«Cada año, más de cinco millones de niños de 0 a 14 años
de edad mueren, sobre todo en el mundo en desarrollo,
a causa de enfermedades relacionadas con su ambiente...»
Este interés por un mejor medio ambiente, que cobra fuerza en este siglo que comienza, también es ancestral. La Dra. Mirta Roses Periago, directora de la OPS, recordó que "hay un viejo refrán indígena, que se repite en varias culturas del continente, que dice: 'No hemos recibido el mundo como una herencia de nuestros mayores, sino que lo hemos tomado prestado de nuestros hijos'. Por eso, debemos custodiar la salud del ambiente para que las futuras generaciones puedan crecer y desarrollarse en plenitud".
Para trabajar en base a este principio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) realizará del 7 al 14 de abril la "Semana de la Salud en las Américas", que también se centrará en el tema del medio ambiente y los niños. Comenzará el 7 con el Día Mundial de la Salud y culminará el Día de las Américas, que justamente se celebra el 14. Las actividades que se están organizando se realizarán simultáneamente en la sede de la OPS, en Washington, D.C., y en las Representaciones de cada país. Habrá caminatas, encuentros de trabajo, material informativo de difusión masiva, videos, ferias infantiles, espacios para intercambio de ideas y la presencia de personajes clave en la lucha por mejorar el medio ambiente para las generaciones futuras
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"Todo niño tiene derecho a la salud y ningún niño debería enfrentarse a amenazas para la salud originadas en un ambiente con riesgos en el hogar, la escuela o la comunidad", dice la Dra. Roses en la introducción de un folleto informativo que se difundirá para el día mundial.
A propósito del día mundial, las cifras que revela la Organización Mundial de la Salud (OMS) son alarmantes. En el mundo, cada año mueren cinco millones de niños de entre 0 y 14 años por enfermedades relacionadas con el medio ambiente. En América Latina y el Caribe mueren anualmente más de 80.000 niños por la misma causa.
Según datos de la Asociación Estadounidense de Centros para el Tratamiento de Control de Intoxicaciones, el 61 % de los casos de intoxicaciones en ese país que no son de origen ocupacional ocurren en niños menores de 6 años. Y también el 16% de las muertes por plaguicidas. La paradoja es que muchos de estos casos podrían prevenirse si la misma mano del hombre no hubiera contaminado, de una forma u otra, el medio ambiente.
Y este panorama no sólo tiene un alto costo para la salud infantil sino también para la economía del país. Sólo en los Estados Unidos se calcula que el costo anual de determinadas enfermedades ambientales de la infancia alcanza a los $55.000 millones.
¿Por qué estos desequilibrios ambientales afectan más a los chicos? Los niños son más vulnerables a los químicos, contaminantes y degradaciones del medio ambiente porque tienen un sistema inmune todavía en formación. Además, un ambiente degradado -sin agua potable, alimentos cuidados, árboles, seguridad- es caldo de cultivo de insectos y gérmenes que transmiten enfermedades como el paludismo, el dengue y el cólera, entre otras. Y también pueden provocar trastornos en el desarrollo físico e intelectual del niño.
Así como el hombre los provoca, la mayoría de los problemas del medio ambiente que perjudican el sano desarrollo del niño son reversibles con la intervención del hombre. Hoy en día, el concepto de medio ambiente es integral. Se entiende por medio ambiente no sólo a los espacios abiertos, sino también al ambiente en el hogar y en los espacios cerrados. Por eso, se busca promover estrategias para que los niños crezcan en hogares saludables y libres de humo.
Los problemas del medio ambiente se pueden dividir en tres: los llamados riesgos básicos (agua no apta para el consumo, contaminación del aire en interiores, mala higiene de los alimentos); riesgos modernos (resultado del indebido uso de sustancias químicas, la inadecuada evacuación de desechos tóxicos, ruido ambiental) y riesgos de reciente aparición (producto del cambio climático, el agotamiento de la capa de ozono, sustancias químicas).
Otro costado del problema indica que, en muchos países, los niños forman parte de la fuerza laboral. Al empezar a trabajar a edades muy tempranas, están expuestos a los mismos riesgos ambientales que los adultos en su lugar de trabajo. La diferencia es que los niños son más vulnerables a estos riesgos.
El mensaje que transmitirá la OPS, especialmente durante esa semana, es que se pueden salvar millones de vidas, y mejorar la calidad de vida de muchas personas más tomando las decisiones correctas en todos los niveles. Promoviendo ambientes saludables, saneando el agua, utilizando alimentos seguros y creando espacios seguros y libres de contaminación, para que el futuro de la vida, los niños, crezcan fuertes y se conviertan en adultos saludables.