Buen estado físico, enfermedad cardiovascular, embarazo

Resultados alejados del ejercicio durante el embarazo

La continuación del ejercicio durante el embarazo sería un marcador que identifica a las mujeres que espontáneamente mantienen una actividad física vigorosa por un período de al menos 18-20 años a partir de su primer embarazo.

Introducción

Si bien el ejercicio aeróbico regular a lo largo del embarazo y la vida adulta mantiene un buen estado físico y reduce el riesgo cardiovascular, se desconocen los efectos específicos alejados del ejercicio durante el embarazo. El objetivo de este estudio fue examinar este aspecto en mujeres antes durante y después del embarazo. La hipótesis nula sugiere que un régimen de ejercicio aeróbico continuo y vigoroso durante el embarazo carece de efecto alejado perceptible en los índices de buen estado físico y de riesgo cardiovascular durante el período perimenopáusico. También se examinaron otros efectos alejados.

Métodos

Los datos se obtuvieron de 39 mujeres que habían participado en estudios de observación previos con ejercicios aeróbicos durante todo el embarazo o que no realizaron ejercicios aeróbicos durante ese período.

Todas las mujeres realizaron ejercicio regularmente y se les evaluó el buen estado físico antes e inmediatamente después del embarazo con que se inició el estudio y que se produjo hace 18-20 años.

Veinte mujeres continuaron un programa de ejercicio vigoroso a lo largo del embarazo (grupo EJ) y las restantes 19 interrumpieron el ejercicio en forma completa o lo redujeron en un 75%, aproximadamente (grupo NOEJ). Las participantes tuvieron la opción de elegir el tipo de actividad física que preferían.

Se compararon los resultados entre el grupo de mujeres que continuaron haciendo ejercicio al 50% o más del entrenamiento preembarazo con el grupo de mujeres que lo abandonó.

Protocolo de trabajo. En el primer día de estudio, se determinó en cada participante el peso y la altura junto con una historia clínica, examen físico y cuestionario alimentario.

Se evaluó la flexibilidad con un dispositivo para evaluar la capacidad de elongación del cuerpo en conjunto, junto con un goniómetro y una regla. La constitución del cuerpo se determinó usando un calibre Harpenden para pliegue de la piel, la absorciometría de rayos X de doble energía (DEXA) y una autoevaluación de la imagen global del cuerpo con una balanza. Se midió la máxima capacidad aeróbica (VO2max) en plataforma deslizante y se efectuaron registros electrocardiográficos.

Durante el segundo día se determinó la frecuencia cardiaca y la presión arterial en reposo y mediante ecocardiografía se midieron parámetros hemodinámicos del corazón.
En el tercer día, luego de haber comido una dieta estándar con 55% de hidratos de carbono, se determinó la glucemia, la tolerancia a la glucosa y el perfil lipídico.

Resultados

Ambos grupos tenían edades promedios semejantes (48 años), ninguna era fumadora ni bebía alcohol.

Antes del embarazo conque se inició el estudio, más del 75% de las mujeres de ambos grupos realizaron ejercicios aeróbicos 5 o más veces a la semana durante 30 minutos o más por sesión con una intensidad que excedió el 65% de la VO2max. Las restantes mujeres realizaron ejercicios aeróbicos entre 3 y 5 veces a la semana durante 30 o más minutos por sesión con una intensidad que excedió el 50% de la VO2max.

Durante el embarazo, las mujeres del grupo EJ continuaron voluntariamente el ejercicio físico al 50% o más del realizado antes del embarazo y todas volvieron a los valores de ejercicio preembarazo (> 75%) alrededor de los 6 meses después del parto.

El 75% del grupo NOEJ interrumpieron voluntariamente y en forma completa durante el período periembarazo. Otro 16% interrumpió completamente alrededor de la décima semana, Todas, excepto una mujer, en el grupo NOEJ volvieron casi a los valores preembarazo (> 75%) a los 6 meses después del parto.

Al momento de las determinaciones actuales, las mujeres del grupo EJ realizaban ejercicios al 82±7% de los valores preembarazo, que fue significativamente más alto (P < 0,01) que los valores en el grupo NOEJ (52±11%). Sin embargo, el grado de rendimiento fue similar en ambos grupos La Tabla 1 muestra las diferencias entre ambos grupos respecto a los distintos parámetros

Tabla 1. Variaciones de los distintos parámetros determinados entre ambos grupos

Parámetro

Grupo EJ

Grupo NOEJ

Índice de P

Aumento en kg3,4±0,99,9±3,0< 0,05
Índice de masa corporal (mg/m2)22,1±0,525,8±1,1< 0,01
Dexa (% de variación)-9-8< 0,001
Masa adiposa (kg)2,2±0,76,7±1,4< 0,004
VO2max (ml/kg/min)54±150±2< 0,02
Frecuencia cardíaca (latidos/minuto)55±164±2< 0,0003
VFDVI (ml)114±499±4< 0,05
Colesterol total (mg/dl)169±4190±9<0,02 

VFDVI: volumen de fin de diástole del ventrículo izquierdo.

La flexibilidad fue similar en ambos grupos. Tampoco hubo diferencias en la presión arterial, el volumen minuto cardiaco y la resistencia periférica entre ambos grupos.

No se registraron diferencias significativas entre ambos grupos respecto de algunos parámetros de laboratorio como la glucemia y la resistencia a la insulina

Discusión

Este estudio es el primero en describir el buen estado físico a largo plazo de las mujeres que continuaron realizando ejercicio físico a lo largo del embarazo. El principal hallazgo fue que la continuación del ejercicio durante el embarazo sería un marcador que identifica a las mujeres que espontáneamente mantienen una actividad física vigorosa por un período de al menos 18-20 años a partir de su primer embarazo. Esto reduce el peso corporal, el depósito de grasa y mantiene el buen estado físico. Además, reduce los índices de riesgo cardiovascular.
 
Otro hallazgo importante es la confirmación de que aún el mantenimiento de programas de ejercicios de bajo volumen es también beneficioso. 

Comentario y resumen objetivo: Dr. Ricardo Ferreira