México

Síndromes dolorosos de etiología reumática en la población geriátrica

Al cruzar la barrera de los 60 años o incluso desde antes, padecer algún dolor articular o extraarticular se vuelve prácticamente una constante. Es por eso que hemos realizado una breve descripción de las enfermedades reumáticas que generan dolor con mayor frecuencia en las personas de la tercera edad, siendo por mucho la osteoartrosis la más común.

Autor/a: Vanessa Gordillo Huerta, reumatóloga adscrita al Servicio de Reumatología del Centro Medico Nacional

Fuente: VOL. IV / No. 2 / NOV-DIC / 2005

Indice
1. prevalencia de fibromialgia
2. Tratamiento
3. Introducción
4. Referencias bibliográficas

Los estudios confirman la mayor prevalencia de fibromialgia en las mujeres, con una proporción de 8 a 9 veces mayor que los hombres. Los estudios de Wolfe muestran que la prevalencia es de casi 2% en la población general e incrementa con la edad; se estima hasta en 8% en mujeres de 60 a 69 años, dato que es confirmado por otros estudios, los cuales señalan hasta 8.9% de frecuencia en la población mayor de 50 años.9, 10 La etiología se desconoce, sin embargo, se han encontrado alteraciones en el sistema de analgesia descendente, mecanismo fisiológico por el cual se inhibe la transmisión del dolor en las astas de la médula espinal y otros sitios del sistema nervioso central. Las proyecciones de este mecanismo, que se originan en el hipotálamo, utilizan la encefalina como neurotransmisor, y en dichas astas estimulan interneuronas cuyo neurotransmisor es también la encefalina. Estos axones inervan la región presináptica de las fibras de dolor aferentes y provocan la inhibición presináptica de la transmisión de sensaciones dolorosas a fibras
algésicas de segundo orden, muy probablemente por inhibición de los canales de calcio.

La participación del sistema de analgesia descendente en la fisiopatología de la fibromialgia se ha planteado con base en estudios en los que se ha demostrado reducción de la disponibilidad de serotonina en las concentraciones de esta sustancia en el sistema nervioso central. No está claro si la anormalidad de la serotonina constituye una disfunción primaria o secundaria a otro trastorno del sistema neuropsicoinmunoendocrino.11

Otras alteraciones que se han detectado han sido aquellas vinculadas a la sustancia P, neurotransmisor de las fibras del dolor tipo C en las astas. Es el encargado de transmitir el dolor lento. La estimulación de tales fibras puede originar la secreción de sustancia P de las fibras de nervios periféricos de manera antidrómica, lo cual produce una respuesta inflamatoria localizada. El exceso de sustancia P, sea como trastorno primario o secundario, normalmente causa un síndrome de dolor crónico. En algunos pacientes con fibromialgia se han encontrado niveles altos de la sustancia P en el líquido cefalorraquídeo.12

Se desconoce el origen de tales hallazgos en la etiología de la fibromialgia en pacientes geriátricos, sin embargo, sí se ha manifestado la presencia de fibromialgia en esta población con mayor puntaje en escalas de depresión geriátricas (p=0.046) y en escalas de índices de discapacidad (p=0.0008), lo que puede ser más que etiológico, correlacionable con la calidad de vida y el impacto de la fibromialgia sobre la misma. Se ha propuesto una vinculación con otras enfermedades y con medicación concomitante; lo que se ha detectado es una mayor afinidad con la presencia de enfermedades coronarias e ingesta de analgésicos, entre ellos paracetamol.13

Hay una pobre detección de fibromialgia en los pacientes geriátricos, quienes son sometidos a terapias incorrectas, por ejemplo, el uso de esteroides por diagnósticos erróneos catalogados como artritis. Por otro lado, es importante comentar que si bien en general esta patología se presenta en forma aislada, puede ser el precedente o acompañante de otras enfermedades sistémicas, entre ellas infecciones, neoplasias, diabetes, hipotiroidismo, demencias. Esto obliga al médico a realizar un estudio clínico detallado.13