La proctalgia o sensación dolorosa del recto es un término ampliamente usado, pero no de manera correcta, ya que el dolor a nivel rectal es de tipo visceral, a diferencia del originado en el anodermo (Figura 1), que es somático y tiene una gran cantidad de receptores táctiles, por lo que no habría una sensación dolorosa equivalente originada en el recto aunque el paciente refiera disconfort.
El límite anatómico entre anodermo y mucosa rectal, la línea dentada, es también el límite de la sensibilidad somática y visceral. Es el dolor el síntoma cardinal de las lesiones perianales y son sus cualidades sobre las que deberá interrogarse para obtener una adecuada semiología que oriente mejor al diagnóstico.
Sitio. Debe ser específicamente en el ano, no confundir con pujo, tenesmo y falsas ganas, que son síntomas de origen rectal.
Inicio. El inicio súbito o paulatino diferencia la causa entre las fisuras de origen traumático y las enfermedades infecciosas alérgicas o irritativas.
Intensidad. Las lesiones agudas habitualmente generan un dolor más intenso, como las fisuras anales y la trombosis hemorroidal externa.
Tipo. Es la característica que más cualidades tiene y que dirige el interrogatorio del dolor. Puede ser urente, transfictivo, punzante, pulsátil, continuo o intermitente.
Irradiaciones. De acuerdo al sitio de la lesión será la irradiación, por ejemplo, es típica la irradiación escrotal en fisuras y abscesos anteriores en periné.
Fenómenos acompañantes. Los más frecuentes son el prurito y la hemorragia, y de acuerdo a la semiología de éstos se integrará el diagnóstico.
Fenómenos que exacerban o calman el dolor. Las dermatitis atípicas, las lesiones dermatológicas, las trombosis y las fisuras en general disminuyen su sintomatología con la aplicación de frío, pero no así las lesiones neoplásicas o infecciosas.
Duración. Habitualmente el paciente con dolor anal no deja pasar mucho tiempo antes de acudir a un médico o realizar alguna maniobra que esté encaminada a paliarlo, pero es importante el tiempo de evolución en relación con la causa, por ejemplo, las neoplasias anales pueden ser de larga evolución.
Manifestaciones perianales que se manifiestan por dolor y síntomas acompañantes Absceso. El dolor se acompaña de aumento de volumen, discapacidad para el movimiento y fiebre.
Endometriosis. El dolor puede relacionarse con abultamiento y hemorragia transanal; es típica su aparición vinculada con periodos menstruales.
Enfermedad hemorroidal. El dolor puede ser súbito, intenso y asociado con un esfuerzo intenso reciente; se puede acompañar de hemorragia y en caso de ser trombosis externa hay una tumefacción violácea.
Fisura anal. Es la lesión dolorosa más frecuente, se caracteriza por dolor intenso, la sensación de estaca y se acompaña de hemorragia rutilante. Está estrechamente vinculada con la evacuación. El dolor se origina por la hipertonía del esfínter anal interno.