En consecuencia, los autores, de la Universidad de Oklahoma, señalan que la infección bacteriana, que puede pasar desapercibida para algunos afectados, puede poner en peligro a personas que reciben transfusiones de sangre. En este sentido, describen los casos de dos pacientes que desarrollaron septicemia provocada por Salmonella, infección que fue contraída por recibir sangre de un donante propietario de una boa constrictor.
Se estima que en más de un 3% de los hogares norteamericanos hay un reptil como mascota, fuente de contagio que representa más del 18% de los 1,4 millones de casos de salmonelosis que tienen lugar anualmente en dicho país.
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New England Journal of Medicine
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