Música y medicina

Comfortably numb: interpretaciones sobre el entumecimiento

La canción de Pink Floyd posee múltiples interpretaciones, por más que Roger Waters hubiese confirmado que la letra fue inspirada cuando de chico sufrió una fuerte fiebre.

Autor/a: Celina Abud

“Vamos/ he oído que te sientes mal/ Bueno, puedo calmar tu dolor/ ponerte de pie de nuevo”. Esta es la segunda estrofa del clásico de Pink Floyd “Comfortably numb” (Cómodamente adormecido), incluido en el segundo disco de la ópera rock The Wall, así como también en la película del mismo nombre.

La canción, lanzada en 1979, fue sujeta a múltiples interpretaciones, incluso se le atribuyeron asociaciones con el consumo de drogas. Sin embargo, todas estas versiones fueron desacreditadas por el autor de su letra, Roger Waters, quien confirmó que se basó en un recuerdo de cuando enfermó en la niñez. Aunque en lenguaje de rock progresivo, este icónico tema podría ser una transcripción entre un diálogo entre médico y paciente, más si se toma en cuenta la siguiente estrofa: “Relájate/ Necesito algo de información primero/ Solo los hechos básicos/ ¿Me mostrás donde te duele?”

“Recuerdo haber tenido una gripe o algo así, con una infección. Y aparte una temperatura altístima y estaba delirando. No era como si las ‘manos parecieran globos’, pero sí parecían demasiado grandes, atemorizantes”, había dicho Waters y sus palabras son casi calcadas a la del estribillo: “Cuando era niño, tuve una fiebre/ Mis manos parecían dos globos”. De hecho, como adulto, volvió a experimentar el mismo malestar antes de salir al escenario. Algo que también dice en la canción: “Ahora, tengo esa sensación otra vez/ No puedo explicarlo, no lo entenderías/ Ese no soy yo…”.

 


Pero el remate de ese estribillo es “Y yo me quedé cómodamente adormecido”. Remate en el que vale la pena detenerse no sólo porque le da el título a la canción, sino también, porque es la frase que abre el abanico a múltiples interpretaciones. Tanto desde la fisiología, como desde un punto de vista más filosófico.

Historia de la canción y su aparición en The Wall

Pasemos a los hechos, o como dice la canción, “the basic facts”, para después adentrarnos en las metáforas. La melodía vocal del estribillo y sus acordes fuerom compuestas por David Gilmour y se trataba de un demo que quedó fuera de su primer álbum solista. Cuando Gilmour llevó ese demo a las grabaciones de The Wall, Waters ayudó a completar la melodía además de escribir la letra completa. También agregó la línea "I have become comfortably numb" y su melodía vocal.

Por último, Gilmour grabó los dos famosos solos de guitarra que caracterizan este clásico, complejo desde la letra y desde la música, capaz de crear climas y tocar fibras emocionales de las audiencias más diversas.

Pero además de estar en el disco, la canción aparece en la película The Wall, con guión también escrito Waters y cuyo protagonista pasa por una crisis en la edad adulta detonada por las vivencias de la niñez, marcada por el abandono de su padre ya que debió ir a la guerra y la sobreprotección de su madre. La frase “Comfortably numb” entonces, desde el punto de vista de los traumas, podría describir la sensación de cuando se administran medicamentos psiquiátricos para calmar episodios. Una alienación de la realidad, tras “un pequeño pinchazo”, que podría acarrear “un poquito de malestar”, como efecto adverso.

Interpretación fisiológica: lascitud

Si tomamos al pie de la letra la explicación de Waters sobre qué lo inspiró a escribir la letra de “Comfortably numb” (enfermar en la niñez) -y un posible diálogo con el médico, que intenta entender qué ocurre más allá del síntoma- podríamos asociarlo al concepto de lascitud que se experimenta al enfermar, como cansancio, disminución del apetito y cierta tristeza.

