Los investigadores revisaron los registros de 97 ojos a los cuales se les había practicado 103 injertos. La media del seguimiento fue de 12,8 años. Durante este período de tiempo de seguimiento, 18 de los pacientes murieron. Antes de que los pacientes fallecieran, en la última revisión 10 de los 21 trasplantes permanecían efectivos.
El índice de supervivencia de los injertos al año fue de 79%; a los dos años, del 73%; a los cinco años, del 59%; ; y a los 10 años, del 50%. Al final del seguimiento esta media era del 47%.
De los pacientes que necesitaron un injerto a causa de queratoconos, el índice de supervivencia fue del 94,7%. Para los pacientes de queratitis herpética, fue de 57,1%. Para los pacientes de queratopatía pseudofáquica, del 33,3%. Para los de queratopatía postraumática, del 28,5%. Y para los que recibieron un reinjerto, del 11%.
El 40% de los pacientes con injerto a causa de queratopatía afáquica y pseudofáquica fallecieron durante el período de seguimiento. En el momento de su muerte, el 45% de esos pacientes conservaban el injerto claro. La descomposición endotelial y el rechazo definitivo del injerto fueron las principales causas de fracaso.
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Graefe's Archive for Clinical and Experimental Ophthalmology
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