Costos y beneficios

Hipoglucemia neonatal: aprender de las demandas judiciales

Efecto de las demandas por hipoglucemia neonatal y su repercusión en la mejora de la seguridad de los pacientes

Autor/a: Jane M Hawdon, Jeanette Beer, Deborah Sharp, Michele Upton

Fuente: Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed doi:10.1136/archdischild-2016-310936

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 Introducción 

La hipoglucemia neonatal sigue siendo una fuente de preocupación clínica y de cierta controversia. En ausencia de una base de evidencia sólida, las guías recientes han sido por necesidad pragmáticas y basadas en la experiencia clínica. Los médicos tratan de evitar el daño que resulta de la hipoglucemia neonatal no reconocida y no tratada, mientras se adoptan prácticas que evitan la separación innecesaria de la madre y el bebé. Este es un enfoque del Grupo de Trabajo sobre Hipoglucemia Neonatal, dirigido por dos de los autores, que contribuye al Programa de Mejora de la Seguridad del Paciente del Servicio Nacional de Salud (SNS) para reducir las admisiones de los neonatos de término y cercanos al término en las unidades neonatales.

La hipoglucemia neonatal sigue siendo una fuente de preocupación clínica y de cierta controversia. En ausencia de una base de evidencia sólida, las guías recientes han sido por necesidad pragmáticas y basadas en la experiencia clínica.

A pesar de la controversia descripta, es bien reconocido que la hipoglucemia neonatal en raras pero trágicas ocasiones causa alteración del desarrollo neurológico a largo plazo en el niño, con la consecuente repercusión en la familia. El costo de organización del SNS para el daño potencialmente evitable no ha sido cuantificado, pero incluye el de reclamos de litigio exitosos.

La Autoridad de Litigios del SNS (AL-SNS) se estableció en 1995 como una autoridad sanitaria especial. Es un brazo sin fines de lucro del SNS que proporciona un seguro de responsabilidad por demandas legales contra el SNS, ayuda al SNS con la gestión de riesgos, compartiendo lecciones de reclamaciones y proporcionando otros tipos de servicios legales y profesionales para sus miembros. Cuando maneja las demandas, la AL-SNS actúa en nombre de sus miembros para garantizar que los reclamos justificados se resuelvan completa y rápidamente y para defender robustamente las reclamaciones injustificadas a fin de proteger los recursos del SNS. El 96% de las demandas justificadas se resuelven fuera de los tribunales para minimizar los costos legales.

Un aspecto importante del trabajo de la AL-SNS es compartir la información de las demandas de responsabilidad individual y de todo el sistema nacional de salud para apoyar el aprendizaje y las mejoras en la seguridad. Esto se logra compartiendo con las organizaciones del SNS ejemplos de daños evitables con el fin de mejorar la seguridad del paciente, lo que trae tanto beneficios humanos como de organización.

La AL-SNS tiene que manejar dos intereses contrapuestos para minimizar los costos globales de la negligencia clínica para el SNS - solucionar las demandas justificadas de manera eficiente y defender las acciones injustificadas robustamente. Se busca el equilibrio adecuado para garantizar que los pacientes individuales (y el personal en su caso) sean compensados adecuadamente al tiempo que se protegen los fondos públicos.

El volumen numérico de las demandas relacionadas con la obstetricia/maternidad (incluyendo el daño neonatal potencial) recibidas por la AL-SNS representa el 10% del volumen total de las demandas recibidas por la AL. Sin embargo, el valor monetario asociado con estas reclamaciones de £ 479.530.652 corresponde al 41% del total de £ 1169.586.958, y es significativamente mayor que para cualquier otra especialidad. El objetivo de proporcionar una atención más segura es minimizar el daño, pero estas cifras indican que, además, una atención más segura liberaría dinero el cual a su vez puede ser invertido para proporcionar una mejor atención.

 Métodos

No se requirió la aprobación del Comité de Ética en Investigación, ya que se realizó un estudio retrospectivo utilizando datos anónimos recogidos de forma rutinaria de la base de datos de la AL-SNS.

