Asociaciones de riesgo

Depresión asociada al Síndrome Coronario Agudo

Efecto de la depresión sobre la mortalidad 5 Años luego de un Síndrome Coronario Agudo

Autor/a: Grace S, Abbey S, Kapral M y colaboradores

Fuente: Effect of Depression on Five-Year Mortality After an Acute Coronary Syndrome

Evaluación de los efectos de la depresión sobre las causas de mortalidad durante un período de 5 años luego de la hospitalización inicial por síndrome coronario agudo. Análisis de la relación entre los efectos de la sintomatología depresiva persistente y la mortalidad

Introducción y objetivos:

A largo plazo, la sintomatología depresiva se relaciona con la mortalidad posterior a un síndrome coronario agudo (SCA). En la mayoría de los estudios sobre la relación entre la depresión (DEPR) y la mortalidad se evaluó el cuadro psiquiátrico en una única oportunidad. Se conoce la relación entre el antecedente de DEPR y los episodios depresivos futuros con el comienzo de un SCA.

El objetivo del presente estudio consistió en evaluar los efectos de la DEPR sobre las causas de mortalidad durante un período de 5 años luego de la hospitalización inicial por SCA. Los autores postularon la relación entre los efectos de la sintomatología depresiva persistente y la mortalidad.

Pacientes y métodos

En el presente estudio longitudinal y observacional se efectuó un seguimiento de 5 años de duración de los pacientes hospitalizados en 12 unidades coronarias de Ontario, Canadá. El motivo de internación fue el infarto de miocardio o la angina inestable. Las características sociodemográficas, como la edad, el sexo y el estado civil, los antecedentes clínicos y la sintomatología depresiva fueron evaluados mediante un cuestionario autoadministrado. Los datos se relacionaron con la información clínica, que incluyó la clasificación de Killip como una medida de la gravedad de la enfermedad y de los antecedentes clínicos.

Se aplicó el Beck Depression Inventory (BDI) en el momento de la hospitalización. Una puntuación mayor a 10 significó la existencia de síntomas leves a graves. Se obtuvo información adicional mediante la Registered Persons Database.

En total, se incorporaron 910 pacientes. La cantidad de hombres fue significativamente mayor. La mayoría de los participantes estaban casados. La edad varió entre los 31 y los 93 años. El 74% de los pacientes tenía un ingreso familiar anual equivalente a 32 000 dólares. El 53% padecía un infarto de miocardio y el 47%, angina inestable.

Resultados

Se evaluaron las diferentes características de los participantes durante la hospitalización inicial. Los pacientes con una puntuación en el BDI mayor o igual a 10 exhibieron, con mayor probabilidad, las particularidades siguientes:

1) sexo femenino
2) bajo ingreso familiar
3) viudez, separación o divorcio
4) pocos años de educación
5) tabaquismo
6) diagnóstico de angina inestable
7) cuadros de mayor gravedad
8) mayores comorbilidades
9) antecedentes de diabetes e insuficiencia cardíaca congestiva.

Durante los 5 años de seguimiento se registraron 115 fallecimientos. Se observó una interacción entre los antecedentes de DEPR y la sintomatología depresiva durante la hospitalización.

Se detectaron las siguientes situaciones en el momento de la hospitalización:

1) los pacientes con menor índice de mortalidad fueron aquellos con antecedentes de sintomatología depresiva cuyo cuadro no se agravó

2) los índices de mortalidad más elevados correspondieron a los pacientes sin antecedentes depresivos que exhibieron síntomas depresivos

3) los pacientes con un cuadro depresivo presentaron significativamente mayor riesgo de mortalidad respecto de aquellos sin antecedentes depresivos o a los que mostraban antecedentes depresivos pero no exhibían este cuadro.

La probabilidad de fallecimiento fue 4 veces superior para los participantes cuya sintomatología depresiva comenzó al momento de la hospitalización.

