Entrevista con el Dr. Gustavo Schenone (Cirugía Estética)

Abordaje de las enfermedades producidas por la inyección de rellenos

El cirujano plástico argentino escribe y edita junto con más de 100 colegas del globo un tratado internacional para abordarlas. Detalla cuáles son las reacciones inmediatas y tardías.

Autor/a: Entrevista de Celina Abud

La concientización sobre las posibles consecuencias de los procedimientos estéticos, más aún si hablamos de la inyección de sustancias ilegales, ganó espacio  en la opinión pública, por fuera del ámbito médico. La enfermedad y el fallecimiento de personalidades del espectáculo y los medios hicieron que muchas personas que se habían aplicado rellenos en distintas partes del cuerpo consultaran antes de presentar sintomatología. Así lo comentó a IntraMed el doctor Gustavo Schenone, doctor en medicina y cirujano plástico argentino que desde hace 24 años investiga estas enfermedades en el marco de la Universidad de Buenos Aires.


En la actualidad Schenone se encuentra escribiendo y editando un Tratado Internacional sobre enfermedades producidas por la inyección de Sustancias Permanentes con más de 100 colaboradores de todo el planeta y se espera que sea publicado por la editorial Springer a principios de 2025.

Especializado en los siliconomas a causa de las siliconas inyectables, Schenone es autor de dos libros específicos: Injection – Induced Breast Siliconomas(2020) de Ed. Springer y Siliconomas mamarios por Inyección. Clínica, Diagnóstico y Tratamiento (2017), de Ed. Journal .

En un extenso diálogo con IntraMed, el cirujano plástico expresó la importancia del nuevo tratado para cubrir una necesidad, poblaciones en riesgo desde lo social, las posibles reacciones inmediatas y tardías de estas sustancias inyectables y su posición general sobre los rellenos. Aquí, sus palabras.

¿Cuándo vieron la necesidad de escribir el nuevo tratado?

Fue porque no existe en la actualidad ningún documento científico que aborde exhaustivamente el problema de las enfermedades derivadas de la inyección ilegal (y legal) en todo el cuerpo de sustancias sintéticas permanentes. De manera independiente y sin conocernos, un grupo de profesionales, incluyendo cirujanos plásticos, inmunólogos y especialistas en imágenes a nivel mundial llevó a cabo investigaciones simultáneas sobre pacientes que habían sido sometidas a estas inyecciones, presentando síntomas y signos que llamaron nuestra atención. Yo, desde 1999, me he dedicado a investigar este tema, específicamente en las mamas. Pero en otras partes del mundo, como en Centroamérica y el Caribe, estas inyecciones son más prevalentes en otras áreas del cuerpo, como los glúteos.

Nuestras investigaciones se llevaron a cabo de manera independiente hasta que la Federación Iberoamericana de Cirugía Plástica (FILACP), con sede en España, convocó a un grupo de profesionales en 2022. Durante una task force realizada ese año compartimos con colegas de Rumania, Francia, Australia, Estados Unidos y Centroamérica nuestras investigaciones y experiencias, las cuales se plasmaron en un artículo. Y durante una reunión en Nuevo Vallarta, México, surgió la idea de expandir este conocimiento más allá de ese texto y plasmarlo en un libro. Dada mi experiencia en la publicación de mi segundo libro sobre siliconas mamarias en 2020, se me encomendó la tarea de recopilar información.

Contamos con la participación de expertos de la FILACP y de la ISAPS de toda Europa, Egipto, Tailandia, Australia, China, Rusia, Estados Unidos, Colombia, Venezuela, Chile, Uruguay, Brasil, Argentina e Israel, incluyendo al Profesor Dr. Shoenfeld Yehuda, inmunólogo israelí que describió el síndrome de ASIA (un síndrome autoinmune desencadenado por ciertas sustancias, en este caso, la silicona). Nuestro enfoque abordó los problemas asociados con la ubicación específica de la inyección en el cuerpo (cara, labios, región mamaria, abdominal, MMII), la migración a genitales tanto masculinos como femeninos, y la migración a la zona lumbar, que puede afectar los plexos nerviosos como el plexo braquial o ciático.