Se identificaron las demandas notificadas a la LA-SNS entre 2002 y 2011 (inclusive) alegando daños causados por la hipoglucemia neonatal a partir del Sistema de Gestión de Demandas de la AL-SNS. La documentación anónima, sin identificación del paciente, en relación a las demandas fue revisada por un neonatólogo consultor y por la Directora de Seguridad y Aprendizaje (Obstetricia) de la AL-SNS para identificar los puntos en términos de factores de riesgo y manejo clínico que podrían haber causado o contribuido al daño. Los déficits potenciales en la atención médica se tomaron de las cartas de demanda, cartas de respuesta, informes de expertos o documentación equivalente, y se corroboraron cuando fue necesario por referencia a los documentos que contenían información factual no identificable, por ejemplo, el peso del niño al nacer.

La base de datos del Sistema de Gestión de Demandas (SGD) de la AL-SNS interactúa con una serie de herramientas de información para permitir a los centros del SNS examinar las demandas relativas a su propia organización. El SGD está diseñado principalmente para el manejo de reclamaciones, y cuenta con datos protegidos legalmente y sensibles para el paciente. Sin embargo, los datos consignados en el SGD también se utilizan para la previsión financiera, la fijación de precios para los esquemas de indemnización que gestiona la AL-SNS, y el manejo  del rendimiento interno, informando políticamente y respondiendo a las solicitudes de información del público y del parlamento en conformidad con los procedimientos para la Libertad de Información, la Ley de Protección de Datos y las cuestiones parlamentarias. En la base de datos se hicieron búsquedas por palabras clave, por ejemplo, neonatal e hipoglucemia, y después se comprobó manualmente la relevancia de las demandas de cada consulta.

Se extrajeron los siguientes datos, cuando estaban disponibles, de la documentación retenida en la base de datos para cada caso, y se aplicó la experiencia clínica de uno de los autores en caso necesario para la interpretación de los mismos:

♦ Fuente de admisión
♦ 
Profesional de la salud que evaluó al niño, hospital versus comunidad
♦ Factores de riesgo para hipoglucemia (por ejemplo, bajo peso al nacer) identificables al   nacimiento
 Método de alimentación
 Etiología probable de la hipoglucemia
♦ Signos clínicos reportados antes o al momento del diagnóstico
♦ Ante factores de riesgo identificables ¿Se instituyó el monitoreo de la glucosa?
♦ Métodos de medición de la glucemia

Los posibles déficits en la atención médica extraídos de los documentos se agruparon de la siguiente manera, en base a la cronología esperada para la atención postnatal y de acuerdo con la experiencia clínica del autor:

♦ Falla en el inicio de la monitorización de la glucosa sanguínea ante la presencia de factores de riesgo identificables
♦ Alta precoz del neonato con factores de riesgo sin garantía de que la alimentación fuera suficiente para mantener la glucemia, o sin una evaluación de los signos neurológicos anormales
♦ Consejos insuficientes para la madre al alta
♦ Falta de atención a las preocupaciones maternas
♦ Incapacidad de reconocer y documentar los signos clínicos anormales, incluyendo el comportamiento anormal de la alimentación, y la evaluación del niño a causa de esos signos.
♦ Prueba diferida para el nivel de glucosa en sangre y/o para obtener resultados después de la identificación de signos clínicos
♦ Medidas apropiadas demoradas ante un resultado de glucosa en sangre baja
♦ Derivación tardía para revisión médica
♦ Demora en la revisión médica después de la derivación
♦ Admisión diferida a la unidad neonatal
♦ Demora en la administración de la glucosa intravenosa
♦ Aporte de glucosa intravenosa insuficiente

 Resultados

Se identificaron inicialmente 41 demandas potenciales durante el período de búsqueda. De éstas, 30 fueron adecuadas para su revisión temática. Las razones para la exclusión de los otros 11 casos fueron las siguientes:

