Complicaciones

Pancreatitis crónica y hematoma subcapsular esplénico

Sigue siendo un tema especulativo el origen exacto y la historia natural de esta complicación y su manejo es controversial.

Indice
1. Desarrollo
2. Bibliografía
3. Discusión

Un hombre, de 38 años de edad, con una historia conocida de pancreatitis recidivante de origen alcohólico, de 7 años de evolución, fue admitido en el hospital con un dolor abdominal en el hipocondrio izquierdo de comienzo brusco. Previo a esta internación, el paciente había estado bien, sin eventos anteriores similares. Negó haber tenido fiebre o escalofríos y refirió que se había abstenido de beber alcohol por muchos meses.
Al examen estaba afebril, hemodinámicamente compensado. A la palpación presentaba marcado dolor en el epigastrio e hipocondrio izquierdo, sin dolor a la descompresión ni defensa. Los análisis de laboratorio revelaron leucocitosis (12.1 x 109/L), moderada anemia (hemoglobina 129 g/L), hiperamilasemia ( 366 U/L) e hiperlipasemia (1505 U/L); los valores de función hepática y de coagulación eran normales.

Una tomografía computada del abdomen demostró una lesión hipodensa irregular en el cuerpo del bazo,  de 10 x 20 x 25 mm de tamaño (Figura 1). También se comprobó una escasa cantidad de líquido subcapsular en la región del hilio. Se hallaron múltiples focos de calcificaciones del parénquima pancreático, relacionados con su pancreatitis crónica. No se detectó seudoquiste.


· Figura 1a: tomografía axial computada en la que se observa una pequeña colección subcapsular. 1b: lesión hipodensa en la región hiliar del bazo.

El paciente fue tratado de manera conservadora, con restricción de la ingesta per os, hidratación parenteral y analgesia. Sin embargo, durante la semana siguiente no hubo mejoría del dolor a pesar de la implementación de analgesia controlada por el paciente. Una nueva tomografía reveló un marcado aumento de la lesión esplénica, convertida en una gran colección subcapsular de 8 x 5 x 13 centímetros (Figura 2). También se había desarrollado un derrame pleural izquierdo, pero no había seudoquiste. En el mismo período el nivel de hemoglobina cayó a 96 g/L, pero el perfil de la coagulación permaneció normal. No habían antecedentes de injuria durante ese lapso.



· Figura 2a y 2b: tomografía que muestra la evolución de la lesión previa con la formación de un gran hematoma subcapsular en 11 días.

Se realizó un drenaje percutáneo del hematoma, guiado por tomografía. Empleando técnica de Seldinger, se insertó un catéter de nefrostomía con rulo, de 10 F de calibre, drenándose aproximadamente 600 ml de sangre licuada. Se introdujeron en la cavidad 5000 unidades de trombina y el catéter fue removido al final del procedimiento, cuando prácticamente se había drenado todo el hematoma (Figura 3).



· Figura 3a y 3b: tomografía que muestra el drenaje casi completo del hematoma, con el catéter in situ.
El nivel de amilasa del fluido fue de 7369 U/L. El dolor mejoró rápidamente después del procedimiento y el enfermo fue dado de alta a los 4 días, sin complicaciones. Permanecía libre de dolor 6 meses después del drenaje

Artículo comentado por el Dr. Rodolfo Altrudi, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Cirugía General.