La laparoscopía ha sido ampliamente utilizada en los últimos diez años para el manejo de las masas anexiales benignas (Canis et al., 2002) por la disminución en la morbilidad perioperatoria, el tiempo de internación y de recuperación (Canis et al., 1997; Hidlebaugh et al., 1997).
Sin embargo, se deben tener en cuenta algunas ventajas de la laparotomía como ser el menor tiempo operatorio (Carley et al., 2003), un menor tiempo de aprendizaje y la falta de necesidad de realizar un neumoperitoneo que podría estar contraindicado en pacientes con obesidad severa o con un estado físico crítico (Marana et al., 2003). En este contexto, la minilaparotomía podría ser una buena alternativa (Benedetti-Panici et al., 1996; Fagotti et al., 2002).
El objetivo de este trabajo fue analizar ambos procedimientos quirúrgicos en una serie de pacientes con diagnóstico presuntivo de tumor anexial benigno.
Material y métodos
El estudio fue realizado por el Departamento de Ginecología Oncológica de la Universidad del Sagrado Corazón en Roma, Italia. Entre enero y agosto del 2003, todas las mujeres con diagnóstico presuntivo de tumor anexial benigno que requirieron tratamiento quirúrgico fueron evaluadas para este estudio. Se excluyeron las pacientes con BMI >32 kg/m2, los quistes mayores a >12 cm por ecografía o si requerían una histerectomía o se trataba de mujeres postmenopáusicas con CA 125 >35 UI/ml.
El estudio fue suspendido cuando se obtuvieron 100 pacientes, 50 para cada grupo.
Resultados
Se separó a 100 pacientes, de manera aleatoria y consecutiva, en dos grupos según fueran asignadas a laparoscopía o minilaparotomía. Ambos grupos fueron similares en cuanto a la edad, el BMI, el estado menopáusico y el diagnóstico preoperatorio. Todas las laparoscopias y minilaparotomías fueron realizadas sin necesidad de convertirlas en una laparotomía clásica.
La media del diámetro de los quistes fue de 6.2±2.5 y 5.9±2.3 cm para el grupo de las laparoscopias y de las minilaparotomías respectivamente (no significativo). Ocho pacientes (16%) en el grupo de las laparoscopias y cinco (10%) en el de las minilaparotomías presentaron patología bilateral. Se realizó la quistectomía en 42 casos (84%) en el grupo de laparoscopía y 40 (80%) en el grupo de minilaparotomía. En el resto de los casos se realizó una salpingooforectomía unilateral [dos (4%) en el grupo de laparoscopía y seis (12%) en el grupo de minilaparotomía] o bilateral [seis (12%) en el grupo de laparoscopía y cuatro (8%) en el grupo de minilaparotomía.
Basándose en los hallazgos intraoperatorios, se realizó la biopsia por congelación de las piezas quirúrgicas en 11 (11%) casos. En ocho de estos casos se encontró un tumor ovárico benigno (seis serosos y dos mucinosos). En los otros tres casos (3%), uno en el grupo de minilaparotomía y dos en el grupo de laparoscopía, se encontraron tumores borderline. En estos tres casos se continuó la cirugía para la estadificación sin necesidad de convertir a una laparotomía clásica.
En el diagnóstico histopatológico definitivo, todos los casos salvo tres fueron benignos. Se hallaron 33 pacientes (33%) con quistes endometriósicos, 32 casos (32%) de quistes serosos, 18 casos (18%) de quistes dermoides y 16 casos (16%) de tumores mucinosos. Excluyendo a los quistes endometriósicos, la rotura inadvertida de los quistes durante la cirugía fue del 6% en el grupo de laparoscopía y del 2% en el grupo de minilaparotomía.
El tiempo medio de cirugía fue de 87.0±44.8 y de 71.9±31.8 minutos en el grupo de laparoscopía y minilaparotomía respectivamente (P<0.05). La pérdida de sangre no fue significativa en ambos grupos y no se presentaron complicaciones intraoperatorias.
No hubo casos de fiebre o anemia en el grupo de laparoscopía mientras que en el grupo de minilaparotomía hubo dos casos de fiebre (4%) y un caso de anemia (1%) que no requirió transfusión. Las pacientes comenzaron con dieta líquida la noche de la laparoscopía y al día siguiente de la minilaparotomía. La duración promedio del íleo fue de 1.1±0.4 días en la laparoscopía y de 1.4±0.6 en la minilaparotomía (P<0.023). No hubo diferencias en cuanto a la cantidad de analgésicos requeridos en ambos grupos.
Ninguna paciente requirió una segunda cirugía por complicaciones postoperatorias y no hubo casos de infecciones de la herida o dehiscencias dentro de los 30 días de la cirugía.
Conclusión
Teniendo en cuenta que la laparoscopía es de primera elección en los casos de patología anexial benigna, estos datos sugieren que la minilaparotomía es una alternativa válida en el campo de la cirugía mínimamente invasiva especialmente en determinadas circunstancias. Creemos que las preferencias del cirujano y la paciente junto con sus características deben tenerse en cuenta al momento de decidir la técnica adecuada para el tratamiento quirúrgico de una masa anexial.