Aneurismas abdominales

Pequeños aneurismas aórticos abdominales

Los autores presentan estrategias apoyadas en evidencia y realizan una revisión de las guías formales, cuando existen, para terminar con recomendaciones clínicas.

Autor/a: Dres. Powell JT, Greenhalgh RM

Fuente: N Eng J Med 2003; 348(19): 1895-1901

Indice
1. Desarrollo
2. Patogenia
3. Estrategias y evidencia
4. Dejar de fumar y tratamiento médico
5. Áreas de incertidumbre
6. Bibliografía


El problema clínico


En ausencia de síntomas relacionados con el aneurisma, el peligro de su rotura es la mayor consideración. Solamente en 10% al 15% de los pacientes sobreviven la rotura de un aneurisma de la aorta abdominal (AAA); una minoría alcanza el hospital con vida y de ellos, sólo la mitad aproximadamente sobreviven a la reparación quirúrgica de emergencia [1]. Pero, en conjunto, pocos pacientes con aneurismas mueren por la rotura de los mismos, la mayoría (aproximadamente el 66%) fallecerán de otra causa cardiovascular.

Los estudios ecográficos de investigación muestran que cerca del 5% de los hombre de más de 65 años de edad tienen un aneurisma oculto (3 a 6 cm de diámetro) [2]. El riesgo de rotura de los aneurismas pequeños es bajo, pero la historia natural de un aneurisma no tratado en la de expansión continua [3]. Cuando el diámetro del aneurisma excede los 5.5 cm, el riesgo de rotura aumenta marcadamente y todos los cirujanos vasculares recomendarían la reparación de aquellos de más de 6 cm en pacientes aptos para la cirugía [4]. Los aneurismas de este tamaño (Figura 1) se encuentran en menos del 10% de todos los detectados en las investigaciones [5]. ¿Qué recomendaciones deberían hacerse para aquellos de menor tamaño?

· FIGURA 1: Aneurisma aórtico abdominal. En A imagen ecografía dúplex con el sector central mostrando en color el flujo. En B imagen de tomografía computada. En C imagen angiográfica. En D imagen fluoroscópica obtenida durante la reparación endovascular

Epidemiología

 La prevalencia de los AAA entre los hombres es cerca de 3 veces mayor que en las mujeres y aquellas menores de 55 años raramente tienen estos aneurismas. El aumento del diámetro de la aorta infra-renal en los hombres, en relación con la edad (diámetro medio: 1.75 cm a los 25 años y 2.25 cm a los 55), es mucho más marcado que en las mujeres [6]. Después de los 55 años de edad, el diámetro promedio permanece constante, pero la distribución se sesga hacia los de grandes diámetros: 6% de los hombres tienen un diámetro aórtico de más de 2.9 cm a los 65 años de edad [6].

De allí en adelante, la prevalencia de los aneurismas (definidos por un diámetro aórtico de 3 cm o más) entre los hombres aumenta en cerca de 6% por década. Los aneurismas clínicamente relevantes (al menos 4 cm de diámetro) se encuentran en cerca del 1% de los hombres de entre 55 y 64 años de edad y la prevalencia aumenta un 2% a 4% por década en lo sucesivo. [6,7].

El fumar es el factor independiente de riesgo más fuerte [7]. 90% de los pacientes con aneurismas han fumado. En comparación con personas que no han nunca fumado, la incidencia de los aneurismas se multiplica por 6 entre aquellos que lo han hecho por más de 40 años y por 7 entre aquellos que fuman más de 20 cigarrillos por día [8]. Después de dejar de fumar, el riesgo de desarrollo de un aneurisma declina año a año por aproximadamente 1/30 del riesgo original [8].

Artículo comentado por el Dr. Rodolfo Altrudi, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Cirugía General.