Entre los signos y síntomas asociados con más frecuencia a trastornos de la articulación temporomandibular y dolor bucofacial se encuentran:
(con fines didácticos los clasificaremos por estructuras anatómicas)
1. Dolor o molestias al comer
2. Dificultad para abrir o cerrar la boca
3. Ruidos al abrir la mandíbula
Boca y dientes
• Dolor en varios dientes o en las encías sin ser de origen dental o periodontal.
• Rechinar o apretar los dientes (bruxismo).
• Alteraciones en la mordida, dientes desgastados, empastes, fundas o puentes que se desajustan o rompen.
• Morderse los labios, los carillos o las uñas.
Oídos
• Zumbidos, ruidos de cualquier tipo, disminución de la audición o mareos.
• Dolores y sensación de oídos llenos o tapados.
Cabeza
• Dolores de cabeza a repetición, especialmente en la zona temporal y que no calman con analgésicos.
• Migrañas.
Cara
• Dolor en los músculos masticatorios, especialmente por delante del oído y a los lados de la boca.
• Inflamación o cansancio de los músculos faciales.
Ojos
• Dolor detrás de los ojos.
• Sensibilidad a la luz.
Cuello, espalda y otras partes del cuerpo
• Cambios en la dirección y postura del cuello, cabeza y cuerpo.
• Dolor, cansancio o fatiga muscular.
• Dolor referido a los hombros espalda pecho o brazo.
• Mal sueño.
Muchos estudios revelan la importancia de factores etiológicos odontológicos que pudieran estar asociados a trastornos de la ATM:
• La hiperactividad muscular o bruxismo.
• La pérdida de dientes y las migraciones dentarias que sobrepasan la capacidad de adaptación del individuo.
• Trauma mandibular.
• Restauraciones dentarias no funcionales por exceso y defecto.
• Traumatismos por maniobras quirúrgicas prolongadas en tratamientos estomatológicos.
• Tratamiento de ortodoncia incompleto.
• Rehabilitación protésica no funcional.
• Trastornos del crecimiento y desarrollo cráneo mandibular que provoca maloclusiones que sobrepasan la capacidad adaptativa del individuo.
• Pericoronitis de los terceros molares inferiores, no tratados, que modifican el patrón habitual de masticación.
El tratamiento se realiza por fases y puede requerir varias sesiones, todas tendientes a estabilizar la oclusión y lograr una mejor distribución de las fuerzas masticatorias.
• Primera fase
· Terapia farmacológica (control de ansiedad y estrés).
· Rehabilitación (fisioterapia).
· Ajuste y equilibrio oclusal.
· Toxina botulínica tipo A.
•Segunda fase
· Terapia neural.
· Electromioterapia.
· Terapia láser de baja potencia.
· Ultrasonido.
· Dispositivos intrabucales.
• Tercera fase
· Métodos quirúrgicos.