El embarazo: posible factor etiologico

Embarazo y eritema anular centrifugo

Los cambios inmunológicos, endócrinos, metabólicos y vasculares que ocurren durante el embarazo pueden afectar la piel. Este artículo describe una paciente que desarrolla eritema anular centrifugo durante el embarazo.

Autor/a: Dres. Gursoy Dogan

Fuente: Am J Clin Dermatol. 2009;10(1):33-5

Desarrollo:

El eritema anular centrífugo es una enfermedad cutánea inflamatoria poco común caracterizada por lesiones múltiples, anulares, eritematosas con patrones policíclicos que migran lentamente.  Generalmente son autolimitadas y pueden resolver espontáneamente en varias semanas.  Las investigaciones han identificado una variedad de factores desencadenantes potenciales, pero sólo dos reportes previos notaron ésta condición durante el embarazo.

Reporte del caso

Consulta una paciente de 28 años embarazada con lesiones cutáneas.  Habían aparecido 8 semanas antes.  No había factores desencadenantes en el primer trimestre, como drogas o infecciones.  Se observaba en el cuerpo de la paciente numerosas lesiones anulares eritematosas asintomáticas que se habían agrandado a lo largo del tiempo.  Inicialmente estaba involucrada la espalda, pero luego las lesiones aparecieron en brazos y piernas.  Cada lesión comenzaba como una pápula eritematosa.  Luego el márgen periférico se alargaba y la porción central se aclaraba, con una hiperpigmentación central en la fase final.  El márgen de la lesión  se elevaba ligeramente e induraba, sin signos de escamas o ampollas.  El diámetro de las lesiones variaba de 2 a 14 cm (figura 1a).  La paciente no presentaba otros síntomas.  Las investigaciones de laboratorio incluían hemograma, parámetros renales o hepáticos, tests de función tiroidea, determinación de anticuerpos antinucleares, análisis de orina, que no revelaron anormalidades.

Los cultivos fueron negativos para tinea y cándida.  La biopsia de un borde activo de una erupción mostró paraqueratosis epidérmica leve y espongiosis.  En dermis superior se observó infiltrado linfocítico denso perivascular con pocos eosinófilos (figura 1b).  No se pudo realizar inmunofluorescencia directa.  El diagnóstico de eritema anular centrífugo se basó en las características clínicas y los hallazgos patológicos.

A la paciente se le prescribió corticoides de baja potencia y petrolato.  No mostró mejoría marcada luego de 2 semanas, y se discontinuaron los corticoides siguiendo con el petrolato.  Las lesiones cutáneas resolvieron gradualmente, y desaparecieron a la 36 semana de embarazo.  A las 38 semanas la paciente dio a luz un bebe sano. No tuvo recurrencia del rash los 12 meses posteriores al parto y su bebe no tenía erupciones.

Aunque la patogenia del eritema anular centrífugo no está del todo entendida se piensa que la enfermedad es una reacción cutánea por hipersensibilidad desencadenada por varios factores.  Algunos de ellos incluyen infecciones, medicaciones, y malignidad.  Sin embargo, en la mayoría de los casos, la causa es desconocida.

Los cambios inmunológicos, endócrinos, metabólicos y vasculares que tienen lugar durante el embarazo predisponen a cambios en la piel que pueden ser de naturaleza fisiológica o patológica.  Varias dermatosis se exacerban o precipitan durante el embarazo.  Los cambios cutáneos fisiológicos en el embarazo se correlacionan con las alteraciones hormonales que ocurren durante la gestación, en particular de los niveles de gonadotropina coriónica humana (hCG), progesterona y estrógenos.  La síntesis de hCG comienza luego de la nidación y aumenta en la semana 12, antes de disminuir en el tercer trimestre.  La hCG estimula la producción de de progesterona y estrógeno.  Los niveles de estrógeno y progesterona se incrementan constantemente durante el embarazo.  Algunos estudios han revelado que el eritema anular centrifugo puede estar relacionado con el ciclo menstrual y los compuestos estrogénicos.

En el caso reportado por Choonhakarn y Seramethakun, la paciente desarrolló eritema anular centrífugo en la semana 33 de embarazo y las lesiones desaparecieron luego del parto.  Rosina y col reportaron un caso similar en el cuál el eritema anular centrifugo apareció en la semana 33 de embarazo.

La paciente no recibió tratamiento salvo petrolato, y las lesiones desaparecieron al mes del parto.  Parece que el parto puede desencadenar eritema anular centrifugo, pero el mecanismo no está claro.  Los autores especularon que la enfermedad podría relacionarse con alteraciones hormonales y otros cambios fisiológicos que ocurren durante el embarazo.

En el caso presentado sugiere que el eritema anular centrifugo en el embarazo podría relacionarse con alteraciones hormonales, particularmente con el nivel de hCG. Apoya ésto el hecho de que no hubo recurrencias de la erupción luego del parto.

¿Qué aporta éste artículo a la práctica dermatológica?

Los cambios inmunológicos, endócrinos, metabólicos y vasculares que ocurren durante el embarazo pueden afectar la piel.  Este artículo describe una paciente que desarrolla eritema anular centrifugo durante el embarazo.  Las erupciones desaparecieron antes del parto. Este artículo discute las posibles conecciones entre eritema anular centrifugo y embarazo.



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Fig. 1.  Eritema anular centrifugo (a) Lesiones eritematosos anulares en espalda y brazos de la paciente (b) infiltrado linfocitico perivascular


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♦ Comentario y resúmen objetivo: Dra. Geraldina Rodriguez Rivello