Odontología

Endodoncia: Obturación corta

Implicaciones de una obturación corta en un procedimiento endodóntico.

¿Cuáles son las implicaciones de una obturación corta en un procedimiento endodóntico?

La respuesta tiene consecuencias enormes para el éxito a largo plazo de la terapia endodóntica. En términos generales, cuanto mayor es la cantidad de espacio del conducto que permanece sin limpiar y sin obturar después de realizado el tratamiento endodóntico, mayor es el porcentaje de fracasos. Inversamente, si el procedimiento endodóntico se  mimetiza con la extracción, mayor es la posibilidad de curación. La extracción funciona porque la pulpa entera es removida del paciente. El desafío para los clínicos es decidir a qué punto se debe dirigir la obturación endodóntica  en un procedimiento dado. Según lo mencionado arriba, el nivel de la obturación del canal es relevante en el éxito a largo plazo. La limpieza, conformación y obturación en menos de lo que es el espacio entero del canal de la raíz, nos conducirá a dejar un espacio sin limpiar y sin llenar, especialmente si  la raíz es obturada a niveles determinados por promedios anatómicos arbitrarios y no por el foramen apical verdadero.

La anatomía apical es fundamental ya que el foramen apical es muy diverso en su complejidad y ocasionalmente un foramen verdadero o una constricción menor pueden no estar presentes.

Consecuentemente, saber dónde clínicamente el relleno del canal de la raíz se debe terminar en un procedimiento dado puede no ser tan fácil de determinar. Por ejemplo, las radiografías pueden ser inexactas debido a los errores de la forma de angular o a los procedimientos de revelado, los localizadores electrónicos del ápice pueden ser (en ciertas condiciones) menos que totalmente confiables, etc. Más allá de las complicaciones, existe un desacuerdo en la comunidad endodóntica en cuanto al nivel óptimo de la obturación. Algunos creen que el logro y el mantenimiento de la apertura apical es deseable ,no así para otros profesionales (son partidarios de una obturación que llegue hasta un punto arbitrario más corto que el ápice radiográfico del diente).

En términos generales, la terminación deseable de los procedimientos endónticos es la menor constricción del foramen apical y todo el material de obturación: gutapercha o  material de obturación adhesivo (Resilon,  Resilon Research, Madison, CT o RealSeal, SybronEndo, Orange, CA) se deben contener idealmente sobre este nivel. El verdadero debate sobre a qué nivel se debe obturar se encuentra en cómo determinar este punto de forma reproducible y maximizar el éxito a largo plazo, mientras que se intenta disminuir la extrusión de los materiales de obturación y del potencial iatrogénico.

Con este objetivo en mente, durante la exploración temprana de un canal, puede o no ser posible sentir, por la sensación táctil, un “estallido” en el foramen apical. El canal puede ser permeable, puede estar severamente calcificado o el foramen puede salir en cualquier ángulo posible del canal principal no aparentando estar del todo abierto o permeable . Esto subraya la importancia de precurvar las limas que  se utilizan para explorar el tercio apical , así como también es importante una irrigación abundante y la recapitulación para cerciorarse de que el canal está continuamente accesible durante el proceso. El foramen apical, en promedio, está situado a 0.26-0.99 milímetros del ápice anatómico del extremo de la raíz (referencias disponibles). 

Mientras que este promedio anatómico pudo ser provechoso en el abastecimiento de una pauta general, no es de mucha ayuda en la determinación de la longitud de trabajo verdadera del caso real que el clínico está tratando. Mientras que se relaciona con la pregunta, muchos sistemas de conductos tienen deltas apicales que se deben tratar idealmente con  irrigación tal como hipoclorito del sodio bastante tiempo para disolver hacia fuera su contenido al grado clínico posible. Es axiomático que las limas de cualquier  tipo, K o  para ser utilizadas con instrumental rotatorio, no se pueden colocar en la anatomía lateral y por lo tanto su limpieza es dependiente solamente de la irrigación.

Mientras se avanza en sentido apical, la variedad y el número de canales laterales y de deltas apicales llega a ser más complejo y diverso. Consecuentemente, cuanto mayor es el número del milímetro al ápice anatómico de una obturación dada, mayor es la cantidad de conductos laterales que permanece sin llenar especialmente si existe un foramen con múltiples agujeros. Por ejemplo, la obturación real del canal de la raíz puede estar solamente a 2m m del ápice anatómico. En algunos casos, la acumulación del barro dentinario presente, puede probablemente haber creado una obstrucción apical y en consecuencia  cerca de 5-7m m de espacio permanecen sin limpiar y sin llenar en el tercio apical cuando se considera un foramen con agujeros múltiples. A menudo, este foramen apical se visualiza solamente sobre la obturación vía técnicas con calor  tales como SystemB o la compactación vertical del gutapercha caliente. Es importante darse cuenta que esto puede ser evitado de la siguiente forma:

1) Precurvando todas las limas que se utilizan manualmente cuando se ponen en los conductos.

2) Irrigación copiosa con  hipoclorito del sodio.

3) Logro de la evidencia apical.

4) Mantenimiento de la evidencia apical vía la recapitulación

5) El clínico que intenta activamente sentir un “estallido tangible” cuando la lima tipo K sale de la menor constricción del foramen apical

6) Uso del EDTA en casos vitales especialmente bajo la forma de gel para emulsionar la pulpa y sostenerla en suspensión hasta su retiro con la irrigación de hipoclorito del sodio.
En fin, las implicaciones clínicas de una obturación  “corta” son significativas. Cuanto más lejano del ápice anatómico de un  conducto dado de la raíz se termina, mayor es la cantidad de espacio sin limpiar y sin llenar que se deja en el sistema de conductos de la raíz , lo cual resulta en una  fuente potencial para el fracaso del tratamiento en el futuro.