Se cree que un número de síntomas de origen cardiovascular, pulmonar y neurológico se encuentran asociados con la hipertensión arterial.
La cefalea, los cambios visuales, el dolor torácico, la disnea y los déficits neurológicos focales son ampliamente considerados como potenciales síntomas de elevación de la presión sanguínea (PS) y sugestivos de hipertensión aguda con disfunción de órgano blanco.
Aunque no se considera un signo de daño de órgano blanco, la epistaxis es también considerada un síntoma relacionado a la hipertensión. La presencia de alguna de estas dolencias en un paciente con PS elevada puede llevar al médico a realizar una extensa evaluación para excluir una emergencia hipertensiva, definida como una situación que requiere una inmediata reducción de la PS para mitigar la disfunción de órgano blanco.
Algunos expertos consideran que la presencia de estos síntomas en un paciente con elevación significativa de la PS como diagnóstico de emergencia hipertensiva.
Muchos de estos síntomas supuestamente asociados con la hipertensión son comunes entre pacientes que acuden al departamento de emergencias (DE). Sin embargo, aunque las investigaciones previas no han detectado una fuerte relación entre la prevalencia de síntomas y los valores de PS entre pacientes hipertensos crónicos, estos fueron estudios de poblaciones de pacientes estables y los hallazgos pueden no ser aplicables a la población que acude al DE. Para nuestro conocimiento no hay estudios sistemáticos en el DE u otro sector de cuidados agudos que busquen una asociación entre el grado de elevación de la PS y la presencia de síntomas sugestivos relacionados a la hipertensión y daño de órgano blanco.
Se llevó a cabo un estudio buscando una asociación entre la presencia de síntomas relacionados a la hipertensión y valores de PS entre pacientes que concurrieron al DE con PS elevadas. En la primera parte del estudio, se obtuvieron de los registros médicos las principales molestias de todos los pacientes que acudieron al DE con PS elevada.
En la segunda parte, los pacientes fueron entrevistados con respecto a la presencia de síntomas habituales y recientes. La hipótesis nula de los autores fue que los síntomas asociados a la hipertensión tanto obtenidos de los registros médicos como los detectados en las entrevistas no son más frecuentes entre pacientes con importantes elevaciones de la PS.
2. Métodos:
2.1 Diseño del estudio
Se llevó a cabo un estudio prospectivo observacional. El protocolo fue aprobado por el consejo revisor de la institución médica. No se requirieron cambios en cuanto al manejo médico para la realización del estudio. Los médicos, enfermeros y estudiantes de guardia no fueron informados del propósito de la investigación.
2.2 Marco del estudio y Población
El estudio se llevó a cabo en el DE de un hospital escuela urbano, con aproximadamente 50.000 visitas anuales de pacientes adultos predominando la población de raza negra.
El personal estaba compuesto por médicos con certificación en medicina de emergencia y residentes de esa especialidad así como residentes de otras especialidades rotando por la especialidad de emergencias, supervisados por estos médicos.
2.3 Protocolo de estudio
Se eligieron para ingresar al protocolo a todos los pacientes mayores de 18 años que concurrieron en forma consecutiva al DE durante un período de enrolamiento de 14 días.
A todos los pacientes se les midió su PS en forma manual por enfermeros del DE y en forma automática por medio dispositivos para el registro de PS calibrados según las especificaciones del fabricante (Welsh-Allyn Propaq Encore, Beaverton, Ore).
Los enfermeros fueron entrenados por el fabricante en la utilización del aparato y en la elección apropiada del manguito. Los pacientes que ingresaron vía triage se les midió la PS en posición sentada; aquellos que arribaron en ambulancia o que fueron llevados en forma directa al área de tratamiento tuvieron su medición de PS mientras se encontraban sentados o en posición supina en la camilla.
A los pacientes con valores iniciales de PS sistólica >o = 140 mmHg o valores iniciales de PS diastólica > o = 90 mmHg se les repitió al menos un nuevo registro 10 minutos más tarde. Los pacientes fueron incluidos en el estudio, si su PS sistólica permanecía >o = 140 mmHg o la diastólica permanecía >o= 90 mmHg luego de repetida la medición.
