JAMA

Medir triglicéridos: ¿en ayunas o no?

Medir los niveles de triglicéridos sin estar en ayunas podría ser más efectivo.

RIESGO CARDIOVASCULAR

Dos estudios en 'JAMA' asocian niveles altos de la lipoproteína con problemas cardiacos
Un editorial cuestiona sus conclusiones y pide más trabajos al respecto

CRISTINA G. LUCIO

MADRID.- Hacerse un análisis de sangre sin haber probado bocado en horas tal vez no sea la mejor forma de vigilar el estado de la salud cardiovascular. Dos estudios publicados en el último número de la revista 'Journal of the American Medical Association' ('JAMA') sugieren que medir los niveles de triglicéridos sin estar en ayunas puede ser más efectivo para evaluar los riesgos coronarios.

Ambas investigaciones afirman que presentar niveles altos de triglicéridos unas horas después de haber ingerido alimentos es un factor de riesgo cardiovascular independiente y está asociado directamente con una probabilidad más alta de padecer problemas de corazón, como un infarto.

Uno de los trabajos parte de la hipótesis de que la aterosclerosis podría ser, por lo menos en parte, un fenómeno posprandial, es decir, que se produce después de las comidas. Según explican los investigadores, si la obstrucción de las arterias por parte de sustancias como el colesterol se activa justamente después de haber ingerido alimentos, calcular el riesgo cardiovascular es más efectivo si se miden en ese momento los niveles de triglicéridos, que son otro tipo de grasas que pueden contribuir a la disminución del calibre arterial.

Hasta el momento, se sabía que tener niveles altos de LDL o 'colesterol malo' y bajos de HDL o 'colesterol bueno' es un factor de riesgo cardiovascular. Sin embargo, la importancia de otra lipoproteína como son los triglicéridos para la salud del corazón sigue siendo controvertida.

Seguimiento a 14.000 personas

La primera de las investigaciones, dirigida por el doctor Børge G. Nordestgaard, del Hospital Universitario de Herlev (Dinamarca) analizó el caso de casi 14.000 individuos de entre 20 y 93 años durante una media de casi tres décadas.

Los resultados de su trabajo mostraron que aquellos individuos que presentaban niveles altos de triglicéridos tras haber comido tenían un riesgo más alto de padecer un infarto de miocardio, una isquemia o, incluso, morir.

Según sus conclusiones, este aumento de las probabilidades se debe al efecto de unas determinadas partículas, denominadas lipoproteínas residuales, que se producen principalmente tras haber ingerido alimentos, por lo que no podrían detectarse en un análisis de sangre realizado en ayunas.

"Si nuestros hallazgos se confirman, la atención clínica se simplificaría al analizar los perfiles de lípidos sin estar en ayunas para evaluar el riesgo de aterosclerosis", comentan los autores de la investigación.

El otro trabajo, dirigido por investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard y el Bringham and Women's Hospital (Estados Unidos) midió, entre otros factores, los niveles de triglicéridos de alrededor de 25.000 mujeres. A la mitad se le realizó un análisis de sangre en ayunas, mientras que al resto tras haber ingerido alimentos.

Tras un seguimiento de 11 años y el registro de un problema cardiovascular en más de 1.000 participantes, los resultados de la investigación mostraron un mayor riesgo cardiovascular entre aquellas que presentaban niveles altos de triglicéridos tras haber comido. En cambio, esta asociación no se registraba en aquellas que presentaban altos valores de triglicéridos en ayunas.

"Los resultados de este estudio sugieren que los niveles de triglicéridos posprandiales podrían ser más efectivos que los niveles en ayunas para valorar el riesgo cardiovascular", afirman los investigadores en su trabajo.

Matices

Sin embargo, un editorial que acompaña a ambos trabajos en el último número de 'JAMA' cuestiona estas afirmaciones.

Según el autor de este editorial, Patrick E. McBride, de la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos), los niveles altos de triglicéridos suelen estar asociados con un metabolismo anormal de otras lipoproteínas, además de otros factores de riesgo cardiovascular como la obesidad o la diabetes. Por tanto, presentar niveles altos de este tipo de grasa en sangre podría no ser un factor de riesgo cardiovascular independiente, sino el reflejo de otro problema.

De cualquier forma, este especialista remarca que, en su opinión, a la hora de valorar el riesgo cardiovascular en la práctica clínica lo más importante no es saber si los niveles altos de triglicéridos son causa o consecuencia de otros problemas. "Para los médicos, lo más importante es reconocer que cuando los niveles de triglicéridos se encuentran entre los 150 y los 1000 mg/dl, el riesgo de padecer problemas relacionados con la aterosclerosis se incrementa significativamente", comenta.

Además, McBride también alerta de que los estudios publicados en 'JAMA' tienen algunas limitaciones importantes en su diseño que hacen menos fiables sus conclusiones. "Son necesarias posteriores investigaciones para clarificar el papel de los niveles de triglicéridos posprandiales y su uso en la práctica clínica", concluye.

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Triglicéridos en ayunas y riesgo cardíaco

Los niveles de triglicéridos pocas horas después de haber comido parecen constituir un mejor predictor del riesgo cardíaco que los niveles medidos en ayunas, según muestran dos estudios publicados en el último número de "JAMA", uno estadounidense y otro danés.

El primer estudio, firmado por investigadores del Brigham and Women's Hospital de Boston, contó con la participación de 26.500 mujeres, mientras que en el segundo, firmado por un equipo de la Universidad de Copenhague y otros centros daneses, participaron unas 7.600 mujeres y unos 6.400 varones.

Los autores concluyen que medir los niveles de triglicéridos en ayunas puede excluir ciertas partículas que son un posible factor de riesgo aterosclerótico. El estudio danés muestra que la incidencia de infarto de miocardio, enfermedad cardíaca y muerte era superior entre las personas con niveles más elevados de triglicéridos medidos tras haber comido, un hallazgo similar al obtenido en el estudio norteamericano. Los niveles de triglicéridos en ayunas mostraron en ambas investigaciones una asociación pequeña con los citados problemas médicos.

JAMA 2007;298:299-308