Para este tratado, trabajamos en conjunto con neurocirujanos especializados en nervios periféricos de México y Argentina, con el fin de estudiar y tratar estos problemas de manera integral. Hemos destacado aspectos clave, como la epidemiología mundial y las cuestiones legales relacionadas, ya que algunos países han implementado leyes para sancionar la inyección ilegal de estos productos y promover la conciencia pública sobre los riesgos asociados con la autoadministración de sustancias que pueden resultar en enfermedades crónicas. Cabe aclarar que no había guías previas. La publicación resultante cuenta con la contribución de más de 130 autores y anticipamos su lanzamiento para fines de 2024 o principios de 2025”.

¿Cuáles son los objetivos del tratado?

El propósito fundamental de este tratado es proporcionar orientación a aquellos médicos en el planeta que carecen de acceso a centros de salud de primer nivel, evitando así que las personas tengan que viajar para atenderse, sino que se manejen los cuadros en sus lugares de origen. Se requieren competencias del inmunólogo, cirujano plástico, infectólogo, clínicos, especialista en imágenes, psicólogo y psiquiatra. Se busca que estos profesionales comprendan qué acciones deben llevar a cabo y cuáles evitar, ya que algunos profesionales que no están familiarizados con estas patologías podrían desconocer los daños a largo plazo que pueden causar. Al inyectarse estas sustancias, los usuarios adquieren una enfermedad crónica, que perdurará a lo largo de toda la vida, por lo que es esencial difundir información clara y práctica para evitar riesgos innecesarios.

A los estados latinoamericanos no les sobra recursos para afrontar este problema social de estas enfermedades que incapacitan laboralmente y  que son provocadas porque los pacientes buscan estas alternativas al no tener recursos para prótesis legales. Cuando tienen que trabajar, no pueden porque están enfermos y por ende los casos terminan en el hospital público. Como estas sustancias inyectables suelen estar contaminadas, impactan todavía más en personas con comorbilidades. A la vez, los pacientes pueden presentar fiebres recurrentes de las cuales se sospechan que son de origen infeccioso, pero no debemos olvidar que su causa puede ser inflamatoria.

¿Cómo es la atención de estos cuadros, paso a paso?

El primer paso cuando un paciente ingresa es preguntarle: cuando se inyectó, si sabe qué se inyectó o no y que síntomas presenta. Después le hacemos una evaluación por imágenes (recomendamos una resonancia magnética y si es a nivel mamario, tiene que tener contraste con gadolinio) y también hacemos un perfil reumatóideo, para confirmar si la sustancia ya afecta al sistema inmune y así administrar una medicación. Paralelamente, buscamos si existen otras patologías que complejicen más el cuadro (como una sífilis o tuberculosis oculta) y una evaluación por un Reumatólogo comprometido con la atención de éstos pacientes. Con esto obtendremos un perfil para orientar al paciente.

El concepto que siempre manejamos es el de la cirugía profiláctica. ¿Por qué? Porque si la masa inyectada se deja a libre evolución, va a migrar. Como hemos visto casos de pacientes que hasta les inyectaron aceite de cocina, que es sumamemente irritante, el primer paso antes de operar es que el reumatólogo estabilice al paciente y después ir a la cirugía abierta para quitar la mayor cantidad de sustancia pero sin mutilarlo. Estas intervenciones hacen que la sintomatología desaparezca o disminuya drásticamente.

Para pacientes que se inyectaron en las mamas con altas chances o carga genética para el cáncer de mama practicamos una adenomastectomía subcutánea (mastectomía en la cual se preservan la aréola y el pezón), porque cuando ellas se inyectan, transforman sus mamas en mamas mudas, lo que significa que cualquier estudio que se hagan, inclusive la resonancia magnética, ecografía o mamografía, no sirven para descartar un cáncer de mama precoz. Entonces la conducta, a pesar de que no tenga sintomatología, es hacer esta intervención como cirugía de reducción de riesgo.

Esto se hermana con la tendencia mundial al retiro a los implantes mamarios, ya que hay algunas pacientes que genéticamente tienen una predisposición a generar enfermedades autoinmunes o reumáticas y, en esas personas susceptibles, las prótesis pueden funcionar como un gatillo a su enfermedad. Hoy existe evidencia de que retirándolas, la sintomatología desaparece.

Pero volviendo a las inyecciones, sabemos que las sustancias migran del sitio de aplicación. Si fue en los glúteos, pueden migrar a la zona lumbar y dar sintomatología ahí, o descender más atrapando al nervio ciático y/o desencadenar un cuadro más grave cuando llegan a las piernas porque ahí el tejido no sobra y el tratamiento es muy complejo.

¿Qué es el síndrome de ASIA y cómo repercutieron los casos en personalidades famosas?