El único motivo de exclusión fue la participación previa en el estudio.
Los investigadores asociados estuvieron presentes en el DE durante todo el tiempo de duración del estudio y fueron entrenados en la recolección de datos para la investigación. Los asociados revisaron todos los valores de PS registrados en el triage y durante la estadía de los pacientes en el DE para determinar elegibilidad. La información demográfica y todos los valores de PS obtenidos en el DE fueron registrados investigadores asociados en instrumentos de colección de datos estandarizados.
En la primera parte del estudio, los investigadores asociados obtuvieron de los registros médicos las principales molestias de todos los pacientes. La primera fuente de información fueron las notas de enfermería en el triage. Para los pacientes que no estuvieron en el triage las molestias fueron obtenidas de los registros de los médicos del DE.
Todos los pacientes que reunieron los criterios de inclusión fueron ingresaron en la primera parte.
En la segunda parte del estudio, los investigadores asociados se acercaron a los pacientes y solicitaron el consentimiento para una entrevista estructurada.
Los pacientes que aceptaron fueron interrogados acerca de la presencia de síntomas típicamente citados como asociados con la hipertensión, específicamente falta de aire, dolor torácico, mareos, cefalea, debilidad o parestesias en un hemicuerpo, epistaxis y alteraciones en la visión. Estos síntomas serán referidos de ahora en adelante como “síntomas asociados a la hipertensión”
Los pacientes fueron interrogados acerca de sí algunos de estos síntomas se encontraba presente al momento de ingreso, en las 24 horas previas o en la semana previa al ingreso al DE.
2.4 Análisis de los datos
Cuando los valores sistólicos y diastólicos se encontraban en diferentes estadios, los pacientes fueron clasificados de acuerdo al mayor estadio. El mayor valor obtenido durante la visita al DE fue utilizado como valor de referencia para asignar el estadio para el análisis.
2 cuadros
3.Resultados:
Durante un período de 14 días se recolectaron en forma continua los datos de 1908 pacientes que concurrieron al DE.
Se encontró un valor elevado de PS en 551 pacientes (29%).
Veintidós (4%) pacientes con PS elevada fueron excluidos por no haberse podido recabar en forma completa todos los datos; a ninguno de dichos pacientes se le pidió el consentimiento para la entrevista. De los restantes 529 pacientes analizables, 294 (56%) accedieron a otorgar el consentimiento informado para la entrevista, 200 (38%) no fueron consultados para la entrevista por la severidad de su enfermedad o inhabilidad para otorgar el consentimiento, mientras que 35 (6%) no accedieron a otorgar el consentimiento.
La mediana de edad de los sujetos fue de 51 años (rango intercuartilo IQR, 39 a 65 años). Cincuenta y cuatro por ciento de los sujetos eran mujeres. La mayoría de los sujetos (412 - 78%) eran de raza negra, con 43 (8%) latinos, 42 (8%) blancos (no latinos) y 32 (6%) sujetos asiáticos. La mediana de PS sistólica fue de 152 mmHg (IQR, 142 a 170) y la mediana de la PS diastólica fue de 88 mmHg (IQR, 80-96). Los valores de PS fueron categorizados como estadio 1 en 304 sujetos (57%), estadio 2 en 127 sujetos (24%) y estadio 3 en 98 (19%). No se encontraron diferencias en cuanto a sexo, raza o valores de PS entre pacientes que accedieron al consentimiento y aquellos que se negaron. No se encontraron diferencias entre los pacientes excluidos y aquellos incluidos en el análisis final.
La primera parte del estudio evaluó la prevalencia de síntomas obtenidos en los registros médicos.
El 26% de los pacientes del estudio presentaron molestias con uno o más síntomas asociados a la hipertensión. El dolor torácico y la falta de aire fueron los síntomas más frecuentes. La disnea fue el síntoma significativamente más común entre pacientes con valores de PS en estadio 3 que entre pacientes con valores de PS en estadio 1 o 2 (P=0.004, tendencia linear de Cochran P=0.002).
