ALEJANDRA RODRÍGUEZ
Los huevos deben formar parte de una dieta saludable. / Digital bank
Los mitos negativos sobre el huevo van a tener que desaparecer. Nada menos que nueve trabajos presentados en el encuentro de Biología Experimental 2007, celebrado esta semana en Washington (EEUU), han puesto de manifiesto las bondades de este alimento.
La investigación más sorprendente es quizá la que ha llevado a cabo un equipo de la Universidad Estatal de Louisiana (EEUU). Este trabajo, que en realidad es la confirmación de uno anterior que se publicó en diciembre de 2005 en 'The Journal of the American College of Nutrition', concluye que desayunar a base de huevos no sólo no engorda sino que, además, contribuye a la pérdida de peso.
Los autores escogieron a más de un centenar de individuos con obesidad o sobrepeso y les asignó, aleatoriamente, a uno de estos cuatro grupos: el primero ingería dos huevos en el desayuno, el segundo hacía lo mismo pero, además, seguía una dieta hipocalórica el resto del día, el tercero desayunaba pan y el cuarto comía esto mismo, pero lo complementaba con dieta.
Al cabo de dos meses siguiendo esta pauta cinco días a la semana, la pérdida de peso más significativa se produjo en los que habían desayunado huevos, especialmente si, aparte de ingerir esto, habían cuidado su alimentación durante el resto de la jornada.
El secreto se encuentra, según creen los autores, en que los huevos proporcionan mayor sensación de saciedad, lo que evita 'picotear' entre horas. Además, la energía y las proteínas que aportan hacen que sea sencillo sobrellevar un régimen (no aparecen mareos, dolores de cabeza y sensación de vacío en el estómago característicos de otras dietas).
Finalmente, las cifras de lípidos en sangre (colesterol 'bueno', 'malo' y triglicéridos) no se alteraron en los individuos asignados al desayuno con huevos.
En este sentido, otro de los trabajos demuestra que la contribución de este alimento al riesgo cardiovascular es «insignificante» y que el huevo tiene, en cambio, otros nutrientes como los folatos, el hierro, la luteína y la zeaxantina que son muy valiosos para la salud coronaria y neurológica.
De hecho, otro de los trabajos destaca que sólo el 10% de la población ingiere la cantidad adecuada de colina -una vitamina del grupo B que se sintetiza en el hígado y que es fundamental para metabolizar las grasas y para la correcta transmisión de los impulsos nerviosos- y que precisamente el huevo es una fuente extraordinaria de este nutriente, muy importante para las mujeres embarazadas, las que están en periodo de lactancia, las personas mayores y los niños.