5 – Ausencia de carta de demanda/alegato
2 – Ausencia de demanda por hipoglucemia
2 - Documentos archivados
1 - Sin demanda hecha
1 - Caso no neonatal

Los niños habían nacido entre 1995 y 2010, inclusive. Todos tenían > 36 semanas de gestación. El tiempo medio transcurrido entre la fecha del supuesto incidente y la notificación de la demanda a la AL-SNS fue de 4,8 años, variando entre 3-72 meses. Las razones por las que algunas demandas tardaron más en presentarse a la AL-SNS fueron las siguientes:

♦ Algunas demandas fueron presentadas a raíz de un proceso de queja interna a la institución
♦ 
Algunos padres no fueron conscientes de la magnitud de los daños en sus hijos hasta que éstos perdieron pautas madurativas
♦ 
La firma de abogados demandante podría pedir a la institución copias de los registros hospitalarios y buscar su propia prueba pericial antes de la presentación de una demanda formal

Para un bebé, hubo demandas contra dos proveedores de atención médica en relación con la misma presunta lesión. Los detalles de estas demandas se fusionaron en un caso para su revisión.

Para una demanda, no se identificaron problemas de atención, y no estaba documentado que el niño hubiera experimentado hipoglucemia neonatal; por lo tanto, no hubo temas identificables.

Por lo tanto, se extrajeron los datos de las demandas correspondientes a 28 bebés, y aquellos relativos a la prestación de atención se agruparon en temas. Si bien los resultados clínicos no estaban al alcance de la revisión, las siguientes citas de la documentación pusieron de manifiesto en algunos casos la extensión de la lesión:

"La niña tiene una discapacidad grave y requiere atención de apoyo las 24 horas. No se ha establecido si la lesión cerebral tendrá algún impacto sobre la esperanza de vida, aunque la movilidad limitada y el déficit cognitivo podrían contribuir a una pérdida de la expectativa de vida, y sus necesidades médicas para el resto de su vida probablemente sean complejas. Ella se mueve puertas adentro, pero no puede caminar bien en suelo desigual o sobre un suelo plano por más de 200 metros. Ella requiere ayuda para vestirse, para limpiarse después de ir al baño y tiene que tener su comida cortada. Ella no tiene ninguna sensación de peligro para sí misma o para otros, actúa de una manera peligrosa y destructiva y requiere supervisión cercana constante."

Documentación

La cantidad y la naturaleza de la documentación disponible en la base de datos de la AL-SNS varió de acuerdo con lo lejos que el proceso de litigio había progresado antes de que se resuelva la demanda. Por ejemplo, donde la AL-SNS aconsejó una pronta solución, se tomaron datos de documentos limitados, por ejemplo, de la carta de demanda y de la carta de respuesta. Para otros que progresaron a juicio, había más documentos, por ejemplo, los informes de expertos.

Fuente de remisión

Quince bebés presentaron hipoglucemia neonatal en una sala posnatal, 11 desarrollaron signos clínicos en el hogar, un bebé en una unidad dirigida por parteras y un niño presentó síntomas inicialmente en una sala posnatal y fue tratado en una unidad neonatal, pero tuvo recurrencia de la hipoglucemia al alta hospitalaria.

Factores de riesgo y etiología de la hipoglucemia neonatal

El factor de riesgo más común para el desarrollo de hipoglucemia identificado por los autores fue el bajo peso al nacer o en el límite del bajo peso (peso al nacer alrededor o por debajo de 2,5 kg). Este fue el caso en 16/28 (57%) niños, algunos de los cuales tenían ≥ 40 semanas de gestación. En 14 de estos 16 niños, figuró en la documentación que, además, habían desarrollado una conducta alimentaria anormal o hipotermia antes del diagnóstico de hipoglucemia. Se reconoce que algunos signos clínicos, como por ejemplo, la mala alimentación, pueden ser la causa de la hipoglucemia, o la consecuencia de la hipoglucemia, o ambas.

