Se ha lanzado en España Intrinsa, el primer tratamiento aprobado para las mujeres que, tras una menopausia quirúrgica -extirpación del útero y de los ovarios-, presentan un bajo deseo sexual, un problema que preocupa en España a más de 600.000 mujeres, según informa la empresa en un comunicado.
Es un parche transparente que se coloca en el abdomen, se aplica dos veces a la semana y libera una baja dosis de testosterona, derivada de las plantas e idéntica a la que se encuentra de forma natural en el organismo femenino. La baja dosis que libera el parche posibilita alcanzar el nivel de concentración de testosterona similar al nivel que tienen las mujeres premenopáusicas.
Según el experto en sexualidad Santiago Palacios, director del Centro Médico Instituto Palacios de Salud de la Mujer, la disponibilidad en España representa "un paso significativo en el avance de la salud sexual de la mujer". "Es una noticia muy especial para las mujeres con menopausia quirúrgica con bajo deseo sexual y para los médicos que tratan estos casos", declaró.
"La menopausia quirúrgica genera muchos cambios en la mujer y la pérdida del deseo sexual es uno de ellos. Durante años han sido aprobadas opciones de tratamientos para hombres con disfunción sexual. Ahora estas mujeres podrán tener acceso a un tratamiento que ayuda a restaurar el deseo sexual", señaló el citado especialista.
Las mujeres sometidas a una menopausia quirúrgica experimentan un drástico descenso de los niveles de testosterona, que se ven reducidos en un 50% a los pocos días de la operación. La testosterona, una hormona que es producida de forma natural por la mujer, desempeña un papel clave en el deseo sexual.
De estas mujeres, un tercio experimenta un bajo deseo sexual y sufre preocupación asociada, un problema que recibe el nombre médico de trastorno del deseo sexual hipoactivo.
Los estudios clínicos realizados en más de 1.000 mujeres con menopausia quirúrgica y bajo deseo sexual con preocupación asociada y en tratamiento con estrógenos muestran que Intrinsa mejora el deseo sexual y la satisfacción sexual a los seis meses de utilizar el parche, comparado con aquellas mujeres que recibieron placebo, y reduce la preocupación asociada al bajo deseo sexual.
Recibió la aprobación para su comercialización en Europa por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMEA) el pasado 28 de julio y en España se encuentra ya disponible. Los estudios clínicos realizados durante 12 meses han demostrado que es bien tolerado y la frecuencia de los eventos adversos es comparable a la de los efectos adversos del placebo.