El vitiligo es un trastorno despigmentario adquirido de la piel, membranas mucosas, o ambas que afecta aproximadamente al 1 % de la población general. La detección de anticuerpos circulantes y el incremento en la prevalencia de desórdenes autoinmunitarios en pacientes con vitiligo sugieren que ésta enfermedad tiene una base autoinmune. La asociación de vitiligo con tiroiditis autoinmune ha sido descripta en pacientes adultos, pero se ha estudiado poco en niños. El propósito de éste estudio fue evaluar enfermedad autoinmune tiroidea en niños y adolescentes con vitiligo e identificar algún factor predisponerte para ésta asociación.
Se estudiaron 54 niños y adolescentes (23 niños, 31 niñas; edad media 11.4 años) con vitiligo, se les efectuaba un exámen físico completo y análisis de laboratorio ( T4, T3, TSH, anticuerpos antiperoxidasa anti-TPO y tiroglobulina anti-Tg). Los pacientes con anticuerpos positivos, deterioro de la función tiroidea, o ambas eran evaluados por un endocrinólogo para evaluar el tamaño de la glándula tiroidea y estructura. Se realizaba una ecografía tiroidea para determinar la morfología tiroidea.
El diagnóstico de vitiligo se realizaba por el exámen clínico . Se consideraban normales los siguientes valores de laboratorio: T4, 5.5 a 12.0 ug/dl; T3, 60 a 190 ng/dl; y TSH, 0.4 a 4.5 uIU/ml. El hipotiroidismo subclínico era diagnosticado si el valor de TSH se encontraba por encima de 4.5uIU/ml con niveles de T4 y T3 normales, mientras que el hipotiroidismo manifiesto también requería niveles bajos de T4 y T3. Con respecto a los anticuerpos se consideraba un valor positivo cuando era superior a 10 IU/ml. El diagnóstico de tiroiditis autoinmune estaba basado en anti- TPO, anti-Tg, o ambos y el patrón ecográfico de hipoecogenicidad difusa o irregular, característico de tiroiditis autoinmune.302 niños ( 137 niños y 165 niñas) de un área de Grecia sirvieron como sujetos control del estado tiroideo.
La edad media de inicio de vitiligo era de 7.7+- 3.8 años. La mayoria de los pacientes presentaban vitiligo vulgar (30 de 54, 55.6 %) seguido del focal (16 de 54, 29.6 %) y del segmentario (8 de 54, 14.8%).
Dos pacientes presentaban alopecia areata y enfermedad celíaca, respectivamente, mientras que 28 pacientes tenían al menos 1 miembro de la familia, con enfermedad tiroidea, desorden autoinmunitario, o ambos, incluyendo 12 pacientes con enfermedad tiroidea (22%) y 11 pacientes con vitiligo (20%).
Cuatro pacientes con vitiligo ya presentaban tiroiditis de Hashimoto y estaban en terapia de reemplazo con tiroxina. En dos de ellos, se diagnosticó la tiroiditis con hipotiroidismo subclínico 4 y 6 años antes de la aparición del vitiligo, respectivamente; mientras que en los otros dos, la tiroiditis con hipotiroidismo precedió al vitiligo en un año. En 9 de los 50 pacientes restantes (6 niños y 3 adolescentes), se reveló hipotiroidismo subclínico al momento de la investigación. De los 50 pacientes, incluyendo todos aquellos con hipotiroidismo, 11 presentaron autoanticuerpos tiroideos elevados. De los 11 pacientes, con hipotiroidismo subclínico, 9 presentaban el patrón típico hipoecoico de tiroiditis en el ultrasonido, mientras tres demostraron incremento en el volúmen tiroideo.
Trece (5 varones y 8 mujeres) de los 54 pacientes (24.1 %) presentaban tiroiditis autoinmune, comparado con 29 ( 9 varones y mujeres) de los 302 sujetos controles. Ninguno de los pacientes con hipotiroidismo subclínico presentaba síntomas clínicos. No hubo asociación entre tiroiditis, el tipo clínico de vitiligo, edad de inicio, duración media del vitiligo, o sexo.
En éste estudio la tiroiditis de Hashimoto fue 2.5 veces más frecuente entre niños y adolescentes con vitiligo que en la población sana. Usualmente aparece luego del inicio del vitiligo. Los autores proponen que los pacientes con vitiligo deberían estudiarse anualmente en búsqueda de disfunción tiroidea, particularmente tiroiditis autoinmunitaria ( con TSH, anti-Tg, y anti-TPO) para un diagnóstico temprano y manejo adecuado de enfermedad tiroidea subclínica.
¿Qué se sabe sobre el tema?
Existe una prevalencia aumentada de tiroiditis autoinmune en pacientes adultos con vitiligo. Esta asociación ha sido poco estudiada en niños. En dos estudios previos donde se incluyeron pacientes con vitiligo de 6 a 80 años, 18.4 % y 21 % de ellos presentaban enfermedad tiroidea autoinmune con función tiroidea anormal, comparado con 7.5 % y 3 % de los controles, respectivamente.
¿Qué aporta de nuevo?
En este estudio, 13 de 54 niños y adolescentes con vitiligo presentaron tiroiditis crónica autoinmunitaria comparado con el 9.6 % del grupo control.
Algunos estudios han demostrado que el incremento en la prevalencia de tiroiditis de Hashimoto en pacientes con vitiligo, parece estar genéticamente determinada. Un locus ubicado en el cromosoma 1 es el responsable de la susceptibilidad a autoinmunidad, particularmente vitiligo, mientras que la presencia de otros genes( el locus mayor de histocompatibilidad en el cromosoma 6), combinado con la exposición a factores extrínsecos e intrínsicos, puede mediar la ocurrencia de tiroiditis de Hashimoto en individuos que son susceptibles al locus en el cromosoma 1.
¿Qué aporta a la práctica clínica?
Es importante tener en cuenta la asociación de éstas dos enfermedades, y estudiar a los pacientes con vitiligo en búsqueda de disfunción tiroidea, para diagnosticar tempranamente ésta enfermedad y poder instaurar un tratamiento apropiado.