Un estudio de un equipo de la Universidad Autónoma de Barcelona indica que el tabaquismo materno durante el embarazo está asociado con un incremento de las anormalidades cromosómicas en las células fetales y en concreto en una región cromosómica implicada en determinados tumores malignos de las células sanguíneas. Los resultados del estudio se publican en "JAMA".
Según diversos expertos, el tabaquismo materno durante el embarazo tiene muchas consecuencias durante y después de la gestación, como la infertilidad, los problemas coagulatorios, complicaciones como el embarazo extrauterino y la placenta previa así como el crecimiento retardado intrauterino. Sin embargo, sólo se han publicado datos indirectos sobre un posible efecto genotóxico durante el embarazo, esto es, daños del ADN que posiblemente causan mutación genética.
El equipo de Barcelona ha desarrollado un estudio que intenta determinar si el tabaquismo maternal tiene un efecto genotóxico en células amnióticas a través de un aumento de la inestabilidad cromosómica. Para ello, los investigadores españoles analizaron si la exposición al tabaco afectaba a alguna región cromosómica en concreto.
Los amniocitos fetales, células de origen fetal en el fluido amniótico, se obtuvieron mediante la amniocentesis de rutina a través del diagnóstico prenatal de 25 mujeres control y 25 mujeres que fumaban 10 o más cigarrillos diarios y lo habían hecho durante 10 o más años. Se pidió a estas mujeres que rellenaran un cuestionario sobre tabaquismo en relación a sus hábitos como fumadoras.
Los investigadores descubrieron que cuando se comparaban los datos genéticos entre las fumadoras y no fumadoras existían diferencias importantes en la proporción de anormalidades estructurales cromosómicas, del 12,% en la fumadoras frente al 3,5% en las no fumadoras; un menor grado de proporción de metafases, una fase de división celular, con inestabilidad cromosómica, un 10,5% en las fumadoras frente al 8,0% en las no fumadoras; y una menor proporción de lesiones cromosómicas, un 15,7% en las fumadoras frente al 10,1% en las no fumadoras.
El análisis estadístico encontró una determinada región cromosómica que fue la más afectada por el tabaco y advirtió que esta región había sido implicada en tumores malignos hematopoyéticos, pertenecientes a la formación de la sangre o células sanguíneas.
Según los científicos, se ha sugerido que el aumento de lesiones y anormalidades estructurales cromosómicas o la misma existencia de un aumento de la inestabilidad cromosómica resultado del efecto genotóxico del tabaco podrían ser indicativos de un aumento de riesgo de cáncer y que tales lugares frágiles pueden ser responsables de la inestabilidad cromosómica observada en las células cancerígenas. Además, un aumento de la inestabilidad cromosómica está asociado con una elevación del riesgo de cáncer, especialmente en el caso de malignidades en la infancia.
Webs Relacionadas
Universidad Autónoma de Barcelona
JAMA