El síndrome de ASIA es un síndrome autoinmune gatillado o disparado por un mal llamado ‘adyuvante’, en este caso la silicona o la sustancia inyectada (que no es un adyuvante per sé, porque a éstos uno lo inyecta a propósito para despertar al sistema inmunológico, por ejemplo, las vacunas) Pero la sustancia inyectada gatilla o manifiesta una enfermedad autoinmune que estaba “dormida”. El inmunólogo Shoenfeld Yehuda, de Israel, comenzó a describir el síndrome entre 2003 y 2005, sin embargo comenzó a verse antes en la Guerra del Golfo (1990), cuando a los soldados americanos se les daban cócteles de vacunas con sus adyuvantes (a veces aluminio o escualeno) y presentaban una sintomatología calcada a lo que sentían las pacientes con implantes mamarios y este síndrome.

Hay miles de pacientes que se convocan en blogs para hablar de estos temas, a veces sin una base científica que las acompañen, y buscamos generar información para acompañarlas. Mujeres que narraban que la estaban pasando mal y, cuando iban a consultar van a consultar al médico les decían, “no tenés nada”, a pesar de que tenían cansancio irritabilidad, insomnio, dolor articulaciones, más de 40 años y  pasaban por la menopausia ¿Entonces era algo natural o era un cuadro producido por los implantes? A algunas pacientes con alteraciones reumáticas la han llegado a diagnosticar con fibromialgia o peor, con histeria. Pero esa “histeria” se curaba cuando le sacaban las prótesis. Por eso yo siempre digo que hay que tratar de escuchar y empatizar con las pacientes. Porque por más que en la mayoría de los casos los implantes mamarios funcionan muy bien, transpiran o perspiran partículas de silicona en la axila, lo que en la ecografía se conoce como “tormenta de nieve” y en ese pequeño grupo más susceptible de desarrollar una enfermedad autoinmune hay que estar muy atentos y, ante el menor desequilibrio, plantear la posibilidad de quitarlos.

Volviendo a las sustancias inyectadas, las pacientes están consultando antes de que los síntomas aparezcan a raíz del caso de la modelo y actriz Silvina Luna (quien utilizó un relleno inyectado para los glúteos y terminó falleciendo en 2023). Su deceso está asociado a que en esa época había un desconocimiento de cómo manejar la enfermedad. Además ella trabajaba en un ambiente donde la estética era primordial.

¿Cuáles son las reacciones inmediatas y tardías por las sustancias inyectadas?

Las reacciones ante las sustancias inyectadas dependen de diversos factores. En el instante mismo, la habilidad del operador ilegal, que habitualmente carece de formación médica, con un simple error al inyectar el producto puede provocar un embolismo pulmonar y la muerte al alcanzar una vena.

La elección del producto también es determinante. En muchos casos, se utilizan sustancias inadecuadas, como aceites de cocina o selladores de paredes, que contienen posibles contaminantes y numerosas sustancias químicas no aptas para uso humano. Este tipo de productos, sumamente irritantes, pueden generar reacciones inmediatas, incluyendo celulitis y necrosis en la zona afectada. No obstante, la mayoría de los pacientes inicialmente se sienten satisfechos con el resultado estético, tolerando las molestias iniciales.

La calidad del producto y sus características químicas determinan el curso del problema a largo plazo. Pueden pasar meses o incluso años antes de que aparezcan síntomas, como dolor, cambios en la coloración de la piel y migración del producto. Este último factor es especialmente relevante, ya que la sintomatología dependerá de la dirección hacia la cual se desplazó. En casos de mujeres que buscan mejorar su apariencia rápidamente mediante entrenamientos agresivos, como CrossFit, la migración puede acelerarse, lo que resulta en complicaciones graves.

En síntesis, la evidencia sugiere que estos procedimientos estéticos, tarde o temprano, generan consecuencias adversas, por lo cual la prevención activa es fundamental para hacer desaparecer la enfermedad al evitar que las personas se inyecten sustancias sintéticas.

Sustancias inyectadas en hombres y en mujeres trans, zonas: glúteos, pantorrillas y mamas si

Identificamos dos grupos de alto riesgo. El primero es el de los varones que se inyectan en gimnasios, bajo la supervisión de entrenadores personales, con el objetivo de aumentar artificialmente la masa muscular. Esta práctica conlleva riesgos como trombembolismo, síndrome de ASIA, necrosis, entre otros.