Dos (7%) bebés habían nacido de una madre con diabetes gestacional. Diez de los 28 (36%) niños no tenían factores de riesgo claros que pudieran haber sido detectables en el momento del nacimiento. Uno de estos bebés tuvo diagnóstico posterior de hiperinsulinismo neonatal, y otro tuvo diagnóstico posterior de septicemia por gram-negativos. Ambos niños se presentaron con signos clínicos anormales antes del diagnóstico de hipoglucemia que llevaron al diagnóstico de las patologías subyacentes. Los restantes ocho bebés sin factores de riesgo no tenían una causa subyacente identificada para convertirse en hipoglucémicos, pero todos presentaron una conducta alimentaria anormal (que incluyó falta de despertar para alimentarse, dificultad para la lactancia materna, succión inefectiva, aspecto inquieto y exigencia de alimentaciones muy frecuentes). La mayoría de los bebés en la cohorte fueron inicialmente amamantados, pero a algunos de éstos se les ofreció posteriormente alimentación con fórmula.

> Presentación de signos clínicos

Para 21/28 (75%) bebés, fue la conducta alimentaria anormal lo que causó preocupación clínica. De estos 21 niños, 2 también se describieron como hipotónicos, 5 también como hipotérmicos, 1 también como irritable y otro también como somnoliento.

Ocho de los 28 (29%) niños fueron descriptos como hipotérmicos, ya sea de forma aislada o en combinación con mala alimentación o somnolencia.

Un bebé fue descripto como hipotónico de forma aislada, y otro bebé se presentó con colapso cardio-respiratorio.

Los signos clínicos presentados por dos niños no fueron documentados.

Probables déficits en la atención

Se identificaron las siguientes probables deficiencias en la atención; para la mayoría de los niños, hubo más de un probable déficit de atención:

♦ Para 24 bebés (96%):
El método inicial de estimación de la glucemia fue un dispositivo de prueba cercano al paciente. Para el bebé restante, no hubo un resultado de prueba cercana al paciente, ya que la política de la unidad era utilizar métodos de laboratorio solamente. Sin embargo, la adhesión a esta política dio lugar a una excesiva demora en el diagnóstico y el tratamiento, ya que la muestra se analizó en un laboratorio distante.
♦ 
Para 20 bebés (71%):
Falla en realizar una evaluación adecuada y documentada de los factores de riesgo (incluyendo el peso al nacer) o de los signos y la historia clínica (incluyendo la historia alimentaria)
Incapacidad de reconocer la importancia de los signos clínicos anormales (incluyendo la conducta alimentaria anormal)
Fracaso para evaluar la causa subyacente de los síntomas clínicos
♦ 
Para 16 bebés, esto fue obviado por el personal de la maternidad o de los servicios de urgencias, para 3 por parte del personal de la comunidad y para 1 por el personal de ambos ámbitos.
♦ 
Para 10 bebés (36%):
Falla en tener en cuenta las preocupaciones maternas
♦ Para 9 bebés (32%):
Fracaso para iniciar el monitoreo de la glucemia en un bebé con factores de riesgo identificables
♦ 
Para 9 bebés (32%):
Alta desde la sala de puerperio a la comunidad de un bebé con factores de riesgo o signos clínicos anormales sin garantía de que la alimentación fuera suficiente para impedir la hipoglucemia
♦ Para 4 bebés (14%):
Demora en actuar en base al resultado de la glucemia una vez disponible
♦ Para 3 bebés (11%):
Derivación tardía al pediatra después de identificar las preocupaciones
♦ Para 3 bebés (11%):
Retraso en la admisión a la unidad de neonatología tras el diagnóstico de hipoglucemia clínicamente significativa
♦ Para 2 bebés (7%):
Retraso en la administración de glucosa por vía intravenosa después del ingreso a la unidad neonatal
♦ Para 2 bebés (7%):
Insuficiente glucosa intravenosa para corregir la hipoglucemia; un bebé nació después de una diabetes materna, y otro tenía hiperinsulinismo neonatal inesperado
♦ Para 1 bebé:
Retraso en la asistencia por un pediatra después de la solicitud de la partera
Para 1 bebé:
Retraso en la obtención del resultado de la glucosa en sangre después de tomar la muestra
Para 1 bebé:
Fracaso en proporcionar asesoramiento adecuado a la madre después del alta

