Segunda parte

Informe de la OMS sobre las enfermedades infecciosas

Actualmente, una crisis de proporciones mundiales provocada por las enfermedades infecciosas amenaza la salud y la esperanza de vida, pues éstas son ahora los mayores exterminadores de niños y de adultos jóvenes del orbe.

Autor/a: Kraig Klaudt, Agnés Leotsakos, Sheila Davey, John Clements, Peggy Creese, Andy Crump, Sandra Doyle,

Fuente: VOL. III / No. 11 / JULIO / 2005

Indice
1. Neumonía. Neumonía. Enfermedades diarreicas. Tuberculosis (TB). Paludismo y Sarampión
2. Referencias bibliográficas
3. Introducción
4. Secuencia

Neumonía
Las infecciones respiratorias agudas (IRA) son responsables de numerosas muertes. La neumonía, la IRA más letal, provoca el deceso de más niños que cualquier otra enfermedad infecciosa. La mayoría de esas defunciones (99%) se produce en los países en desarrollo. En los países de primer mundo son raras las defunciones infantiles por neumonía. Esta enfermedad afecta a menudo a los niños con insuficiencia ponderal al nacer o a aquellos con sistemas inmunitarios debilitados por malnutrición u otros padecimientos. Sin tratamiento, la neumonía produce la muerte con rapidez. El virus gripal es otra causa de neumonía. Se dispone de muy escasa información sobre el número de fallecimientos por gripe en los países en desarrollo. Sin embargo, tan sólo en Estados Unidos la enfermedad provoca la muerte de 10 mil a 40 mil personas en una temporada media de gripe.

VIH/SIDA
En todo el mundo más de 33 millones de personas viven con VIH/SIDA, y todavía no existe curación a la vista. El África Subsahariana es la parte más afectada. En algunos países, hasta uno de cada cuatro adultos padece VIH/SIDA. En Zimbabwe, entre 20 y 50% de las mujeres embarazadas de algunas zonas están infectadas con el VIH y corren el riesgo de infectar a sus hijos. Un número creciente de defunciones maternas se debe ahora a infecciones contraídas por mujeres VIH positivas en el curso del parto. En muchos países, la esperanza de vida y las tasas de supervivencia infantil han descendido dramáticamente (en Botswana, la esperanza de vida al nacer bajó de 70 a 50 años).

Enfermedades diarreicas
Las enfermedades diarreicas causan la muerte de casi 2 millones de niños menores de cinco años. Están tan extendidas en los países en desarrollo que a menudo los padres no reconocen los signos de peligro. Los niños mueren simplemente porque sus organismos están debilitados por la rápida pérdida de líquidos y subnutridos por la falta de alimentos. Las enfermedades dearreicas representan una pesada carga para los países en desarrollo, produciendo mil 500 millones de casos al año en niños menores de cinco años. Este problema alcanza su nivel máximo en las zonas pobres, en donde el saneamiento es escaso, la higiene es insuficiente y el agua para beber no es potable. En ciertos países en desarrollo, epidemias de enfermedades diarreicas, tales como el cólera y la disentería, afectan tanto a los adultos como a los niños. Entre otras enfermedades diarreicas importantes figuran la fiebre tifoidea y el rotavirosis, que es la principal causa de diarrea deshidratante grave entre los infantes.

Tuberculosis (TB)
La tuberculosis, enfermedad que se pensaba ya controlada, ha reaparecido con sed de venganza, produciendo un millón y medio de defunciones al año, e incluso más en combinación con el VIH/SIDA. Aproximadamente 2 mil millones de personas, la tercera parte de la población mundial, presentan una infección tuberculosa latente y constituyen en conjunto un enorme reservorio potencial de la enfermedad. La TB genera más muertes de adolescentes y adultos que cualquier otro padecimiento infeccioso. Es también una destacada causa de mortalidad en las mujeres. Para empeorar la situación, la infección por el VIH debilita el sistema inmunitario y puede activar la infección por TB latente. También se cree que multiplica el riesgo de infección inicial por TB. La tercera parte de todos los decesos por SIDA es producida po la TB.

Paludismo
El paludismo provoca la muerte de más de 1 millón de personas al año, la mayoría de ellas niños pequeños. Gran parte de los fallecimientos por paludismo tiene lugar en el África Subsahariana, en donde este padecimiento es responsable de una de cada cinco defunciones infantiles. Las mujeres son especialmente vulnerables en el curso del embarazo. Es más probable que mueran por la enfermedad, sufran abortos o den a luz niños prematuros y con insuficiencia ponderal. El paludismo puede atacar con rapidez a un niño pequeño y causar fiebre alta, convulsiones y dificultades respiratorias. Si se inicia el paludismo cerebral, forma aguda de la enfermedad, el infante entra en coma y puede fallecer en 24 horas. La alta incidencia de los casos de paludismo (más de 275 millones al año en todo el mundo) puede imponer una gran carga económica a las familias y las naciones por la disminución de la productividad, la pérdida de posibilidades educativas y los elevados costos de la atención de la salud.

Sarampión
El sarampión es la enfermedad más contagiosa de la especie humana. Es una importante causa de mortalidad infantil en los países en desarrollo (provoca 900 mil decesos al año). El virus del sarampión puede en definitiva ser responsable de más defunciones infantiles que cualquier otro microbio debido a las complicaciones por neumonía, enfermedades diarreicas y mala nutrición.