(Agencia CyTA-Instituto Leloir).- Aunque hace años se pensaba que en el cerebro de los adultos las neuronas no se regeneraban, investigaciones realizadas en los años 90 demostraron que sí y que ese proceso se desarrolla en dos regiones específicas del cerebro: el bulbo olfatorio y el hipocampo. La neurogénesis -formación de nuevas neuronas- es posible a partir del nacimiento de células progenitoras que aportan un número importante de células nerviosas cada mes.
Cuando las nuevas neuronas alcanzan la madurez y se conectan a la red neuronal, resulta imposible diferenciarlas de las primigenias. Para estudiar si las neuronas que se forman en el hipocampo -área que se localiza debajo de la corteza cerebral y participa en los procesos de aprendizaje y memoria- del cerebro adulto son similares o diferentes de las generadas en el individuo recién nacido, científicos del Laboratorio de Plasticidad Neuronal del Instituto Leloir se valieron de ingeniería genética para marcar a ambas con colores diferentes.
¿Cómo lo hicieron? Introdujeron en el hipocampo de un mismo ratón dos clases de virus modificados genéticamente que dirigen la formación de proteínas fluorescentes. Para marcar las células constituidas durante la adultez emplearon un virus que teñía de rojo, mientras que para señalizar a las neuronas formadas durante el desarrollo inicial utilizaron otro que las teñía de verde.
Una vez que lograron distinguir a ambos grupos en el microscopio, evaluaron su actividad eléctrica, medida en función de la respuesta que cada uno de los grupos de neuronas daba frente a impulsos inhibitorios y exitatorios. "Encontramos que prácticamente no hay diferencia en su funcionalidad; la célula que nace en el hipocampo del cerebro del adulto sabe muy bien cómo imitar a la que se formó durante el desarrollo", señala el doctor Alejandro Schinder, líder del grupo que realizó el hallazgo.
A la luz de este descubrimiento, ¿cuán lejos está la ciencia de inducir la formación de nuevas neuronas capaces de compensar la pérdida de células nerviosas en individuos que padecen enfermedades neurodegenerativas?
"Todavía no sabemos si es posible -remarca Schinder-. El cerebro es una inmensa red compuesta por una maraña de miles de millones de neuronas, con una cantidad infinita de conexiones, muy específicas. Antes de pensar en producir neuronas para reemplazar a las dañadas en un punto determinado del cerebro necesitamos entender mejor cómo «saben» las nuevas células cómo y con qué otras células tienen que conectarse en el circuito neuronal existente, así como cuáles son los factores que «marcan la cancha», señalándole a la célula para dónde debe ir dentro de esa compleja red."
El trabajo publicado ayer en la revista internacional PLoS Biology agrega un nuevo eslabón a la cadena de descubrimientos que Schinder y su grupo vienen realizando en relación con la neurogénesis del adulto, esto es, la capacidad del cerebro de formar nuevas neuronas.
El anterior hallazgo, publicado a fines de 2005 en The Journal of Neuroscience , y comentado en la edición de febrero de este año en Science , describía los pasos que siguen las células progenitoras indiferenciadas del cerebro adulto para dividirse y convertirse en neuronas.
"Con el trabajo que se publica hoy dimos un paso más: demostramos que las neuronas que el hipocampo continúa agregando durante toda la vida imitan el comportamiento de las preexistentes a tal punto que es muy difícil distinguirlas", concluye el investigador.