Acuerdos financieros

De los 30 casos examinados, se pagó en 25 por los daños. Para uno de los casos, no hubo costos legales o daños pagados por la AL-SNS, y para cuatro, solo se pagaron los costos de la defensa (total de £ 135.772).

El valor total (valor de todas las demandas ya sea abiertas/cerradas o sujetas a pagos periódicos) de las 25 reclamaciones donde se pagaron daños + costos legales fue de £ 162.166.677. A la fecha, se han pagado £ 48.798.635 en costos y daños legales. Los restantes £ 118.474.042 se pagarán a través del tiempo, ya sea como parte de una orden de pago periódica o una vez que el caso esté cerrado y los costos finales y daños arreglados.

El rango para demandas individuales, incluyendo los costos, fue £ 2.465.000- £ 12.640.000, con una mediana de £ 6.300.000.

 Discusión 

El inmenso impacto personal en el niño y la familia cuando ocurre un daño en el período neonatal no se puede cuantificar financieramente y no puede ser ignorado. Este documento pone de relieve los costos financieros adicionales para el SNS por daños potencialmente evitables. Agregados a estos costos están los costos de la atención neonatal aguda y los costos actuales de salud, educación y cuidado social. La razón para incluir los datos financieros en este documento es destacar que la prevención de incluso estos pocos casos de lesiones liberará inmensos recursos del SNS para mejorar la atención al paciente. A pesar de los costos involucrados en el pleito, es una medida tranquilizadora que la gran mayoría pasa a los reclamantes que han sufrido daños, y la minoría para costos legales.

El inmenso impacto personal en el niño y la familia cuando ocurre un daño en el período neonatal no se puede cuantificar financieramente y no puede ser ignorado. 

Se reconoce que los bebés en esta cohorte no son los típicos de la población de niños en riesgo de o con hipoglucemia neonatal. Ellos tendieron a ser lactantes con hipoglucemia severa y prolongada por lo que el daño fue sostenido, y cuyos padres identificaron posibles déficits en la atención. Es probable que un pequeño número de niños que llegaron a un daño no hayan sido reportados a la AL-SNS a lo largo del proceso de litigio, o que no fueran detectados en la búsqueda de la base de datos. Sin embargo, el total de 25 casos en un período de 10 años debe considerarse en el contexto de una tasa de natalidad del Reino Unido de alrededor de 800.000/año.

Los autores reconocen que la naturaleza variable de la documentación obtenida de la base de datos de la AL-SNS ha impedido una completa determinación de los detalles clínicos, como sería el caso si se estudiaran los registros médicos. Se debería considerar la posibilidad de conseguir la aprobación para aplicar una metodología de investigación confidencial en una cohorte de este tipo.

La gravedad y la duración de la hipoglucemia y el probable déficit neurológico consiguiente estuvieron fuera del alcance de esta revisión, ya que no hubo detalles suficientes en los documentos revisados para su determinación.

Si bien no todos los posibles déficit en la atención mencionados anteriormente han sido probados, hay temas que refuerzan las guías estándar publicadas e introducen nuevas áreas de consideración. Aunque las directrices específicas autorizadas para el manejo del lactante en riesgo de hipoglucemia neonatal no fueron incluidas en la documentación revisada, un autor tenía experiencia en la revisión de un gran número de dichas guías y consideró que, de haberse aplicado estas directrices de uso común, se habrían evitado algunos casos. Sin embargo, es posible que el reconocimiento de los primeros signos clínicos anormales, la conducta alimentaria anormal y las preocupaciones maternas no estén suficientemente enfatizadas en las directrices o en la educación de los profesionales de la salud relacionados con la maternidad. El Programa de Mejora de la Seguridad del Paciente "Reducción de los ingresos de término a las unidades neonatales" del Grupo de Trabajo sobre Hipoglucemia del SNS, está revisando las guías y prácticas actuales. Los hallazgos de esta revisión y el informe actual determinarán la futura Estructura para la Práctica.

