Serie: "Trastornos que nos trastornan en gastroenterología"
Elegimos este título para definir un conjunto particular de afecciones de difícil manejo. Según el Diccionario de la Real Academia, se define como trastorno a una “alteración leve de la salud” y el verbo trastornar significa “inquietar o quitar la tranquilidad o el sosiego”. A los médicos suelen perturbarnos estas afecciones que no siendo graves alteran de sobremanera al paciente y representan un motivo frecuente de consulta. En muchos casos carecemos de un tratamiento efectivo y la bibliografía resulta insuficiente para auxiliarnos. El propósito de esta guía es saber hasta dónde hemos llegado en el estudio y tratamiento de estos trastornos, qué es lo que lo que opinan los expertos y qué es lo que aporta la medicina basada en la evidencia.
Índice de la serie
- Aftas orales
- Boca quemante
- Dolor anorectal funcional.
- Eructos
- Globus
- Halitosis
- Hipo prolongado
- Prurito anal
En cada uno de los mismos haremos una introducción donde resumiremos lo básico de los conocimientos médicos actuales y los tratamientos habitualmente aconsejados. A continuación, nos referiremos más profundamente a la bibliografía recomendada y a lo que informa la medicina basada en la evidencia cuando la misma se encuentre disponible.
Síndrome de la boca quemante: el problema clínico
El síndrome de boca quemante (SBQ) es una afección bucal crónica caracterizada por una sensación quemante de la mucosa oral sin causa obvia. Su etiopatogenia es oscura, pero impresionan estar implicados factores psicológicos y neuropáticos.
No existe cura para el SBQ. El tratamiento, ya sea local o sistémico, va dirigido al alivio de los síntomas y a mejorar la calidad de vida. En los casos refractarios la intervención psicológica o psiquiátrica puede ser de ayuda
Sintomatología
La parte anterior de la lengua es la más comúnmente afectada, seguida por la mucosa labial y ocasionalmente el paladar. La sensación quemante frecuentemente se acompaña de hormigueo o entumecimiento y sequedad bucal. A pesar de que la mucosa oral y el flujo salival son normales, 2 de cada 3 pacientes refieren disminución del sentido del gusto y sienten un sabor amargo o metálico.
La sensación quemante es habitualmente simétrica y de intensidad moderada a severa; es mínima a la mañana temprano o durante las comidas y generalmente no perturba el sueño.
Epidemiología
Afecta a ambos sexos, pero es más frecuente en mujeres, especialmente las postmenopáusicas a partir de los 60 años.
Frecuentemente se asocia con circunstancias estresantes o estado anímico alterado, con ansiedad o depresión, aunque es difícil establecer en qué medida el síntoma es primario o secundario al trastorno.
Etiopatogenia
En la patogenia del síndrome de boca quemante, además de los factores psicogénicos, ciertas alteraciones neuropáticas centrales y periféricas parecen desempeñar algún papel. A veces, una enfermedad no diagnosticada provoca el síndrome de boca ardiente. En estos casos se denomina “boca quemante secundario”.
Síndrome de boca quemante secundario Los problemas preexistentes que pueden estar relacionados con el síndrome de boca quemante secundario comprenden los siguientes:
|
Tratamiento
- Terapéutica tópica
El clonazepam es una benzodiazepina que activa las vías inhibitorias del dolor en la médula espinal y en los nociceptores periféricos. Se ha comunicado que su empleo tópico (1 a 2 gotas tres veces al día de una solución de 2,5 mg/ml) disminuye la excitabilidad de las fibras nerviosas sensoriales y baja la intensidad del dolor.
La capsaicina es el componente ardiente del ají picante y ha sido usado en forma tópica en el tratamiento del SBQ; actuaría a través de un efecto bloqueante sobre la sustancia P, que se halla involucrada en la percepción del dolor. Sin embargo, no suele usarse por su mala tolerancia
- Terapéutica sistémica
Tanto el clonazepam como la capsaicina han sido utilizados por vía digestiva. Esta última menos frecuentemente por sus efectos colaterales.
Los antidepresivos tricíclicos a baja dosis (amitriptilina) han aliviado la sintomatología a un número significativo de pacientes.
Existen varias comunicaciones sobre el beneficio del ácido alfa lipoico (ácido tióctico), un potente antioxidante, en dosis de 600 mg diarios durante 30 días, solo o asociado con otros tratamientos en la terapéutica del SBQ.
El anticonvulsivante gabapentina, habitualmente empleado en el tratamiento de las neuropatías, también fue referido como beneficioso en el SBQ
A pesar del gran número de tratamientos disponibles, el informe del grupo Cochrane del 18/11/2016 concluyó que hasta ese momento no había suficiente evidencia para apoyar o desaprobar alguna de las terapéuticas empleadas.
Errores comunes
A veces algunos pacientes y también algunos médicos interpretan que el trastorno obedece a reflujo gastroesofágico y son tratados con antiácidos o inhibidores de la bomba de protones infructuosamente.
Lecturas recomendadas
Feller, L. et al. “Burning Mouth Syndrome: Aetiopathogenesis and Principles of Management.” Pain Research & Management (2017): 1926269. PMC. Web. 27 Mar. 2018