Introducción
Una perforación dentaria se define como una lesión artificial involuntaria, que comunica la cavidad pulpar con el ligamento periodontal.1 El tratamiento endodóntico está sujeto a accidentes iatrogénicos; durante la apertura de la cámara pulpar y la preparación de los conductos, puede producirse la perforación accidental del piso de la cámara, la cual deberá de atenderse inmediatamente si se desea evitar un mal pronóstico para el órgano dentario afectado. Este accidente también se puede presentar durante la preparación del espaciopara colocar un poste intrarradicular o como resultado de la extensión de una reabsorción interna en tejidos perirradiculares.2
Lo más frecuente es que este tipo de accidentes ocurra en el tercio apical de raíces curvas, en la zona externa de la curvatura radicular y junto a la formación de escalones; además, en casos de transportación apical, que en conjunto representan los errores clásicos de la instrumentación en conductos curvos.3
El diagnóstico temprano de este tipo de accidentes es muy importante para establecer el tratamiento, el cual depende de su localización, características, tamaño, grado de contaminación, técnica de sellado, posibilidad de acceso, extrusión de material hacia el ligamento periodontal, tiempo entre la ocurrencia de la perforación y el tratamiento de la misma, higiene del paciente y compatibilidad del material a utilizar.1
El empleo del MTA como sellador en perforaciones dentales es actualmente un éxito, ya que este material tiene propiedades de biocompatibilidad con tejidos periodontales, baja toxicidad, estimula la adhesión y crecimiento de osteoblastos y, con esto, favorece la cicatrización y reparación ósea.4
En general, la técnica para sellar una perforación recomienda el aislamiento de la pieza dental dañada, la desinfección del área de la perforación, la obturación de los conductos previa al sellado y la eliminación del sangrado; asimismo, en algunos casos se aconseja el empleo de membranas reabsorbibles o esponjas coagulantes para evitar la salida del material de obturación.2
Los pernos radiculares son estructuras destinadas fundamentalmente a la conexión entre la porción radicular y la restauración coronaria, en dientes que han recibido tratamiento endodóntico. Su empleo se recomienda sólo cuando no sea posible asegurar la retención o estabilidad estructural de la reconstrucción coronaria por otro medio.5
Los pernos radiculares preformados son una opción eficaz para la restauración dentaria; éstos se clasifican en cuatro generaciones:
1ª Generación, comprende elementos metálicos (acero/titanio) que se enroscan en la dentina a través de filos que poseen en su porción radicular, comúnmente llamados “tornillos”.
2ª Generación, incluye elementos metálicos (titanio o aleaciones de titanio con otros metales), que se insertan pasivamente y se fijan por medio de adhesivos.
3ª y 4ª Generación, elementos no metálicos (cerámicos o de base orgánica) que se insertan pasivamente y necesitan de una fijación adhesiva.5
Los postes elaborados con resinas compuestas reforzadas con fibras de vidrio o cerámicas, son materiales resinosos con propiedades físicas mejoradas, como dureza y resistencia al desgaste, debido a la incorporación de fibras de carbón, vidrio, polietileno o kevlar, dentro de la estructura interna de la resina.6
Muchos cirujanos dentistas prefieren el uso de postes prefabricados por ser una opción práctica, de bajo costo y, en algunos casos, menos agresiva con los tejidos dentarios debido a su biocompatibilidad; son fáciles de trabajar, tienen estabilidad y cubren con la exigencia respecto a la estética.7 Son una alternativa para reconstruir dientes que han sido afectados severamente por caries, traumatismos, deficiencias congénitas o reabsorciones internas.5,8,9
Reporte del caso
En noviembre del año 2005 fue recibido un paciente masculino, de 47 años de edad, sin antecedentes patológicos meritorios de atención dental integral; como parte de la historia clínica refirió que en el año 1998 fue sometido a endodoncia del primer premolar inferior derecho, que fue reconstruido utilizando un perno intrarradicular colado y una corona de porcelana; posterior a esto, le apareció una fístula en la mucosa gingival, que drenaba en forma esporádica e intermitente; asimismo, fue tratado mediante un curetaje en la zona afectada, en el año 2000.
Un año después, se diagnosticó una perforación radicular y se intentó realizar el sellado de la misma mediante un procedimiento quirúrgico, utilizando óxido de zinc y eugenol como material de obturación, sin que esto resolviera el problema (Foto 1).
Foto 1. Radiografía periapical del sitio de la perforación, posterior al sellado
por vía quirúrgica con cemento de óxido de zinc y eugenol
Como parte de nuestros estudios diagnósticos, se solicitó una radiografía panorámica (Foto 2).