No hubo datos suficientes en los documentos disponibles sobre pautas de alimentación, frecuencia de alimentación, modo de alimentación en cada toma y medidas para controlar la alimentación en cada toma, para sacar conclusiones en cuanto a cómo el apoyo y el seguimiento de la alimentación contribuyeron al daño clínico. Sin embargo, los resultados de esta revisión indican que las futuras guías deben incluir un mayor énfasis en el apoyo y la vigilancia de la alimentación y el bienestar, incluso en el bebé sin factores de riesgo evidentes. Se recomienda que los servicios de maternidad adopten los estándares Amigos del Niño de UNICEF del Reino Unido para informar sobre la capacitación en evaluación y seguimiento de la alimentación infantil. Está previsto que el grupo de expertos de la Estructura para la Práctica considere el uso de una herramienta de evaluación de la alimentación, como la que recomendó UNICEF del Reino Unido para los lactantes en la primera semana después del nacimiento. Esta herramienta proporciona una evaluación profesional de la eficacia de la alimentación y la identificación temprana de los problemas de alimentación, que luego pueden ser abordados mediante planes de alimentación individualizados y derivación para asesoramiento pediátrico cuando sea necesario.

Todos los bebés deben ser evaluados al nacer por el riesgo de hipoglucemia. Para aquellos con factores de riesgo, es probable que el gráfico BAPM NEWTT adjunto sea útil.

En casi todos los casos, se utilizaron dispositivos de medición de glucemia al lado del paciente, los cuales son reconocidos por ser métodos insuficientemente precisos para controlar y diagnosticar la hipoglucemia neonatal. No hubo suficiente información disponible para determinar si la inexactitud de la medición contribuyó al daño en estos casos. En un caso, contra toda lógica, la política de no utilizar un dispositivo de este tipo y confiar en las mediciones de un laboratorio distante es probable que haya ayudado a provocar un daño.

A diferencia de los sistemas de reporte de incidentes del SNS, que en su mayor parte son contemporáneos, hubo una demora en el tiempo desde la ocurrencia del incidente hasta el inicio de la demanda. Por lo tanto, pueden haber ocurrido cambios en la práctica desde el momento del incidente. Sin embargo, la experiencia de los autores sugiere que los temas identificados probablemente seguirán siendo pertinentes e informativos de las prácticas. Los autores proponen los siguientes puntos de aprendizaje elaborados a partir del análisis de los casos descriptos:

Un pequeño número de bebés sin factores de riesgo identificables desarrollan una hipoglucemia neonatal clínicamente significativa.

A pesar de que se utiliza a menudo un peso al nacer por debajo de 2,5 kg como umbral para el inicio de la monitorización de la glucosa en sangre, un número de bebés nacidos después de las 40 semanas de gestación con este peso de nacimiento, y un número con un peso al nacer ligeramente por encima de 2,5 kg pueden haber experimentado restricción del crecimiento intrauterino y estar en riesgo de desarrollar hipoglucemia sino hay suficiente ingesta de leche. Los médicos deberían hacer una evaluación clínica de la adecuación de la nutrición intrauterina cuando se examina un bebé recién nacido. El gráfico BAPM NEWTT incluye una tabla de segundos percentilos de peso al nacer para edades gestacionales de 37-42 semanas. También se deben considerar las tablas de crecimiento personalizadas desarrolladas recientemente para determinar si estas pueden predecir con mayor precisión el riesgo de hipoglucemia neonatal. Estas consideraciones serán cubiertas por el grupo de expertos de la Estructura para la Práctica.

