Por: Mariana Iglesias
Parece una nena por su carita aniñada. Pero no, su cuerpo por dentro está en plena explosión de hormonas. Empezaron a crecerle los pechos, está por dar el estirón y en cualquier momento llegará su primera menstruación. Igual es una nena... ¿O no? Tiene sólo ocho años. El tema preocupa mucho a padres y especialistas porque las niñas están viviendo una pubertad cada vez más precoz.
En el último siglo, la edad de la menarca (primera menstruación) se ha ido adelantando a través de las décadas. Algunos datos señalan que en Europa, a principios del siglo XX, la primera menstruación se presentaba entre los 17 y 18 años, mientras que en la actualidad la edad media de aparición es a los 12 años. Otros estudios indican que desde comienzos del siglo pasado, la edad promedio de la menarca se adelanta en tres o cuatro meses cada década. "Esta aceleración del crecimiento y de la pubertad marca una tendencia que parece no detenerse todavía, pues se ha comprobado que, aunque de forma mas lenta, la edad de la menarca es cada vez mas temprana", explica a Clarín Alfredo Chamoux, pediatra endocrinólogo de la Unidad Académica del hospital Pedro de Elizalde.
"Un concepto clásico considera que, cuando la pubertad en las niñas aparece antes de los 8 años, se trata de una pubertad precoz. Sin embargo, en los últimos años el criterio cambió. Diversos estudios de la última década indican que un porcentaje muy elevado de niñas de raza blanca, y aún mayor de niñas afroamericanas, presentaba desarrollo mamario antes de los 8 años", asegura Chamoux.
Alicia di Candia, al frente del Comité de Crecimiento y Desarrollo de la Sociedad Argentina de Pediatría, dice que, según estudios locales, la edad de comienzo del desarrollo mamario se da a partir de los 8 años en las nenas más chicas. La edad promedio es casi a los 11 años. Y las de desarrollo más lento rondan los 13 años y medio. En cuanto a la menarca, la edad de las más chiquitas es de 9 años y medio, el promedio es a los 12 años y medio, y los 14 años y medio se considera una nena de desarrollo lento.
¿Por qué ocurre este desarrollo precoz? ¿Es bueno para estas niñas? ¿Están psíquicamente preparadas para el cambio?
"Muchos elementos contribuyen a este fenómeno, que está ligado, probablemente, a las mejores condiciones socioeconómicas y nutricionales que se dan en los países occidentales más desarrollados. Otras influencias que condicionan el inicio de la pubertad y de la menstruación son los factores ambientales, geográficos y raciales. En los climas cálidos la pubertad se adelanta en relación con zonas de menor temperatura. En la raza negra, la menarquía es más temprana. Otros factores son inherentes a la constitución del individuo (factores genéticos). El estado nutricional, las enfermedades de larga evolución o las reacciones de orden psíquico frente a diversos agentes como el estrés o el ejercicio físico intenso también pueden alterar el inicio", dice Chamoux.
El especialista hace hincapié en la obesidad: "El estado nutricional es un importante regulador del crecimiento y desarrollo. En los niños la obesidad se relaciona con mayor estatura y pubertad precoz. Es evidente y se demostró que existe una estrecha correlación entre el incremento de la masa corporal y el desarrollo puberal precoz. Estudios recientes comprobaron que el sobrepeso precede a la aparición de la pubertad precoz en niñas sanas".
Miriam Tonietti, pediatra especialista en nutrición del Hospital Gutiérrez también habla de estudios que relacionan la precocidad con malos hábitos alimentarios: "Las niñas con rebote adipositario temprano suelen tener menarcas precoces. Por otra parte, la lectina es una hormona sensora de la masa grasa del cuerpo, y es un factor que favorece el desarrollo precoz".
Chamoux tampoco descarta causas ambientales: "Un verdadero problema de salud ambiental es el relacionado con los compuestos disruptores endócrinos. Son sustancias químicas que están en el medio ambiente que tienen una estructura química similar a las hormonas sexuales naturales e interfieren con su función normal al unirse a sus receptores celulares impidiendo que la hormona natural ejerza su acción biológica. Se conocen más de 40 sustancias disruptoras que contaminan el ambiente. El daño que producen lo manifiestan sobre el sistema endócrino reproductivo. En los niños se los asocia al bajo peso al nacer, alteraciones cognitivas, de comportamiento, y pubertad precoz".
Como dicen los especialistas, hace muchos años, el adelanto del desarrollo de la pubertad fue por causas positivas: las nenas comían mejor y accedían a sistemas de salud más completos. Ahora se sumaron las negativas.
La clave son controles con un pediatra de cabecera
"Si un niña inicia su pubertad después de los 8 años y comienza sus ciclos menstruales antes de los 10 , es recomendable una consulta especializada, así como cualquier variante del desarrollo sexual que llame la atención. El diagnóstico de precocidad sexual requiere la observación de signos físicos de pubertad antes de los 8 años", asegura el pediatra Alfredo Chamoux.
La médica Alicia di Candia asegura: "Es fundamental tener un pediatra de cabecera. Este acompañamiento en las distin tas etapas del crecimiento y del desarrollo ayuda a adelantarse a los eventos y poder charlar y contener a la familia. Los controles se hacen cada seis meses hasta el comienzo de la pubertad y luego cada tres meses. Estos controles se establecen de acuerdo a la velocidad de crecimiento, momentos en que los niños crecen más. Si algo frena el crecimiento en los períodos de rápido crecimiento se pueden producir secuelas, es decir, la talla final adulta no será la que estaba programada genéticamente. Es por esta razón que los pediatras debemos controlar a los niños que se encuentran en la edad en que pueden aparecer los eventos puberales más frecuentemente, para medirlos, pesarlos y ver en que etapa del desarrollo se hallan. Recordemos entonces que lo más importante son las visitas periódicas al pediatra, él nos dirá si el desarrollo de nuestro hijos es el adecuado y si la edad de comienzo de los eventos puberales es normal o no".
Salven a la infancia lúdica
Lucas Guagnini
Hace rato que los padres repetimos la frase "cómo vienen los chicos ahora". Por cómo manejan la PC, porque su entendimiento es cada vez más precoz, porque sus gustos específicos resultan rápidamente definidos. En las nenas, además, por esa coquetería temprana. Era lógico, sus cuerpos tenían que acompañar ese desarrollo. Pero la velocidad no debe cegarnos de lo que se pierde: la infancia lúdica, gobernada solo por los códigos del juego, se hace cada vez más corta.
El riesgo del cáncer de mama
Como la menstruación temprana se considera un factor de riesgo para el cáncer de mama, la expansión de la "pubertad precoz" plantea la preocupación de que pueda generar una incremento de esa enfermedad. "Probablemente, la mayor exposición a los estrógenos o una sensibilidad incrementada a las hormonas sexuales, o la conjunción de ambos, intervengan como factores de riesgo de padecer un tumor mamario", explica el pediatra Alfredo Chamoux. Silvia Ciarmatori, de Ginecología Endocrinológica del Hospital Italiano, dice que estudios epidemiológicos grandes no relacionaron la pubertad precoz con cáncer de mama, pero que sí se han encontrado nexos en estudios más pequeños: "Cierta lógica tiene. La mama está expuesta desde más temprano a los estrógenos".