Los dentistas reciben un número creciente de consultas por bebés de 18 meses. Lo atribuyen a malos hábitos alimenticios. Y recomiendan a los papás tener la boca sana para evitar la transmisión de la bacteria.
Carlos Galván
Malditas caries: ya ni los bebés se salvan de ellas. Hasta hace unos años lo común era que a partir de los tres los chicos empezaran a tener sus primeros dientes cariados. Ahora, esta enfermedad ataca más temprano: en los consultorios de los odontólogos especializados en niños cada vez se ven más chicos de apenas 18 meses.
"Pasan apenas diez meses desde la aparición de los primeros dientes del bebé hasta que sus padres, que no tienen ojos expertos en detección de caries, descubren que sus hijos tienen caries", dijo a Clarín Haydée Casaretto, una especialista en odontopediatría que hasta diciembre pasado se desempeñó como presidenta de la Asociación Argentina de Odontología para Niños (AAON). Los chicos empiezan a cortar sus primeros dientes entre los seis y los ocho meses de vida.
La detección de nenes cada vez más chicos con caries llevó a la Confederación Odontológica de la República Argentina (CORA) a iniciar, el año pasado, un programa piloto de prevención para chicos de entre 3 y 4 años. "A chicos menores no se los puede educar porque su comprensión es menor", explicó Roque Avellaneda, jefe del Departamento de Educación para la Salud de la CORA. "Antes, las campañas de prevención las hacíamos solo con chicos de entre 5 y 14 años", agregó.
La culpa de que la caries ataque incluso a chicos prácticamente desdentados es de los hábitos alimenticios. "El chupete con miel ya por suerte quedó en desuso. Pero igual los productos que consumen los chicos son cada vez más dulces. Se les dan mamaderas con leche azucarada, postrecitos, gaseosas, jugos, alfajores y golosinas, todas comidas que favorecen a que terminen con las bocas destruidas", detalló María Shirley de Valente, actual presidenta de la AAON.
Para peor, la mayoría de esos alimentos son blandos. "Es necesario masticar. Cuando se lo hace, hay una autolimpieza de los dientes", dijo Valente.
Los seres humanos nacemos sin la bacteria que causa la caries. Lo habitual es que los padres se la pasen a sus hijos. ¿Cómo? Dándole un piquito en los labios, limpiando el chupete con la boca, probando la comida del bebé con la misma cuchara con la que se lo está alimentando. Por eso, es fundamental que los padres tengan sus bocas sanas.
Al metabolizar los azúcares de los alimentos, esa bacteria produce un ácido que corroe el esmalte que protege los dientes de cualquier ataque. Por eso, es esencial una buena higiene dental.
Para ver lo común que se han hecho las caries en bebés, basta con escuchar a Casaretto: "Sólo hoy atendí en el consultorio a ocho chicos de entre 18 y 26 meses con caries".
El panorama en el consultorio de Valente es similar. "Recibo a chicos de 3 años con la boca destruida. Es increíble, pero a esa edad muchos ya tienen la mitad de sus 20 dientes cariados".
Las consecuencias pueden ser serias. "Además de servir para masticar, hablar y cumplir una función estética, los dientes de leche le guardan el lugar a los que están por venir. Cuando los de leche resultan dañados los definitivos pueden salir mal posicionados", alertó Avellaneda.
A los bebés no se les reparan los dientes. "Lo que se hace es detener la caries y remineralizar la lesión con la aplicación de fluoruros. Recién cuando los chicos tienen entre 2 años y medio y 3 su comportamiento permite que se les pueda reparar y rellenar los dientes con materiales biológicos", detalló la doctora Haydée Casaretto.
Pero lo mejor es prevenir. Por eso, todos los odontólogos recomiendan a los padres limpiar las bocas de sus hijos incluso antes de que corten sus primeros dientes. "Desde que nacen hay que pasarles una gasa húmeda por las encías para mantener sus bocas limpias", recomendó María Shirley de Valente.
Tan básico como mantener la boca higienizada parece ser la dieta. "Los chicos comen cada vez más dulces. Los postrecitos, por ejemplo, tienen el doble de azúcar que un yogur. A mí me llama la atención que la mayoría de los padres de los chicos que atiendo les dan postrecitos a sus hijos sin consultarme. Yo no aliento su consumo, pero se los dan igual, supongo que por influencia de la publicidad", contó Marcelo Armadans, pediatra y jefe de Neonatología del Instituto del Diagnóstico.
