La retinopatía moderada o la presencia de hemorragia retiniana, en personas no diabéticas, se asocian con incremento de riesgo de fallecimiento debido a enfermedad cardíaca isquémica, según apuntan los resultados de un estudio de la University of Wisconsin (Estados Unidos), publicado en “American Journal of Epidemiology”.
Los autores, para investigar la hipótesis de riesgo de mortalidad en pacientes no diabéticos con cambios retinianos, evaluaron los índices de supervivencia de 4.294 personas sin esta patología, que tenían entre 43 y 84 años y que participaron en el Beaver Dam Eye Study, realizado entre 1988 y 1990.
Se utilizaron las fotografías de la retina para clasificar las retinopatías en cuatro grupos: sin retinopatía; con solo hemorragia retiniana; con solo microaneurisma retiniano; y con retinopatía de moderada a grave. Se hizo un análisis de la supervivencia en 14 años de seguimiento y en intervalos de cinco años.
La prevalencia de retinopatías, al comienzo del estudio, era de un 7,6%. Después de 14 años, la retinopatía moderada, al inicio del estudio, incrementó el riesgo de fallecimiento por todas las causas en un 24%. Asimismo, aumentó en tres veces más las probabilidades de morir por enfermedad cardíaca isquémica.
Los resultados del análisis de los intervalos de cinco años indicaron que la hemorragia retiniana era el único factor significativamente asociado con el incremento de mortalidad por cualquier causa y, especialmente, por enfermedad cardíaca isquémica.
American Journal of Epidemiology 2007;166:724-730