Endoftalmitis no infecciosa

Endoftalmitis no infecciosa asociada con inyección intravítrea de Triamcinolona

El presente estudio describe siete casos de pacientes que presentaron este cuadro clínico.

Autor/a: Dres. Roth DB, Chieh J, Spirn MJ, Green SN

Fuente: Arch Ophthalmol. 2003 Sep;121(9):1279-82.

Indice
1. Desarrollo
2. Bibliografía

El edema macular cistoideo (EMC) es una causa común de compromiso de la visión asociado a una serie de condiciones coexistentes. El tratamiento a aplicar depende de la causa subyacente e incluye corticoesteroides tópicos o perioculares y anti-inflamatorios no esteroides. En casos asociados con edema macular diabético y oclusiones vasculares se indica el tratamiento local con láser. En casos asociados con pliegue macular o tracción vitreomacular es necesaria una vitrectomía.

La inyección intravítrea de triamcinolona acetónido ha mostrado no ser tóxica para la retina humana y bien tolerada, ha sido recientemente recomendada como tratamiento para la EMC refractario. También constituye una terapia potencial para la neovascularización coroidal asociada con la degeneración macular por edad, ya que reduce la permeabilidad capilar y la exudación de fluidos subretinales.

Como en cualquier tipo de terapia los beneficios deben ser confrontados con los riesgos. Los riesgos más comunes de la terapia corticoesteroide intraocular son el aumento de la presión intraocular y la progresión de catarata. El riesgo de endoftalmitis existe con cualquier inyección intraocular. Describimos los casos de siete pacientes que desarrollaron una endoftalmitis luego de la inyección intravítrea de triamcinolona, lo que consideramos fue una reacción al material inyectado.

Pacientes y Métodos:

Entre el 1 de mayo de 2001 y el 30 de junio de 2002, se aplicaron 104 inyecciones para tratar  edemas maculares cistoideos que no respondieron a la fotocoagulación local con láser; EMC asociado con oclusión de la vena retinal, pseudofaquia, o gliosis preretinal y neovascularización coroidal. Detectamos siete casos de inflamación atípica, aparentemente por endoftalmitis luego de la inyección de triamcinolona.

Resultados:

La agudeza visual previa a la inyección oscilaba entre 20/50 y 20/400. Una reacción inflamatoria tuvo lugar entre el primer y segundo día de la inyección en los siete ojos. Cinco ojos habían sido sometidos previamente a vitrectomía. Cuatro tuvieron hipopión. Los siete tuvieron una reacción celular en la cámara anterior y vitritis. Los primeros 6 pacientes fueron tratados por endoftalmitis, se realizaron cultivos del humor vítreo y se les aplicaron inyecciones intravítreas de antibióticos. Los seis cultivos dieron negativos y la inflamación cedió recuperando la agudeza visual al nivel anterior a la inyección o aún mejor. El séptimo paciente fue tratado con predsinolone tópico sin terapia de antibióticos, y la inflamación desapareció como así también el edema macular existente antes de la inyección intravítrea de triamcinolona y mejoró la agudeza visual a 20/70.

Resultados clínicos



MM: Movimiento de manos (hand movements)

Cualquier intervención invasiva tiene sus riesgos. Los efectos adversos más comunes de la inyección intravítrea de triamcinolona son un aumento temporario de la presión intraocular y potencial agravamiento de una catarata. Aunque la endoftalmitis es un efecto adverso potencial obvio en las inyecciones intraoculares, difícilmente ocurra  en condiciones de esterilidad apropiadas. En nuestro estudio de 104 casos sólo 7 desarrollaron endoftalmitis y consideramos que se trató de endoftalmitis no infecciosas, probablemente por una reacción tóxica a la droga, la suspensión o algún contaminante involucrado en el proceso.
Se llega a esta conclusión debido a que 1) en los seis casos el cultivo fue negativo y uno se resolvió sin terapia antibiótica. 2) Los siete casos fueron agudos sin dolor, mientras que las endoftalmitis infecciosas se caracterizan por ser agudas o subagudas con dolor. 3) Los siete pacientes recuperaron la agudeza visual previa a la inyección y algunos también la mejoraron debido a la resolución del edema macular.

Conclusión:

Es conveniente analizar cuidadosamente la endoftalmitis tóxica no infecciosa en pacientes tratados con inyección intrevítrea de tiramcinolona antes de asumir que se trata de una endoftalmitis infecciosa, sobre todo ante la ausencia de dolor.