Médicos españoles publican en "Archives of Internal Medicine" los resultados del estudio PREDIMED, que pone de manifiesto los beneficios para la salud de estos frutos secos
Incluir nueces en la dieta mediterránea puede reducir, a largo plazo, hasta en un 50% el riesgo de infarto de miocardio, según el estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), publicado recientemente en "Archives of Internal Medicine".
Las primeras conclusiones de esta investigación, diseñada para analizar los efectos de la dieta mediterránea en la prevención de enfermedades cardiovasculares, confirman que "esta dieta, suplementada con aceite de oliva o frutos secos, básicamente nueces, reduce la presión arterial, los niveles de lípidos y de glucosa en sangre, y la inflamación, además de influir de forma beneficiosa en todos los factores de riesgo que intervienen en las enfermedades del corazón".
Los investigadores diseñaron el ensayo para comprobar los efectos de la dieta mediterránea a la hora de prevenir diferentes tipos de enfermedades cardiovasculares. Para ello compararon dos tipos de dieta mediterránea, una rica en aceite de oliva virgen y otra con un aporte significativo de frutos secos (principalmente nueces), con una tercera compuesta por alimentos bajos en grasas.
La ración diaria de frutos secos incluyó 15 gramos de nueces, 7,5 de avellanas y 7,5 de almendras. "Las nueces son ricas en nutrientes y en otros compuestos saludables, como fibra, fitoesteroles, ácido fólico y antioxidantes, que podrían tener una influencia beneficiosa en la prevención de enfermedades del corazón. Además, las nueces contienen abundantes ácidos grasos Omega 3, que son potentes agentes cardioprotectores", informó el coordinador general de PREDIMED, el Dr. Ramón Estruch.
Los resultados del estudio revelan también que, "a pesar de que los participantes consumieron mayores cantidades de alimentos ricos en grasas (aceite de oliva y frutos secos), no se registro un aumento de peso, probablemente porque estos alimentos contienen grasas saludables (grasas insaturadas)".
"Sabemos que la dieta mediterránea es rica en frutas y verduras y, por tanto, también rica en antioxidantes, y mucha gente simplemente da por supuesto que esto es beneficioso. Pero nadie ha comprobado los efectos antioxidantes de esta dieta en un estudio controlado. Ésta es una de las razones por las cuales hemos puesto en marcha este estudio" señaló el coordinador general.
Dados estos resultados, el Dr. Estruch afirmó que "es fácil prever que, a la larga, los participantes que siguen la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva o frutos secos mostrarán una reducción del 50% en la incidencia de complicaciones cardiovasculares".
Archives of Internal Medicine 2007;167:1195-1203