Nicholas Bakalar

Según un nuevo estudio, la obesidad hace que el cáncer de ovario sea más mortal. Las mujeres obesas con cáncer de ovario avanzado sufren una recurrencia de la enfermedad antes que las mujeres con un peso ideal y, al mismo tiempo, tienen una supervivencia general más corta. Y esto no se debe a que la gente obesa suela tener otros problemas médicos. El problema es la propia obesidad, sugieren los investigadores.

Es bien sabido que la obesidad está asociada con varias enfermedades, entre ellas el cáncer de riñón, garganta, mama y colon. Los hallazgos sobre la obesidad y el cáncer de ovario no eran claros, pero la evidencia de estudios previos sugiere que la obesidad predice un peor resultado en pacientes con cáncer de ovario.

Los científicos querían saber si el exceso de grasa tenía efectos directos en el crecimiento de los tumores. Analizaron las historias clínicas de 216 pacientes del Centro Médico Cedars-Sinaí operadas de cáncer ovárico epitelial. La mitad de las pacientes tenía el peso ideal, con un índice de masa corporal de 18,5 a 24,9, y el 8%, un IMC inferior a 18,5, por debajo del peso normal. El 26% tenía sobrepeso, con índices superiores a 25, y el 16% eran obesas, con índices superiores a 30.

Entre las pacientes con una enfermedad en estadio III o IV, las etapas más avanzadas, las que tenían un IMC superior a 25 sobrevivían durante un promedio de 17 meses, comparado con 25 meses en el caso de la gente con índices inferiores a 25.

Por cada incremento de un punto en el índice, los investigadores descubrieron un aumento del 4% del riesgo de reincidencia y un incremento del 5% en el riesgo de muerte.

Los investigadores reconocen que su estudio tiene puntos débiles. Hallaron que a las obesas se les dio una dosis inferior de quimioterapia en relación a la masa corporal y es posible que esto haya incidido. Además, otras enfermedades como hipertensión y diabetes podrían haber disminuido la sobrevida de esas pacientes.

Los investigadores creen que es poco probable que estos factores puedan haber representado la menor supervivencia general de las mujeres obesas. Más probablemente, dijeron, es que la presencia de tejido graso fomente el crecimiento del tumor y aumente la resistencia al tratamiento.