Los niños que presentan signos clínicos anormales, incluyendo conductas alimentarias anormales e hipotermia, deben someterse a una evaluación detallada y documentada que incluya la medición de los niveles de glucosa en sangre e investigaciones para causas subyacentes, por ejemplo, infección, errores innatos del metabolismo y trastornos endocrinos. Si no es posible diferenciar entre un "alimentador renuente" y un bebé con signos clínicos anormales, debe buscarse asistencia experimentada.

Las preocupaciones maternas, sobre todo en lo que respecta a la alimentación, no deben ser desestimadas y debe ser seguidas por una historia clínica detallada y documentada y la evaluación de la condición del bebé.

En presencia de signos clínicos, una vez que se sospecha o se confirma el diagnóstico de hipoglucemia, esto constituye una emergencia clínica.

Los niños con factores de riesgo para hipoglucemia neonatal o conductas alimentarias anormales no debe ser dados de alta sin la garantía de que el consumo de leche sea suficiente para prevenir la hipoglucemia.

El personal del departamento de emergencias debe incluir la hipoglucemia neonatal como diagnóstico diferencial cuando llega un neonato enfermo desde su hogar.

Todas las áreas clínicas deben tener acceso a una medición de glucemia rápida y precisa.

Si el nivel de glucemia no se recupera rápidamente con el tratamiento inicial, debe considerarse el hiperinsulinismo neonatal y la necesidad de una velocidad de suministro de glucosa más alta.

Estos puntos de aprendizaje están cubiertos en la formación de los médicos de maternidad y pediátricos (como pertinentes a su disciplina) y se mencionan en muchos textos estándar, pero estas afirmaciones indican que no son siempre suficientemente bien comunicados o seguidos. Los autores reconocen la continua controversia en cuanto a que los bebés deban someterse al monitoreo de la glucosa en sangre. Sin embargo, todos los profesionales de la salud en la maternidad y los servicios neonatales deben ser conscientes de que el lactante aparentemente "normal" puede tener un trastorno latente, como una infección o hipoglucemia, y evaluar y actuar de acuerdo a los signos clínicos anormales en la amplia población de bebés es un enfoque más racional que el screening 'sábana'.

El Grupo de Trabajo sobre Hipoglucemia Neonatal que contribuye con el Programa de Mejora de la Seguridad del Paciente del SNS le ha encargado a un grupo de expertos elaborar una Estructura Nacional para la Práctica. Este marco informará mediante una auditoría prospectiva de los factores que dan lugar a la admisión de recién nacidos a las unidades neonatales con diagnóstico de hipoglucemia, de las guías de orientación existentes publicadas y del aprendizaje de las demandas. Se prevé que la Estructura para la Práctica proporcionará un único documento para informar del cuidado eficaz y seguro de las madres y los bebés, para reducir las admisiones de los niños a las unidades neonatales y para evitar daños secundarios a la hipoglucemia neonatal, pero al mismo tiempo, para garantizar que los resultados de la alimentación y la experiencia familiar sean optimizados.

 Comentario

La hipoglucemia neonatal es un cuadro clínico observado frecuentemente en la práctica diaria, y que en general se resuelve sin mayores complicaciones. Sin embargo, en aquellos casos no detectados o ante la demora del diagnóstico, la hipoglucemia sostenida puede provocar alteración del desarrollo neurológico en el niño, con la consecuente repercusión para el paciente y su familia. El presente artículo aborda el tema desde un punto de vista particular, pero que permite distinguir falencias y recomendaciones en el manejo de este cuadro clínico. Sin duda, el uso de guías de práctica actualizadas y confiables, la evaluación y el seguimiento correcto de los neonatos con y sin factores de riesgo, y la atención a las preocupaciones de la madre en cuanto a la alimentación de su hijo son cuestiones que deben considerarse ampliamente en los sistemas de salud para lograr resultados óptimos en este tema.


♦ Resumen y comentario objetivo: Dra. María Eugenia Noguerol