A los 4 meses el 76% de los recién nacidos de bajo peso y el 70% de los controles habían sido amamantados en forma exclusiva. La ganancia de peso en ambos grupos fue mucho mayor que en aquellos lactantes que fueron destetados precozmente.
De acuerdo con lo informado en otros partes del mundo, la incidencia de diarrea fue 8 veces menor entre los recién nacidos de bajo peso alimentados exclusivamente al pecho comparados con aquellos que habían sido destetados precozmente.