Se efectuó una regresión por pasos según el modelo de riesgo proporcional de Cox para todas las causas de mortalidad durante los 5 años posteriores a la hospitalización. Se realizó un ajuste para las variables siguientes: sexo, edad, ingreso familiar, estado civil, nivel educativo, diagnóstico, presión arterial sistólica elevada, tabaquismo, clasificación de Killip, comorbilidades, antecedentes de diabetes, infarto de miocardio o insuficiencia cardíaca congestiva.

La sintomatología depresiva al momento de la hospitalización resultó ser un factor predictivo para todas las causas de mortalidad. Sin embargo, no se verificó la interacción entre los antecedentes de DEPR y esta enfermedad en el momento de la internación.

Discusión

Entre los pacientes con SCA es frecuente observar síntomas depresivos y trastornos depresivos graves. En coincidencia con estudios realizados previamente, el 23% de los participantes refirió antecedentes de DEPR.

Según la bibliografía disponible, al momento de la hospitalización, la prevalencia de DEPR mayor varía entre un 15% y 20%. Estos valores son 3 veces superiores en comparación con los hallados en la población general.

Respecto del presente estudio, se observó un incremento de la sintomatología depresiva en el 31% de los pacientes evaluados al momento de la internación. De éstos, el 14% exhibía características depresivas persistentes previas.

Los autores señalan la significación pronóstica de la sintomatología depresiva. Existe abundante información sobre la relación entre los antecedentes depresivos y el inicio de los SCA; sin embargo, los resultados del presente estudio sugieren que, respecto de la mortalidad, estos antecedentes no serían tan importantes en los pacientes cuya enfermedad se encuentra estabilizada en comparación con los que exhiben síntomas depresivos en el momento de la hospitalización. Esto concuerda con un estudio efectuado con anterioridad, en el cual se evaluó la sintomatología depresiva previa a la aparición de un infarto de miocardio, que no se relacionó con la mortalidad posterior al mismo.

En cuanto a la persistencia de los síntomas depresivos, su importancia pronóstica no se estudió suficientemente, señalan los autores. Los resultados del presente estudio indicaron que la sintomatología depresiva persistente que recurre en el momento de la hospitalización no sería importante en relación con el pronóstico en comparación con la gravedad al momento de la internación. En un estudio efectuado con anterioridad se observó que, en el momento de la hospitalización, los pacientes cuya sintomatología depresiva recurría tenían un riesgo significativamente mayor de mortalidad a los 18 meses en comparación con aquellos cuya DEPR sólo se manifestaba en ese momento. Sin embargo, en este estudio no se aplicó el modelo de Cox. Además, se halló que los pacientes con menor riesgo de mortalidad eran aquellos con antecedentes depresivos que no manifestaron un aumento de estos síntomas durante la hospitalización. No obstante, en el modelo de Cox se destaca la importancia de la sintomatología depresiva al momento de la internación. Se necesitan estudios adicionales al respecto.

De acuerdo con los resultados, la DEPR al momento de la internación por una causa cardiológica, aunque sea leve, no constituye un cuadro benigno que puede atribuirse a las circunstancias sino que tiene importancia pronóstica. Además, la identificación temprana y el tratamiento de los síntomas depresivos durante la internación son relevantes. Si bien este tipo de intervención mejorará la calidad de vida, no se conoce el efecto sobre el pronóstico cardiológico.

En cuanto a las limitaciones del estudio, la generalización de los resultados es limitada debido a las diferencias entre los participantes. Además, en la evaluación mediante cuestionarios autoadministrados de los antecedentes depresivos no se obtuvo información acerca del diagnóstico. Al mismo tiempo, la cantidad de pacientes con antecedentes depresivos y una puntuación en el BDI mayor a 10 que fallecieron fue reducida. Se necesitan estudios adicionales con un número mayor de pacientes.

* Resumen objetivo elaborado por el SIIC