El neurólogo Ricardo Allegri, investigador del Conicet, conversó con IntraMed sobre esta enfermedad que muchos catalogan como la futura epidemia del siglo XXI.
Entrevista al Dr. Ricardo Allegri:
1. ¿Cuál es la epidemiología de la enfermedad, su prevalencia y sus grupos de riesgo?
La prevalencia de la enfermedad se duplica cada 5 años, se estima que la padece el 10% de los sujetos de 65 años y el 40% de los mayores de 85 años. En nuestro país se estiman 500.000 pacientes.
2. ¿Cuáles son los primeros indicios que nos alertan que una persona padece Alzheimer?
Los primeros síntomas son el deterioro de la memoria reciente (olvidos) y la falta de palabras (anomias). El problema es que los mismos son el comienzo de la enfermedad de Alzheimer, pero son también muy frecuentes y normales en el envejecimiento normal. Esto hace necesario un cuidadoso diagnóstico diferencial.
Existen así olvidos patológicos que predicen la enfermedad (olvidos o anomias que no mejoran con facilitaciones, reiteraciones frecuentes y desorientación temporal o espacial) y olvidos normales del envejecimiento (olvidos que aparecen espontáneamente o ante cualquier estímulo más tardíamente)
3. ¿Qué actividades recomendaría para las personas que padecen esta enfermedad?
Para retrasar la enfermedad es clave que el paciente tenga una adecuada estimulación física, intelectual y social. Esto hace que el paciente se mantenga mejor por más tiempo.
4. ¿Qué nuevas ideas han aparecido respecto a su etiología?
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa del Sistema Nervioso cuya causa es desconocida. En la actualidad se ha avanzado mucho en el conocimiento de su fisiopatología.
Los mecanismos que forman parte de la misma son:
a) la producción de una proteína anormal (β amiloidea) que se deposita extracelularmente y que fue descripta por Alzheimer como placa senil o amiloidea. En los últimos años se ha reconocido la secuenciación de esta proteína así como las características que llevan a su aparición y depósito en el tejido cerebral por el clivaje anormal de una proteína que se encuentra normalmente en la membrana plasmática de todos nosotros.
b) La proteína β amiloidea interviene en la hiperfosforilacion de la proteína tau. Esta última es una proteína que normalmente estabiliza la estructura de los micro túbulos intracelulares, pero al hiperfosforilarse se torna inestable determinando los depósitos intracelulares llamado “degeneración neurofibrilar)
c) Esta proteína amiloidea es nociva también para las mitocondrias (elementos energéticos de las células) determinando el estrés oxidativo.
d) La microglia (células de sostén y limpieza del sistema nervioso) degradan las placas amiloideas pero este mecanismo al estar exagerado determina en su entorno un fenómeno inflamatorio
El conocimiento minucioso de este mecanismo fisiopatológico ha permitido en la actualidad su utilización tanto a nivel diagnóstico como en las vías terapéuticas potenciales.
A nivel diagnóstico los mismos se utilizan como biomarcadores y su estudio es en Liquido cefalorraquídeo (Aβ42 y TAUp) o en neuroimagenes como el PET (Tomografia por emisión de foton único) en donde gracias a una sustancia marcadora de amiloide (Complejo Pi) se puede estudiar las placas seniles en los sujetos vivos.
En relación a la terapéutica hay ensayos farmacológicos promisorios de prueba dirigidos a disolver el β amiloide de las placas seniles, a actuar sobre la TAU o a nivel mitocondrial.
En Investigación (no aun a nivel asistencial) ambos caminos se encuentran en desarrollo en nuestro país.
5. ¿Cuál es el rol del médico general en el diagnóstico precoz?
El rol del médico general es clave dado que es quien está en contacto habitual con la población de esta edad y además es a quien la familia le va a consultar primariamente para saber si el paciente debe ser o no estudiado. Para ello, el médico general debe estar muy alerta y debe actuar como unidad centinela de detección precoz de esta patología.
6. ¿Cuáles son los criterios de sospecha clínica?, ¿y cuáles son los recursos diagnósticos?
Los recursos diagnósticos actuales son un minucioso interrogatorio del paciente y de alguien de su entorno, un adecuado examen clínico neurológico, una evaluación de las funciones cognitivas para determinar la presencia o no y el tipo de deterioro, una rutina de laboratorio que comprenda estudio tiroideo y de vitaminas B12 y fólico y una neuro-imagen tipo TAC de cerebro.
7. ¿Cuáles son las recomendaciones de tratamiento actuales basadas en evidencia científica?
En la actualidad los tratamientos de esta enfermedad son los anticolinesterasicos (tipo Rivastigmina, Galantamina y Donepecilo), los moduladores glutamatergicos (tipo Memantine), los factores neurotróficos y la estimulación cognitiva.
8. ¿Cuáles son los riesgos de las personas que cuidan a estos enfermos?
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad prolongada (10 a 15 años) y en gran parte de la misma los pacientes necesitan un intenso cuidado. Esto lleva a que los cuidadores estén expuestos a un estrés elevado y sostenido, que si no lo manejamos adecuadamente descompensa la salud de los mismos. Si esto sucede el cuidador se enferma y aun se muere. Cuando se diagnostica una enfermedad de Alzheimer se tienen dos pacientes el que la padece y su cuidador. Es clave el rol del médico en actuar adecuadamente para prevenir esto.
9. ¿Qué cosas son importantes que comprenda el familiar de la persona que padece esta enfermedad?
Los familiares deben conocer las características de la enfermedad, los síntomas probables de los pacientes y, sobre todo, deben ser alertados de cómo manejar adecuadamente los mismos. Por otra parte, se los debe instruir en cómo evitar que el estrés y la sobrecarga los descompensen.
* Ricardo Allegri
Médico Neurólogo – Psiquiatra
CEMIC - Buenos Aires