Cinco años de seguimiento

Progresión del queratocono después de implante de anillo corneal intraestromal en pacientes jóvenes

Investigación para determinar si el implante de anillo corneal intraestromal afecta la progresión del queratocono en pacientes jóvenes.

Autor/a: Alfredo Vega-Estrada, MD, MSc, Jorge L. Ali_o, MD, PhD, Ana B. Plaza-Puche, OD, MSc

Fuente: J Cataract Refract Surg 2015; 41:1145–1152

Indice
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2. Bibliografía

El queratocono es un problema de la córnea, en el que el afinamiento progresivo hace que ésta se vuelva cónica, provocando astigmatismo irregular y disminución de la agudeza visual. El queratocono comienza en la pubertad y avanza hasta los 30 años, edad en la que generalmente se estabiliza. Las opciones para tratar el queratocono son el uso de lentes, lentes de contacto blandas o rígidas permeables al gas, anillo corneal intraestromal, entrecruzamiento de colágeno corneal (crosslinking. CXL) y queratoplastía. 

La progresión de la patología resulta de un proceso multifactorial, clínicamente está relacionada con pérdida de la agudeza visual sin corrección y de la agudeza visual de lejos con corrección, aumento de la refracción (esfera y cilindro), aumento del astigmatismo. Además, existen otros indicadores de que la patología está avanzando como la irregularidad de la superficie anterior de la córnea, aumento de la ectasia, afinamiento de la córnea, incremento de las aberraciones y cambios en las propiedades biomecánicas de la córnea. 

El implante de anillos intraestromales se realiza para inducir cambios geométricos en la curvatura y mejorar así la agudeza visual, reduciendo el error refractivo y la queratometría media. Asimismo, el remodelado de la córnea mejora la calidad óptica, reduciendo las posibles aberraciones. 

Estudios a largo plazo han informado que esta técnica podría ser una opción terapéutica para detener la progresión del queratocono. Sin embargo, no se han publicado pruebas suficientes. En el presente estudio, evaluamos los resultados a largo plazo del implante de anillos intraestromales para evaluar si pueden detener la progresión natural del queratocono en pacientes con progresión confirmada de la patología con menos de 30 años al momento de la cirugía.


Pacientes y métodos:

Se evaluaron ojos con queratocono progresivo confirmado e implante de anillos intraestromales. Se obtuvieron resultados sobre visión, refracción, topografía y aberraciones en dos exámenes previos a la cirugía para confirmar la naturaleza progresiva de cada caso. El seguimiento postoperatorio fue de cinco años. 

Se evaluaron pacientes menores de 30 años ya que el queratocono generalmente comienza en la pubertad y sigue avanzando hasta dicha edad. En la práctica clínica siempre ha sido controvertido como determinar la progresión, no es sencillo. En el presente estudio se analizaron los cambios en las variables preoperatorias visuales, refractivas y topográficas. Durante dicho periodo, hubo un incremento medio de más de 1.0 D en esfera, cilindro y equivalente esférico y de 3.0 D en el valor queratométrico medio. Estos cambios refractivos y topográficos estuvieron correlacionados con el deterioro de la agudeza visual, lo que confirmó la naturaleza progresiva de los casos.

A los seis meses de la cirugía, hubo una mejora significativa en las variables visual, refractiva y topográfica. Hubo una reducción de más de 4.0 D en el equivalente esférico y en la queratometría media, lo que mejoró la agudeza visual de lejos con y sin corrección. Esto coincide con varios estudios sobre el tema. La mayoría concluyó que el implante de anillo intraestromal reducía los valores de la esfera, cilindro, equivalente esférico y queratometría, mejorando la visión. 

A pesar de la mejora a los seis meses, a los cinco años hubo una regresión significativa del efecto positivo. Observamos una reducción de 2,69 D en el equivalente esférico y de casi 3,5 D en la queratometría media entre los 6 mese y los 5 años, lo que deterioró la función visual. La mejora obtenida a los seis meses del implante se pierde a los cinco años. 

Algunos estudios informaron resultados estables a largo plazo, pero no distinguieron entre queratocono progresivo y estable. 

La estabilidad mecánica de la córnea está determinada en primer lugar por la estructura de las moléculas de colágeno y su distribución que en pacientes normales es ortogonal. Esta distribución espacial de las fibras de colágeno se pierde en ojos con queratocono, lo que debilita el tejido y lo hace inestable. Hasta ahora la única técnica quirúrgica que mostró detener la progresión es el entrecruzamiento de colágeno corneal con riboflavina y radiación ultravioleta A. Este  procedimiento aumenta la rigidez del tejido al inducir una reacción fotooxidativa que crea uniones covalentes o puentes entre las fibras de colágeno del tejido corneal. 

El implante de anillos intraestromales actúa acortando el arco central, lo que aplana y regulariza la superficie anterior de la córnea, reduciendo el equivalente esférico y mejorando la visión. Sin embargo, el efecto no es suficiente para detener la progresión del queratocono en el largo plazo en pacientes con queratocono progresivo. Otro estudio que investigó los mecanismos de acción de los anillos intraestromales, encontró que el tratamiento no altera las propiedades biomecánicas del tejido corneal.

Los resultados de este estudio  indican que debemos considerar asociar distintas técnicas como por ejemplo el entrecruzamiento corneal con el implante de anillos corneales para detener la progresión del queratocono y modelar el estroma. 


Conclusiones:

El implante de anillos intraestromales mejoró significativamente los parámetros visuales, refractivos y topográficos en el corto plazo, sin embargo, la regresión observada a los 5 años indica que dicho tratamiento no detiene definitivamente la progresión del queratocono en pacientes jóvenes con progresión confirmada de la patología.

Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de oftalmología.