Desde hace más de una década la mayoría de los estudios sobre terapéutica del reflujo GE se focalizaron en las lesiones endoscópicas. En realidad la correlación entre las lesiones y el grado de esofagitis con los síntomas de los pacientes es bastante pobre.
Los criterios clásicos de evaluación del tratamiento deben ser revisados a la luz de estos hechos. Actualmente existe consenso acerca de que el alivio sintomático y el control a largo plazo de la enfermedad son las metas primarias para la mayoría de los pacientes.
Los inhibidores de la bomba de protones constituyen el pilar fundamental para el tratamiento de pacientes con enfermedad por reflujo no erosiva así como para los casos con esofagitis. Actualmente la terapéutica escalonada comenzando con altas dosis aparece como el abordaje más costo efectivo.
Existen una serie de limitaciones respecto de este tratamiento. El alivio sintomático en menor en los casos de enfermedad por reflujo no erosiva que en los que presentan esofagitis erosiva. La gran heterogeneidad del grupo no erosivo puede ser uno de los factores fundamentales en la diversidad de respuestas. Pero el rol de la hipersensibilidad esofágica ha sido mencionado como especialmente en pacientes con exposición ácida normal. El rol del reflujo no ácido debe ser analizado.
El control a largo plazo de la enfermedad puede ser conseguido con el tratamiento farmacológico, la cirugía antirreflujo y actualmente mediante una serie de procedimientos endoscópicos disponibles.
Las diferentes modalidades de tratamiento con drogas puede ser dividida en:
a. Tratamiento continuo de mantenimiento.
b. Tratamiento discontinuo que se divide en dos categorías:
1. Intermitente.
2. A demanda.
Parece apropiado adecuar a cada caso según las necesidades y preferencias del paciente el abordaje seleccionado para cada individuo. Muchos pacientes con trastornos no erosivos o esofagitis moderadas no requieren tratamiento continuado de mantenimiento y estudios recientes han mostrado muy buenos resultados con el uso de inhibidores de la bomba de protones en regimenes a demanda.
Finalmente cuando se elige una estrategia el medico y el paciente bien informado deben considerer la eficacia, saguridad, tolerabilidad y costo del tratamiento.
La eficacia potencial de las nuevas drogas especialmente los GABA agonitas y los supresores ácidos de acción rápida así como las estrategias no farmacologicas quirúrgicas o endoluminales merecen futuras y exhaustivas evaluaciones.