Se piensa que se produce ruptura o filtración de los vasos sanguíneos pericondrales tras el golpe. Cuando se produce la fractura del tabique, la sangre puede disecar planos a través de la línea de fractura y formar hematomas bilaterales.(1)

La presión y la infección secundaria del hematoma pueden originar un absceso y/o isquemia y daño del cartílago.( 2) Cuando un hematoma no se detecta inicialmente y no es evacuado, se puede expandir y comprimir mecánicamente los vasos que irrigan al cartílago, al no existir circulación colateral en dicho cartílago se produce necrosis y la acumulación de sangre junto al tejido necrótico se convierte en un caldo de cultivo para infecciones por bacterias que colonizan la mucosa nasal.

Hematomas y abscesos del tabique no sólo son de preocupación debido a la deformidad cosmética potencial que puede ocurrir si ellos no se tratan propiamente, pero también debido a las perturbaciones funcionales significantes que pueden resultar. La obstrucción nasal es el síntoma más frecuente que condiciona esta patología. (3-4-5-6)  Es más, se han descrito abscesos del cerebro, empiema del subaracnoideo, meningitis, trombosis del seno cavernoso y trombosis del seno lateral después de estas situaciones.

La incidencia de hematomas del tabique nasal y/o abscesos que complican a traumas del tabique no se conoce bien. (2 ). Sólo pocas referencias a estas entidades existen en la literatura médica actual, y esto es especialmente verdad en la población pediátrica.

Parece que su ocurrencia ha sido inconstante a lo largo de los años, y varía entre 0.8 7y 1.6% 3 de los casos de trauma nasal asistidos en el salas de  emergencia otorrinolaringológicas. Las razones para estos hechos no están claras. Si es debido a la susceptibilidad racial, los factores medioambientales, influencias geográficas o la condición de salud de la población en cada época, debe estudiarse con una investigación adicional. 

Si bien se puede presentar a cualquier edad y sexo, es más frecuente en varones y principalmente adolescentes probablemente debido a la agresividad de sus actividades.(2 )

La presencia de un hematoma en un recién nacido o un niño pequeño se debe considerar la posibilidad de maltrato o abuso del niño y  debe llevar a una búsqueda más detallada para otras lesiones o evidencias de traumas anteriores.(8)