas más gratificantes que existen...

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