Al realizar el análisis correspondiente, nos percatamos de la presencia de un tratamiento endodóntico en el primer premolar inferior derecho, el cual se observaba con un nivel de obturación a menos de 2 mm del ápice radiográfico; asimismo, presentaba una reconstrucción coronal donde se utilizó un perno intrarradicular que se observaba desviado del eje longitudinal de la raíz hacia la cara distal del premolar. Al utilizar una radiografía periapical del órgano dentario afectado, se descubrió una lesión ósea de aproximadamente 3 mm de diámetro (Foto 3), con lo que se confirmó la presencia de una perforación radicular.
Foto 2. Radiografía panorámica para diagnóstico;
se observa zona radiolúcida en tercio medio radicular del primer premolar inferior derecho.
Foto 3. Radiografía periapical del diente afectado;
obsérvese la zona radiolúcida a nivel de tercio medio
radicular, así como ausencia del material utilizado para el sellado previo de la perforación.
Nuestro tratamiento consistió en retirar la corona y el poste intrarradicular y realizar un retratamiento endodóntico, donde sólo se logró aumentar un milímetro la longitud de la obturación previa. Posteriormente, se realizó el sellado de la perforación por vía coronal, rellenando en su totalidad el conducto radicular con cemento MTA (Angelus); al mismo tiempo, se colocó un poste de fibra de vidrio, seleccionado previamente, y se esperó a que el cemento MTA fraguara por completo fijando al poste en el interior del conducto; al término de esto, se colocó una corona provisional de acrílico. Una semana después, se reemplazó por una restauración de metal porcelana.
Foto 4. Radiografía a dos años y medio del sellado con MTA;
nótese la presencia de lámina dura en el sitio de la perforación.
En mayo de 2008, el paciente regresó para una nueva valoración integral, encontrándose asintomático y sujeto a tratamiento ortodóntico. Al tomar una radiografía periapical del diente tratado, observamos evidencias radiográficas de reparación en la lesión ósea, incluyendo la presencia de lámina dura en el sitio de la perforación (Foto 4).
Así, después de más de dos años del sellado, consideramos exitoso el tratamiento.
Discusión
Hasta antes de la aparición del MTA, los dientes que sufrían perforaciones radiculares o de la furca estaban condenados a la extracción; este nuevo material y el microscopio clínico se han convertido en importantes herramientas terapéuticas para tratar con éxito estos errores.10
El caso presentado tiene la peculiaridad de haberse resuelto después de más de siete años de evolución, con una técnica que incluye el sellado de la perforación y la colocación de un poste radicular en forma simultánea, empleando el MTA como agente cementante del poste. La reparación del tejido periodontal próximo al sitio de la perforación es evidente después de dos años y medio del tratamiento, donde se aprecia radiográficamente que la lesión inicial ha desaparecido y se evidencia la presencia de lámina dura.
La estabilidad de la restauración y la resistencia del poste, aun a la tracción provocada por el tratamiento ortodóntico a que el paciente está siendo sometido, son muestra de la efectividad del MTA como agente cementante en postes de fibra de vidrio.
Bibliografía
1 Montero MA. Aplicación del microscopio en el sellado de grandes perforaciones de furca con MTA Endodoncia 2006; 24:4 207-13.
2 González VA, Martínez-Conde Ll, Escobar R, Aguirre E. Retratamiento endodóntico no quirúrgico en un caso de perforación radicular del tercio apical. Endodoncia 2001; 19:4 269-273.
3 Juárez B, Monteiro B, et al. Tratamiento de perforaciones radiculares en dientes de perros con 2 marcas comerciales de agregado trióxido mineral (MTA). Endodoncia 2005; 23:3 165-170.
4 Torabinejad M, Chivian N. Clinical applications of mineral trioxide aggregate. J Endodonctics 1999; 25: 197-205.
5 Holland R, Otoboni Filho JA, et al. Mineral trioxide aggregate repair of lateral root perforations. J Endodontics 2001; 27: 4 281-284.
6 Jiménez P. Nueva generación de muñones estéticos de resina reforzada con fibra de vidrio. Presentación de un caso clínico. Acta Odontológica Venezolana 2001; 39:369-374.
7 Edelhoff D, et al. Pernos radiculares y reconstrucciones de muñón de cerámica individualizadas, primera experiencia clínica con el sistema Cosmo Post. Quintessence 1999; 12:8 499-507.
8 Macchi RL, Macchi E. Postes de base orgánica y resistencia del remanente dentario: Modelo experimental. RADA 2001; 89:4 383-6.
9 Fernández EF, Ibáñez C. Pernos de última generación para coronas cerámicas libres de metal. RADA 2000; 88:4 445-52.
10 A Espinosa T. Sellado de perforaciones en furca con trióxido mineral agregado (MTA), por mala práctica endodóntica, reporte de dos casos. Med Oral 2005; 7 91-94..