No se encontraron diferencias significativas entre los grupos de PS en cuanto a la prevalencia del dolor torácico, mareos, cefalea, déficit neurológico focal, epistaxis, cambios visuales. No se detectaron diferencias entre grupos en cuanto a la prevalencia de pacientes que reportaron por lo menos un síntoma asociado a la hipertensión en sus principales molestias.
En la segunda parte del estudio la información con respecto a los síntomas asociados a la hipertensión fue obtenida de los encuestadores y controlada por los investigadores asociados. El sesenta y ocho por ciento de los pacientes encuestados refirieron haber padecido uno o más síntomas asociados a la hipertensión al momento del ingreso al DE. No se encontró una asociación significativa entre el estadio de PS y la prevalencia de algún síntoma asociado a la hipertensión. Los análisis complementarios no revelaron diferencias significativas entre los grupos, en cuanto a la prevalencia de síntomas relacionados a la hipertensión en las 24 horas o 1 semana previa a la concurrencia al DE.
4. Discusión
Alrededor del 27% de los adultos en los Estados Unidos tienen hipertensión arterial. Reflejando la alta prevalencia de esta condición, se detectó una elevación sostenida de la PS en el 29% de los adultos que concurrieron al DE en el estudio.
Aunque la mayoría de estos pacientes tienen valores de PS levemente elevados, no es poco común encontrar valores de PS severamente elevados.
Un trabajo restrospectivo en un DE urbano documentó valores de PS en estadio 3 en el 2% de los pacientes, mientras que este trabajo realizado en forma prospectiva detectó que el 5% de los adultos que concurrieron al DE presentaba valores de PS en estadio 3.
El propósito del estudio fue determinar si los síntomas que se le atribuyen a la hipertensión arterial son más prevalentes entre pacientes que concurren al DE con alto grado de elevación de la PS. El fallo en poder detectar una relación entre la prevalencia de los síntomas y los valores de PS los lleva a cuestionar la validez de atribuir estos síntomas a la PS elevada. Se encontró que la disnea prolongada fue más común en pacientes con grados más elevados de PS. Sin embargo no se encontraron otras molestias potencialmente sugestivas de disfunción cardiovascular, cerebral o visual discrepando significativamente entre pacientes en los grupos de PS.
Las emergencias hipertensivas son definidas como situaciones relativamente infrecuentes requiriendo inmediata reducción de la PS para prevenir o limitar en daño agudo cerebral, cardíaco, ocular y renal.
Muchas autoridades sugieren que en el marco de un cuadro de PS elevada, los síntomas asociados a la hipertensión pueden reflejar una injuria aguda con disfunción de órgano blanco y que la presencia de estos síntomas permite distinguir la emergencia hipertensiva de la urgencia hipertensiva no crítica. Estos criterios pueden ser demasiado simplistas y llevar al diagnóstico de emergencia hipertensiva en la mayoría de los pacientes que concurren al DE con PS elevada.
Los hallazgos del estudio son consistentes con el estudio Italiano encontrando síntomas asociados a hipertensión en el 28% de los pacientes que concurrieron al DE con elevaciones severas d la PS.
Los autores del estudio concluyen que la emergencia hipertensiva es un evento común en la población que concurre al DE. Una explicación alternativa, sin embargo, es que los síntomas asociados a la hipertensión son tan inespecíficos que hace que su única presencia sea inadecuada para realizar un diagnóstico de emergencia hipertensiva.
4.2 Conclusiones
Los síntomas comúnmente considerados como asociados a la hipertensión son altamente prevalentes entre los pacientes que concurren al DE con PS elevada. La mayoría de los pacientes con valores de PS elevados reportan padecer por lo menos uno de tales síntomas y no se encuentra relación entre la prevalencia de la mayoría de los síntomas y el estadio de PS.
Los médicos deberían tener prudencia al momento de atribuir estos síntomas a los valores de PS en esta población.