El artículo “Sentirse enfermo es una emoción destinada a acelerar la recuperación” (Feeling sick is an emotion meant to help you get better faster), del atropólogo de la Universidad de Oregon, Joshua Schrock, habla que desde la perspectiva de la medicina evolutiva, los síntomas que acompañan el estar enfermo (y no de la enfermedad en sí misma) están para que el cuerpo repose y destine toda la energía a activar el sistema inmunológico.

Según detalla Schrock, la lasitud aparece porque se necesitan activar las defensas. En concreto:

-La fatiga reduce el nivel de actividad física, lo que deja más energía disponible para el sistema inmunitario.

-La mayor sensibilidad al frío lo motiva a buscar ropa abrigada y fuentes de calor que reducen los costos de mantener alta la temperatura corporal.

 -Los cambios en el apetito y las preferencias alimentarias lo empujan a comer (o no comer) de una manera que respalde la lucha contra la infección.

 -Los sentimientos de tristeza y depresión brindan una señal honesta a  amigos y familiares de que en verdad la persona necesita ayuda.

Interpretación filosófica: los amortiguadores de la realidad

Con todo, la canción dice: “Ahora, tengo esa sensación otra vez/ No puedo explicarlo, no lo entenderías/ Ese no soy yo…”. Es verdad que la sensación pudo haberse repetido antes de salir a escena, sí. Pero la frase “Comfortably numb”, epifánica, se adicionó a la melodía inicial y calzó como guante. ¿Sabía enteramente Waters sobre lo que estaba escribiendo, o cómo iba a ser interpretado? ¿Dio pistas de lo que su explicación no dijo al poner ese tema en una escena trágica y emblemática de The Wall? Veamos.

El recordado escritor argentino Carlos Busqued, quien no solo es recordado por los dos libros que editó en vida, sino por su también irónica cuenta de Twitter @carlosbusqued o "un mundo de dolor", había posteado: “La persona que no necesita de una adicción para aceitar su relación con el mundo es peligrosísima porque significa que es igual de malvada que el mundo”. Más allá de que hoy esté en boga hablar de la “crisis de salud mental”, para habitar contextos cambiantes y muchas veces crueles, siempre se necesitaron de “amortiguadores artificiales” para tolerarlo. Los ejemplos actuales pueden ser series, videojuegos, drogas legales o ilegales y alcohol, todas cosas que te dejan “cómodamente entumecido”.  

En su libro  El entramado, el ensayista argentino Christian Ferrer dice: “Cuando ya no se hacen diferencias estratégicas y operativas entre alma y cuerpo son los ‘amortiguadores  artificiales’ los que permiten tolerar el  contacto con el dolor. Ante la máquina de excitación urbana, sólo cabía blindarse a fin de eludir  experiencias vitales que pudieran generar sufrimiento. Y cuando evitarlas se revelaba imposible, los placebos y amortiguadores que la evolución científico-técnica ofrecía eran el recurso más  a mano”.

Ambas interpretaciones, sin embargo, se tocan en un punto. El sufrimiento cuesta caro a nivel cuerpo, de ahí los amortiguadores artificiales para adormecerte. La activación del sistema inmunológico también demanda energía, de ahí la lasitud que físicamente adormece. En ambos casos aparece el concepto de frugalidad metabólica, para la cual todos los seres vivos estamos configurados.

En síntesis, el “comfortably numb” en sí mismo puede responder a la lasitud del enfermo, al adormecimiento que necesitamos para tolerar la realidad o a cualquier otra interpretación subjetiva. Por suerte, el arte mantiene un velo opaco que nos permite apropiarnos de él y adicionar a cada verso o a cada nota musical nuestro sentir, la experiencia, lo que "no podemos explicar" cuando ya no somos nosotros mismos.  Por fuera de las múltiples interpretaciones, es inobjetable que este tema de Pink Floyd nos transporta y, como una cómica paradoja, nos despierta.


Referencias

La historia detrás de Comfortably numb, Nación Progresiva, 23/7/18.

Sentirse enfermo es una emoción destinada a acelerar la recuperación (Feeling sick is an emotion meant to help you get better faster), por Joshua Schrock, The Conversation, 17/12/2019.

El Entramado. El apuntalamiento técnico del mundo, por Christian Ferrer, Ediciones Godot, 2012.