Antecedentes:
Los niños nacidos con muy bajo peso (aquellos que pesan menos de 1500 g) durante los años iniciales de la terapia intensiva neonatal han alcanzado la adultez temprana.
Métodos:
Hemos comparado una población de 242 sobrevivientes de un grupo de niños nacidos con muy bajo peso entre los años 1977 y 1979 (peso medio al nacer, 1179 g; edad gestacional media al nacer, 29.7 semanas) con 233 controles provenientes de la misma población en Cleveland (EEUU) que nacieron con un peso normal.
Hemos evaluado el nivel de educación, los logros académicos y cognitivos, así como los índices de enfermedades crónicas y comportamientos de riesgo a los 20 años de edad. Los resultados obtenidos fueron ajustados por sexo y estado sociodemográfico.
Resultados:
Una menor cantidad de jóvenes adultos que nacieron con muy bajo peso, comparados con jóvenes adultos que nacieron con peso normal, logró graduarse en la escuela secundaria (74% frente a un 83%, P=0.04).
Los varones que nacieron con muy bajo peso, pero no las mujeres, fueron significativamente menos propensos que los controles que nacieron con peso normal a ingresar a claustros de estudios universitarios (30% frente a un 53%, P=0.002). Los participantes que nacieron con muy bajo peso presentaron una menor media de coeficiente intelectual (87 frente a 92) y puntajes menores para los logros académicos (P<0.001 para ambas comparaciones). Tuvieron mayores índices de daños neurosensoriales (10% vs. <1%, P<0.001) y altura subnormal (10% vs. 5%, P=0.04).
El grupo con muy bajo peso al nacer reportó menor consumo de drogas y alcohol y tuvo menores índices de embarazo que los controles que nacieron con peso normal; estas diferencias persistieron cuando las comparaciones se restringieron a los participantes sin daño neurosensorial.
Conclusiones:
La desventaja educacional asociada con un peso muy bajo al nacer persiste durante la adultez temprana.