Dado que los factores ambientales no explican completamente por qué algunas personas alcohólicas desarrollan cirrosis y otras no, investigadores del Hospital Juan XXIII de Tarragona y de centros universitarios catalanes han analizado posibles determinantes genéticos que expliquen esa variabilidad desde una nueva óptica: investigando si actúan de manera distinta en varones y mujeres.
El estudio es de casos y controles e incluyó a 230 mujeres clasificadas en cuatro categorías, en función de su grado de consumo de alcohol y la existencia o no de enfermedad hepática. Los resultados más destacables indican que las mujeres portadoras de un genotipo que contenga la variante ADH1B*2 hemocigota están más protegidas frente al alcoholismo, pero si llegan a desarrollar dependencia al alcohol presentan mayor riesgo de hepatopatía alcohólica. El hallazgo difiere significativamente de los resultados obtenidos por el mismo grupo de investigación en varones hace dos años, y sugieren que el género podría tener un efecto modulador en relación con el peso de ciertos determinantes genéticos sobre el riesgo de desarrollar dependencia del alcohol y enfermedad hepática alcohólica.