¿Se deben identificar subgrupos de pacientes para evaluar mejor la respuesta al tratamiento antiplaquetario?
Estocolmo, Suecia
La eficacia del tratamiento antiplaquetario doble con clopidogrel en pacientes cardiovasculares es muy variable y el grado de agregación plaquetaria residual puede influir significativamente sobre el pronóstico.
Existen varios factores clínicos y genéticos que contribuyen a esta observación y se está determinando el polimorfismo genético. Sin embargo, hasta el presente no se identificaron conjuntos genéticos comunes que puedan predecir con fidelidad la respuesta de un paciente a un determinado tratamiento antiplaquetario.
Los investigadores del University Hospital, en Tuebingen, Alemania, encararon este desafío de equilibrar el riesgo de trombosis con el riesgo de hemorragia en el tratamiento antiplaquetario doble. El resultado de la investigación incluye la conclusión de que las pruebas de función plaquetaria (PFT: platelet function testing), si bien son un componente importante en la evaluación de riesgo, no se deben considerar para ajustar los regímenes antiplaquetarios.
Se elaboraron nuevos fármacos antiplaquetarios- y otros más se van a producir – que superan la baja respuesta al clopidogrel. Estos agentes tienen mayor efecto antiplaquetario y son menos susceptibles de dependencia genética. Sin embargo, según el Profesor Meinrad Gawaz del University Hospital en Tuebingen, existen factores importantes que se deben considerar antes de prescribir estos fármacos: “Estos agentes nuevos que ofrecen mayor inhibición plaquetaria también conllevan mayor tasa de hemorragia,” manifestó.
“Por lo que sabemos, estos fármacos se estudiaron más frecuentemente en pacientes con síndromes coronarios agudos, pero su importancia en pacientes con enfermedad arterial coronaria estable no está adecuadamente determinada.”
Por lo tanto, es esencial identificar subgrupos de pacientes que se podrían beneficiar con los nuevos tratamientos. Las PFT pueden ayudar a monitorear y conducir el tratamiento antiplaquetario en los pacientes en riesgo. Estos grupos de pacientes incluyen a los diabéticos y los que sufren de trombosis del stent.
Las PFT se emplean con diferentes metodologías y es necesario lograr resultados reproducibles y establecer consensos sobre el punto de corte para poder diferenciar entre riesgo trombótico y riesgo de hemorragia.
Los resultados de los estudios en evolución mostrarán si el empleo rutinario de PFT para ajustar la dosis y el tratamiento, podrá mejorar los resultados. Hasta entonces, las PFT representan un componente importante para evaluar el riesgo trombótico, pero aún no se puede recomendar el tratamiento ajustado basado sobre el informe de las PFT como práctica de rutina, aunque se podrían considerar en determinados pacientes que tienen riesgo de hemorragia.