La población argentina sería la más -y mejor- informada en la región sobre qué es alimentarse saludablemente, según una encuesta en cinco países de América latina.
Siete de cada diez argentinos asegura saber qué significa alimentarse bien, un número que supera a brasileños, mexicanos y chilenos. En Guatemala, la encuesta de TNS Gallup para LA NACION indica que apenas 3 de cada 10 mayores de 18 años conoce cómo cuidar la calidad de los alimentos.
"Generalmente se le dice a la gente qué hacer para tener una alimentación más sana y un mejor estilo de vida, pero no se le explica cómo lograrlo, que es lo más importante", sostuvo la nutricionista Viviana Viviant, miembro titular de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas.
Y contar con información no sólo ayuda a cuidar el peso y prevenir trastornos relacionados con los kilos de más, como los cardiovasculares. Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades transmitidas por alimentos son "uno de los mayores problemas de salud en el mundo actual y causa importante de reducción de la productividad". Fue justamente la aparición de esas enfermedades y de productos con baja carga bacteriana y pasteurizados lo que años atrás, sostuvo la nutricionista Adriana Zuccotti, del Hospital Británico, motivó a la lectura de las fechas de vencimiento y los ingredientes. "Aunque mucha gente no sabe bien de qué se trata, por ejemplo, omega 9 o grasas trans... Y si dice light o diet creen que es bueno, sin saber qué se le cambió al producto..."
La encuesta incluyó a 3000 hogares de la Argentina, Chile, Brasil, Guatemala y México. Mientras que el 66% de los encuestados en la Argentina aseguran que conocen cómo alimentarse saludablemente, el 55% de los brasileños, el 47% de los mexicanos y el 48% de los chilenos dicen tener la misma información. En cambio, apenas el 28% de la población en Guatemala conoce qué es lo más conveniente llevar a la mesa.
"Que más del 60% de nuestra población tenga inquietud por conocer lo que ingiere hace pensar que podremos estar mejor y más saludablemente alimentados en el futuro", sostuvo la doctora Susana Gutt, subdirectora de la carrera de especialista en nutrición de la Universidad de Buenos Aires y miembro titular de la Sociedad Argentina de Nutrición.
Aquí, las mujeres y los mayores de 65 años son los más informados. Según la encuesta, el 72% de las personas en la séptima década de vida sostiene que posee información contra algo más de la mitad (55%) de los más jóvenes. "Me llamó la atención que una cantidad tan alta de la gente más joven elija comer menos grasas... A los jóvenes les encanta la comida chatarra, y si viven solos usan mucho el delivery", opinó Zuccotti.
La encuesta halló también que casi 6 de cada 10 hombres (59%) cuenta con la misma información que 7 de cada 10 mujeres (72%). "La mujer es quien cumple el papel de educadora alimentaria, por lo cual es la más interesada en el tema -dijo Gutt-. Las personas de mayor edad cumplen muchas veces el rol de «ama de casa» que antes tenía la mujer." Y Zuccotti agregó: "Las mujeres fueron siempre las encargadas de hacer las compras. Hoy también intervienen los hombres, pero bajo la supervisión de la mujer".
Pero, ¿cómo llevan los argentinos la teoría a la práctica? Controlan la fecha de vencimiento de los productos (82%), leen las etiquetas para conocer los ingredientes (57%), controlan la grasa que ingiere en las comidas (52%), consumen alimentos con suplementos o fortificados (43%), están atentos a nuevos productos que ayudan a mantener una dieta saludable (41%), consumen productos de bajas calorías (38%) y toman vitaminas o minerales (22%). El 4% tiene una dieta vegetariana.
"El rotulado nutricional -indicó Gutt-, incluye información que debe ser tenida en cuenta. La comunidad va comprendiendo la importancia de saber qué comemos y el valor de la calidad de los alimentos. Por otro lado, no todos eligen qué comer sino que algunos comen lo que pueden." En definitiva, lo esencial es brindarle a la población información "consensuada, clara y precisa -resumió Viviant-. No sirve de nada si no hay educación".
Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION
Los medios, primera fuente informativa
En los países incluidos en la encuesta, los medios de comunicación son la principal fuente informativa sobre alimentación saludable. "Esto es cierto, pero muchas veces, al no contar con el asesoramiento de especialistas, como puede ser en una revista de moda, no tiene el aval que necesita y transmite conceptos erróneos", indicó la licenciada Viviana Viviant. También, insistió, hay que tomar recaudos con Internet. "Si la fuente no es confiable -dijo-, en lugar de informar, desinforma. Y ni hablar de las dietas de moda y los productos milagrosos, que la gente utiliza a pesar de lo dañinos que pueden ser."