El papel emergente del ADN tumoral circulante (ctDNA) en el cáncer de mama
Prof. Nicholas Turner
Las biopsias líquidas son muy prometedoras en la medicina de precisión en el cáncer de mama, como lo demuestra el trabajo pionero del Prof. Nicholas Turner, ganador del Premio ESMO de Investigación Traslacional 2023.
En la era de la medicina de precisión para el cáncer de mama, la aplicación de ensayos de ADN tumoral circulante (ctDNA) está abriendo múltiples oportunidades. Ganador del Premio ESMO a la Investigación Traslacional 2023.
El Prof. Nicholas Turner del Centro de Investigación Toby Robins de Breast Cancer Now en el Instituto de Investigación del Cáncer y el Centro Ralph Lauren para la Investigación del Cáncer de Mama en The Royal Marsden NHS Foundation Trust, Londres, Reino Unido, analiza cómo los ensayos de ctDNA pueden guiar la terapia para el cáncer de mama y detectar la recurrencia de la enfermedad mucho antes que los métodos de imagen estándar.
¿Cuáles son los desafíos actuales más importantes a los que se enfrenta la investigación traslacional en cáncer de mama?
El pronóstico para las mujeres con cáncer de mama en etapa temprana se ha transformado en las últimas dos décadas, y un estudio reciente demuestra una tasa de mortalidad a cinco años de solo el 5 % para las mujeres diagnosticadas entre 2010 y 2015 (BMJ. 2023;381:e074684).
Sin embargo, sigue habiendo una proporción de mujeres que recaen a pesar de nuestros enfoques de tratamiento actuales, y los resultados para estas pacientes suelen ser malos (Curr Oncol. 2023;30:3829–3844). El desafío más importante al que nos enfrentamos actualmente en cáncer de mama es identificar a estas pacientes que tienen riesgo de recaer. Necesitamos encontrar el equilibrio adecuado entre proporcionar el tratamiento necesario a quienes lo necesitan y evitar el tratamiento excesivo a quienes ya están curados. Distinguir a los pacientes que necesitan tratamiento adicional de aquellos que tienen pocas probabilidades de recaer es un importante motivador para mi investigación y somos optimistas en cuanto a que los ensayos de ADN tumoral circulante (ctDNA) pueden desempeñar un papel fundamental en la predicción de las respuestas al tratamiento y la detección de la recurrencia de la enfermedad.
¿Cuáles considera que son sus principales logros profesionales en la investigación traslacional del cáncer de mama hasta la fecha?
Históricamente, las mutaciones objetivo se han identificado a partir de biopsias de tejidos; sin embargo, son invasivas, pueden estar limitadas por la heterogeneidad del tejido y no permiten la monitorización en tiempo real. Como parte de los esfuerzos por mejorar la utilidad de los biomarcadores, mi investigación se ha centrado en el uso de biopsias líquidas para guiar la terapia del cáncer de mama. Por ejemplo, en el estudio plasmaMATCH de fase IIa, pudimos demostrar que los ensayos de ctDNA pueden detectar mutaciones seleccionables con alta sensibilidad y precisión (Lancet Oncol. 2020;21:1296–1308). Además, en este estudio, las pacientes que albergaban mutaciones raras en HER2 y AKT1, identificadas mediante análisis de ctDNA, tuvieron respuestas clínicamente importantes a los inhibidores de HER2 y AKT.
También hemos estado muy interesados en explorar el potencial del ctDNA para predecir el riesgo de recaída entre pacientes que han completado el tratamiento para el cáncer de mama en etapa temprana. Realizamos el ensayo de fase II c-TRAK TN para pacientes con cáncer de mama triple negativo en etapa temprana (Ann Oncol. 2023;34:200–211). Este fue el primer estudio que evaluó prospectivamente el ctDNA para la enfermedad molecular residual (ERM) en el cáncer de mama y reforzó la importancia de las pruebas tempranas y frecuentes de ctDNA para la detección de la ERM.
Ahora estamos realizando un ensayo que determinará si el ctDNA se puede utilizar para detectar recaídas en una etapa temprana en pacientes con cáncer de mama ER positivo que actualmente reciben terapia hormonal (estudio TRAK-ER, NCT04985266). Las pacientes inscritas en este estudio se someterán a pruebas de ctDNA cada 3 meses durante un máximo de 3 años. Aquellas que den positivo en la prueba de ctDNA serán asignadas al azar para continuar con la terapia endócrina estándar o recibir tratamientos adicionales. Esperamos que este estudio demuestre que el pronóstico puede mejorarse mediante la detección temprana de la recurrencia y el inicio de terapias efectivas.
¿Qué depara el futuro para la investigación traslacional en cáncer de mama?
Como resultado de los avances en las terapias dirigidas y basadas en hormonas, un número cada vez mayor de personas sobreviven al cáncer de mama. Además, la promesa de la inmunoterapia está empezando a hacerse realidad, especialmente en pacientes con enfermedad triple negativa. Sin embargo, una cuestión crucial para el futuro será cómo podemos aprovechar la inmunoterapia para otros tipos de cáncer de mama. La aparición de terapias celulares y nuevos anticuerpos representa avances interesantes en este sentido, pero la implementación exitosa de estas terapias dependerá de nuestra capacidad para determinar con precisión qué pacientes obtendrán el mayor beneficio de estos tratamientos.