De acuerdo a Armadans, "los padres tienen solo un año para educar el paladar de su hijo a lo que no es dulce. Por eso, es importante que desde que empiezan a comer les den frutas, verduras, cereales y legumbres".
Tres años y dos caries
¿Usa chupete con miel? ¿Consume jugos con leche de soja? Esas fueron las dos primeras preguntas que la odontopediatra de Violetta Cicchino (3) le hizo a Nora (40), su mamá. La nena no consumía ninguno de esos productos y, sin embargo, a los dos años y medio su mamá y su abuela le detectaron una caries en una muela.
"La llevé a una odontopediatra de Adrogué (donde viven). Tenía dos caries y no una. El tratamiento duró tres meses porque las caries se reparan en tantas consultas como los chicos se dejen", dijo la mamá.
La hipótesis de la dentista es que la nena produjo esas caries tras estados febriles inducidos por enfermedades virales.
Huevos anticaries en Balcarce
En adelante podrán existir enjuagues bucales capaces de prevenir la producción de caries. En su fabricación, los productos deberían contener los anticuerpos antistreptococcus mutans , la bacteria responsable de las caries que un equipo de científicos de la Estación Experimental Agropecuaria del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Balcarce, junto con la Facultad de Odontología de la UBA, logró producir con técnicas de laboratorio.
"Lo logramos inoculando la bacteria Streptococcus mutans en los músculos de gallinas que, tiempo después, producen huevos cuyas yemas tienen estos anticuerpos", explicó a Clarín el biólogo Pablo Chacana. Los otros científicos del grupo de trabajo son la odontóloga Soledad Pérez Lozano, de la UBA, y el médico veterinario Horacio Terzolo, del INTA. "La producción de huevos de gallina con propiedades anticaries para humanos podría llevarse a nivel industrial", apuntó Terzolo.
Con los productos hechos con estos anticuerpos podrá impedirse que la bacteria del Streptococcus mutans se adhiera al esmalte dental y evitar las caries.
La limpieza, un factor clave
La Asociación Argentina de Odontología para Niños da una serie de consejos para evitar la aparición temprana de caries:
Higienizar la boca del bebé. Con una gasa húmeda envuelta en el dedo índice, limpiar los restos de alimento que queden en la boca del niño.
Cuando salgan los primeros dientes, éstos deben ser cuidadosamente limpiados.
Se recomienda el uso de dediles de plástico blando (se venden en farmacias) cuando el bebé tenga más de dos dientes en la boca.
Cuando los dientes sean más de cuatro, realizar la limpieza con un cepillo para bebés. El cepillo debe ser muy suave, de cabeza pequeña y mango largo. No usar pasta dental, sólo agua. En esta etapa el cepillado debe hacerse dos veces por día.
No agregar azúcar a la leche del biberón.
Tampoco usar el biberón con jugos o gaseosas.
Una lucha desigual
Sergio Danishewsky
sdanishewsky@clarin.com
Que algún padre o madre de nenes chiquitos se anime a desmentir la afirmación que sigue: pelear contra la publicidad de la tele y en favor de la comida sana es una lucha tan desigual como lograr que se queden sentados hasta que termine la cena. Una alianza temible entre propagandas asociadas a personajes de moda y alimentos exageradamente ricos en azúcar y no siempre nutritivos, propone una lucha asimétrica y con claros perdedores. Los chicos, claro, porque terminan comiendo lo que no demanda su organismo pero sí "exige" la tele en su secuencia dibujitos-héroes o heroínas-publicidad. Los dentistas, con agendas sobrecargadas y gestos de desaliento indisimulables ante caries cada vez más precoces. Pero también los padres, a quienes nadie preparó para estos menesteres. Ni para explicar las bondades de una buena manzana por sobre un postrecito de chocolate, ni para armarse de paciencia y tolerar minutos de berrinches y amenazas que duran minutos que parecen años.
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Es el porcentaje de chicos menores de doce años en la Argentina que sufren molestias y dolores originados en las caries. La cifras surge de relevamientos de la Asociación Odontológica Argentina.