El segundo grupo aborda la complejidad en el grupo de mujeres trans. En 2018, organicé la “1º Semana del siliconoma”en el Hospital de Clínicas “José de San Martín” UBA, donde se ofreció asesoramiento gratuito para cualquier persona que se hubiera inyectado. Sorprendentemente, el 98% de las asistentes fueron mujeres trans, algunas jóvenes, pero la mayoría rondando los 50 años.  No pocas de ellas ocupaban roles importantes, incluyendo la dirección de colegios secundarios trans. Durante las consultas, la pregunta clave fue dirigida a aquellas que se habían inyectado hace dos décadas: ‘¿No advierten a las jóvenes trans que están iniciando este camino sobre los peligros asociados?’ La respuesta que me dio fue que sí les advierten  de las peligros de la inyección pero muchas igualmente optan por inyectarse para comenzar su proceso de feminización. Tal vez por enfrentar rechazo social, familiar y de su red de apoyo. La red de apoyo, que antes era la familia, se convierte en la comunidad trans. Ante la falta de recursos y oportunidades, buscan la inyección de sustancias, creen que necesitan modificar su cuerpo. Aunque se les aconseja no hacerlo, muchas terminan inyectándose a la semana siguiente.

Para comprender esta problemática, convocamos a un investigador del CONICET el Profesor de la UBA Dr. Mario Pecheny, sociólogo especializado en el estudio de las dinámicas sociales que llevan a ciertas personas a adoptar conductas perjudiciales, a pesar de ser conscientes de sus efectos negativos. Este enfoque busca abordar las causas subyacentes y desarrollar estrategias efectivas para prevenir estas prácticas dañinas”.

¿Existen rellenos realmente inocuos?

En mi perspectiva personal, sostengo que no existe ningún relleno inocuo.  Al tratar de inyectar tejidos viscosos, la aplicación de una presión significativa es esencial, considerando la diferencia en las superficies entre el émbolo y la punta de la aguja. La relación física entre ambos genera una presión considerable durante la inyección, por lo que es crucial evitar la entrada en los vasos sanguíneos.

¿Qué consejos le diría a sus colegas o a otros médicos que se enfrenten a este tipo de cuadros?

A todos los profesionales que se encuentren en la situación de recibir la consulta de un paciente con complicaciones derivadas de inyecciones de sustancias sintéticas permanentes o a la/os pacientes que hayan sido inyectados sin saber cómo proceder, les insto a ponerse en contacto con la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica (SACPER). Contamos con una comisión especializada en biomateriales que está preparada para brindar respuestas y asesoramiento en casos de este tipo.

Por otro lado, es esencial tener en cuenta que aquellos médicos que deseen ofrecer ayuda a estos pacientes deben someterse a un entrenamiento adecuado. Se requiere la formación de un equipo multidisciplinario. Y nunca deben hacer promesas irrealizables, como garantizar que quedarán mejor de lo que estaban, ya que en casos de reconstrucción, el objetivo principal es evitar mayores complicaciones y la consideración estética pasa a un segundo plano. 

Es fundamental mantener la claridad y ser muy directo en la comunicación. Estamos tratando con una enfermedad sistémica, y la prioridad es abordarla de manera integral, sin caer en la trampa de las expectativas desmedidas de belleza. Si los pacientes no toman en serio el tratamiento propuesto, y si no se quieren colaborar en su curación, el tratamiento estárá condenado al fracaso y no podremos hacer nada para ayudar.

En consecuencia, la prioridad recae en la prevención. Quisiera destacar a quienes están escuchando, sin importar su ubicación, que difundan el mensaje de evitar que este tipo de prácticas se sigan realizando.

Es crucial transmitir la idea de que, si no se cuenta con los recursos adecuados, es preferible NO buscar alternativas y abstenerse de realizar inyecciones.


*Dr. Gustavo Schenone.- Doctor en Medicina – UBA. Médico Cirujano - M.A.C.C. - AMA - SCPBA – SACPER – ASPS – ISAPS – FILACP. Especialista Universitario en Cirugía Plástica -UBA- Recertificado SACPER. Sub-director de la Carrera de Especialistas en Cirugía Plástica UBA. Especialista Universitario en Gestión y Dirección de Centros de Salud. Universidad Austral. Director Médico Grupo Médico SG. Docente Autorizado de la Facultad de Medicina – UBA. Universidad de Buenos Aires -UBA- Argentina.